Nefropatía por contraste

La nefropatía por contraste es una forma de lesión renal aguda (LRA) que se manifiesta en el período de 1-3 días siguientes a la administración intravascular del medio de contraste radiológico. Generalmente, se desarrolla tras la administración intraarterial, mientras que el riesgo de aparición después de la administración iv. es muy bajo y afecta a las personas con múltiples factores de riesgo, sobre todo con una afectación de la función renal ya existente.

Diagnóstico: se basa en el aumento precoz de creatininemia (se desarrolla 1-3 días después de la administración de contraste) y tras excluir casos de LRA prerrenal, nefritis intersticial aguda, embolismo por cristales de colesterol (se produce en las semanas posteriores a la arteriografía), así como el embolismo y trombosis arterial renal.

Prevención

1) Identificación de las personas con un mayor riesgo (valoración de la concentración de creatinina en el suero antes de la administración de contraste; factores conocidos del riesgo: edad avanzada, diabetes, deshidratación, insuficiencia cardíaca, ERC con TFG <60 ml/min/1,73 m2, daño hepático, mieloma múltiple, uso concomitante de fármacos nefrotóxicos [AINE, aminoglucósidos, anfotericina B, medicamentos antivirales], uso de un volumen elevado de contraste, especialmente con hiperosmolaridad, una segunda aplicación del contraste en <72 h).

2) Realización de una prueba de imagen alternativa, sin usar medios de contraste.

3) Administración de contraste en el menor volumen necesario y con la menor osmolalidad posible (<30 ml en caso de procedimiento diagnóstico y <100 ml en caso de procedimiento diagnóstico e intervencionista).

4) Hidratación intravenosa adecuada. No hay una única estrategia de manejo recomendada. Ejemplo de esquema de hidratación: solución NaCl al 0,9 % 1-1,5 ml/kg/h iv. durante 3-6 h antes y durante 6-12 h después de la prueba. En casos urgentes administrar antes del examen 3 ml/kg/h iv. de solución NaCl al 0,9 % durante 2 h y continuar con la infusión 1-1,5 ml/kg/h iv. durante 6-12 h después del examen.

5) Si es posible, se debe interrumpir la administración de IECA, ARA-II y diuréticos 24 h antes de la administración del contraste y en las 48 h después de su uso en pacientes con alto riesgo de LRA por contraste o con una enfermedad aguda grave.

6) En pacientes hospitalizados hay que valorar la concentración de creatinina sérica a las 12-24 h y después de 48 h de la administración del contraste.

No realizar hemodiálisis ni hemofiltración para eliminar el contraste, con el fin de prevenir nefropatía por contraste en personas con riesgo elevado.