Delirio de base somática

Cuadro clínico y diagnósticoArriba

El síntoma predominante del delirio son los trastornos de la conciencia que se manifiestan por una alteración de la orientación en espacio, así como trastornos de la concentración, del mantenimiento y de la divisibilidad de la atención. El paciente está vulnerable y, en los casos graves, desorientado.

Causas más frecuentes: hipoglucemia, trastornos metabólicos, hipoxia, infecciones (meningitis, neumonía, sepsis, etc.), enfermedades cardiovasculares, avitaminosis, accidentes cerebrovasculares, epilepsia (estado posconvulsivo), uremia, insuficiencia hepática (encefalopatía hepática), traumatismos craneales, trastornos hormonales, quemaduras.

Criterios diagnósticos

Es útil aplicar los criterios del DSM-5 (simplificado) para el delirio:

1) trastornos de la atención (capacidad reducida para prestar, mantener y desplazar la atención)

2) trastorno desarrollado en corto tiempo (habitualmente unas horas o pocos días), que constituye un cambio en relación con el estado de atención y conciencia habitual de la persona y que tiene tendencia a una oscilación en la intensidad durante el día

3) trastornos adicionales de los procesos cognoscitivos (déficit de la memoria, desorientación, trastornos del lenguaje, de capacidades visoespaciales o de la percepción)

4) los trastornos descritos en los puntos 1 y 3 no pueden explicarse mejor a través de otros trastornos neurocognitivos, previamente existentes, consolidados o en desarrollo (incluida la demencia); no se presentan en el curso de los trastornos de la conciencia cualitativos, tales como el coma

5) los datos de la anamnesis, de la exploración física o de las exploraciones complementarias demuestran que los trastornos son la consecuencia fisiológica y directa de una enfermedad somática, intoxicación o síntomas de abstinencia.

Diagnóstico diferencial

1) Delirio por intoxicación de una sustancia.

2) Delirio por suspensión de sustancias psicoactivas.

3) Trastornos de la conciencia que no cumplen los criterios de delirio, observados durante el curso de otros trastornos mentales (muy raramente), más frecuentemente en los trastornos disociativos (conversivos), reacción aguda al estrés, esquizofrenia catatónica o manía.

4) Estupor.

5) Depresión.

TratamientoArriba

1. Tratar la enfermedad somática intensivamente y según la etiología; resolver sus consecuencias (p. ej. corregir los trastornos electrolíticos, metabólicos y hormonales, hidratar).

2. Ayudar al enfermo en la conservación de la orientación en el tiempo (colocar al enfermo en una habitación tranquila y bien iluminada, informar sobre la hora actual y el horario de las comidas y de las visitas programadas). Los síntomas de delirio a veces se manifiestan únicamente en horas nocturnas y generalmente se intensifican a esas horas. En caso de agitación grave, lo mejor es controlarla por medio de una vigilancia permanente, y cuando esto no es suficiente, por medio de la inmovilización: contención del paciente en la cama con cintas especiales por un período lo más corto posible, bajo una supervisión especialmente cuidadosa.

3. Si a pesar del tratamiento de la enfermedad de base el delirio no cesa → aplicar un tratamiento sintomático, en general un fármaco antipsicótico (neuroléptico) fuerte a dosis bajas. El medicamento de elección es el haloperidol 1-2 mg cada 2-4 h (en enfermos de edad avanzada 0,25-0,50 mg cada 4 h). Administrar el medicamento durante el tiempo necesario, VO; en caso de necesidad (cuando el paciente no colabora) IM en dosis similares (raras veces mayores, para evitar numerosas inyecciones). En personas con demencia se puede utilizar quetiapina 25 mg VO cada ~1 h hasta alcanzar un efecto satisfactorio. Es importante la hora de la administración del medicamento: establecer a qué hora normalmente se manifiestan o se intensifican los síntomas de delirio (p. ej. en horas nocturnas) y en los días siguientes administrar el fármaco 1-2 h antes (independientemente de la vía).

PERSPECTIVA LATINOAMERICANA

1) En Chile el haloperidol es utilizado a dosis de 1-2 mg cada 8-12 h (en pacientes ancianos: 0,25-0,50 mg cada 8-12 h), mientras que la quetiapina se utiliza a dosis de 25 mg VO cada 8-12 h.

2) En México por lo general se administran 2,5-5 mg IM de haloperidol, valorando al paciente cada 30 min para decidir si es necesario aumentar la dosis. En cuanto a otros medicamentos antipsicóticos, la más utilizada es la risperidona a dosis bajas (0,5-2 mg VO).

3) En Colombia se utiliza haloperidol a dosis de 0,25-10 mg/d, dividido en 2-3 dosis. Iniciar con dosis bajas, especialmente en pacientes geriátricos, con comorbilidades o con riesgo cardiovascular. La decisión sobre qué antipsicótico usar debe individualizarse según las características clínicas del paciente e interacciones farmacológicas, donde pueda ser necesario recurrir al uso de risperidona, quetiapina u olanzapina.

