Vacunación y uso de fármacos antimicrobianos

En general, el uso de antimicrobianos no es una contraindicación para la vacunación, ya que estos fármacos no tienen efecto sobre la respuesta inmune. Constituyen una excepción las vacunas contra:

1) la varicela o el herpes zóster atenuadas durante el tratamiento con aciclovir o valaciclovir, ya que estos fármacos también son activos frente a los virus atenuados de estas vacunas, lo que puede reducir la eficacia clínica de la vacuna: estos fármacos deben retirarse ≥24 h antes de la vacunación y no deben utilizarse hasta 14 días desde la administración de estas vacunas

2) la fiebre tifoidea con la vacuna oral atenuada: aplazar la vacunación ≥3 días después de finalizar el tratamiento antimicrobiano (considerar un intervalo más largo en caso de antibióticos de acción prolongada, p. ej. azitromicina); completar el ciclo de vacunación con este preparado antes de usar fármacos antimaláricos, manteniendo un intervalo de ≥3 días entre la administración de la última dosis de vacuna y el inicio de profilaxis farmacológica de la malaria

3) la rabia: evitar el uso concomitante de cloroquina con la vacunación posexposición, y si es necesario utilizarla y administrar la vacuna, se deben determinar los niveles de anticuerpos específicos en suero ≥1 semanas después de la vacunación (idealmente 2-4 semanas después); los niveles ≥0,5 UI/ml confirman la eficacia de tratamiento. No existen datos que comprueben la pertinencia de estas medidas de precaución frente a otros antimaláricos.

No hay evidencia de que los antivirales de uso común tengan un efecto negativo sobre la vacunación contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola (MMR).