4. Si se presenta una ansiedad intensa o excitación, o cuando el paciente solo tolera dosis pequeñas de antipsicótico → agregar una benzodiazepina (preparados y dosis →tabla 1), de preferencia de acción corta VOIM, en caso necesario cada 2-4 h. Al agregar una benzodiazepina al antipsicótico se reduce el riesgo de presentación de síntomas extrapiramidales.

PERSPECTIVA LATINOAMERICANA

Se trata de evitar, en la medida de lo posible, el uso de benzodiazepinas junto con antipsicóticos. En caso de utilizarlas, nunca deben administrarse IM o en una preparación mixta.

En Colombia el uso de lorazepam VO, puede estar indicado en casos de alteración de la conducta, ansiedad, agitación o dificultades al pautar un antipsicótico. Se utiliza en dosis bajas, con vigilancia de la función respiratoria.

 

El uso de benzodiazepinas de forma aislada está restringido únicamente al síndrome de abstinencia alcohólica →Síndrome de abstinencia alcohólica; en el delirio por otras causas son ineficaces y pueden ser nocivas.

TABLAS

Benzodiazepinas utilizadas en el tratamiento de las conductas agresivas y ansiedada

Nombre internacional y preparados

Dosis mínima y rango

Farmacocinética

De acción rápida

Alprazolam VO

0,25 mg; 0,5-10 mg 2-4 × d, preparado de liberación lenta 2 × d

tmáx 1-2 h (preparado de liberación lenta 5-11 h)

t0,5 9-20 h

Lorazepam VO

o IM/iv. 

1 mg; 1-6 mg
3 × d

tmáx 1-2 h

t0,5 8-24 h

Oxazepam VO

10 mg; 30-120 mg 3-4 × d

tmáx 1-4 h

t0,5 3-25 h

De acción intermedia

Bromazepam VO

3 mg; 6-30 mg 2-3 × d

tmáx 0,5-4 h

t0,5 8-30 h

Clobazam VO

10 mg; 20-30 mg 2 × d

tmáx 0,25-4 h

t0,5 10-37 h

De acción prolongada

Clordiazepóxido VO

5 mg; 10-150 mg 3-4 × d

tmáx 1-4 h

t0,5 50-100 h (metabolitos activos)

Diazepamb VO; IM/iv.;

VR

2 mg; 5-40 mg 2-4 × d

tmáx 0,5-2 h (tras la administración VO), 30 min (tras la administración VR)

t0,5 20-100 h (metabolitos activos)

Clonazepamb VO/IM/iv.

0,5 mg; 1-6 mg 2 × d

tmáx 1-4 h

t0,5 19-60 h

Clorazepatob VO; IM/iv.

5 mg; 15-60 mg 2-4 × d

tmáx 0,5-2 h (tras la administración VO)

tras la administración IM o iv. el inicio de la acción a los 15 min; t0,5 de metabolitos activos hasta 100 h

Medazepamb VO

10 mg; 10-30 mg 2-3 × d

tmáx 1-2 h

t0,5 5-80 h (metabolitos activos)

a La información de la literatura concerniente a la farmacocinética y a la dosificación no es completamente congruente.

b Medicamentos considerados como de absorción rápida.

 

Nota: principios generales de utilización de las benzodiazepinas (también en el texto).

1. Utilizar la menor dosis eficaz. En condiciones de intervención inmediata o en el hospital iniciar con la dosis mínima y observar la reacción del paciente (considerar la tmáx). En caso necesario incrementar la dosis hasta alcanzar el efecto esperado (habitualmente en ~1 h). Al prescribir una benzodiazepina para ser utilizada por algunos días, considerar la acumulación del medicamento en el organismo (la t0,5 incluso en las benzodiazepinas de acción rápida alcanza más de diez horas).

2. Todas las benzodiazepinas, después de rebasar cierta dosis (individualmente variable), provocan sedación excesiva y posteriormente sueño.

3. El límite superior de las dosis medias puede ser superado, p. ej. en la impregnación rápida con benzodiazepinas en el tratamiento de un síndrome de abstinencia alcohólica y durante una tranquilización rápida. En estos casos establecer la dosis y el tiempo de administración de la siguiente dosis del medicamento sobre la base de la observación detallada de la reacción del paciente a las dosis anteriores.

4. En los pacientes con disfunción hepática utilizar benzodiazepinas de acción rápida.

5. Instruir al paciente que, después de haber recibido benzodiazepinas, no debe conducir coche ni otro vehículo mecánico. 

6. Antes de inyectar benzodiazepinas en inyección consultar el método de preparación en la ficha técnica.

tmáx — tiempo para alcanzar la concentración máxima en sangre, t0,5 — vida media biológica del medicamento