1. Disfonía funcional
1) Disfonía hiperfuncional: aparece en personas con tensión excesiva de los músculos fonadores, p. ej. aquellas que sobrecargan la voz o a menudo sufren laringitis (voz ronca, áspera). Complicaciones: hiperemia de cuerdas vocales, voz vestibular (quejumbrosa, crepitante), nódulos vocales (también llamados nódulos de los cantantes). Puede ir acompañada de dolor laríngeo y sequedad de mucosas faríngea y laríngea.
2) Disfonía hipofuncional: en personas con tensión disminuida de los músculos laríngeos durante la fonación, generalmente en personas debilitadas, con anemia, déficits de vitaminas, enfermedades del sistema endocrino (voz apagada, ronca), puede ir acompañada de una mayor frecuencia respiratoria durante el habla e incapacidad de hablar durante un tiempo prolongado.
3) Disfonía mixta
a) Afonía psicógena: pérdida de la voz, a la vez que se mantiene la sonoridad de la tos y de la risa, acompañada de síntomas psicosomáticos.
b) Obstrucción laríngea inducible: estenosis laríngea patológica, transitoria y reversible, que se presenta en respuesta a factores externos, con mayor frecuencia durante el esfuerzo físico, eventualmente compuestos químicos, olores fuertes, aire frío, estrés y posiblemente también reflujo gastroesofágico. Se manifiesta por disnea inspiratoria que típicamente se acentúa más durante el pico de esfuerzo (a diferencia de la broncoconstricción inducida por esfuerzo físico, cuyos síntomas típicamente aumentan hasta 20 min después de finalizar el esfuerzo). Es frecuente que erróneamente se diagnostique asma (en un 30 % de los enfermos con asma grave se objetiva obstrucción laríngea inducible).
Diagnóstico: datos de la anamnesis y de las exploraciones complementarias (laringoscopia, estreboscopia, pruebas de imagen, eventualmente otros exámenes). En caso de sospecha de disfunción de las cuerdas vocales → rinolaringoscopia y espirometría (aplanamiento de la curva inspiratoria). Diagnóstico de la obstrucción laríngea inducible: datos de la anamnesis y laringoscopia directa (suele realizarse durante una prueba de esfuerzo).
Tratamiento: evitar los agentes irritantes (p. ej. humo de cigarrillos y alcohol), mantener la higiene y realizar rehabilitación vocal (técnicas de respiración y de vocalización), seguir un tratamiento otorrinolaringológico y foniátrico especializado, utilizar humidificadores del aire, a veces administrar glucocorticoides o someterse a psicoterapia.
2. Disfonía orgánica
Causas: anomalías del desarrollo y anatómicas, nódulos vocales, pólipos de las cuerdas vocales, neoplasias, quistes, granulomas (posintubación y en el curso del reflujo gastroesofágico), úlceras de contacto, traumatismos, radioterapia, parálisis de las cuerdas vocales de origen central (p. ej. parálisis del núcleo motor del nervio vago [coexiste disfagia y atragantamiento], enfermedad de Parkinson) o de origen periférico (sobre todo a consecuencia del daño del nervio recurrente laríngeo durante la cirugía del tiroides, por tumores mediastínicos o bronquiales, aneurismas aórticos o cambios posinflamatorios).
Manifestaciones: ronquera o afonía, cambio en la calidad de la voz, esfuerzo durante la fonación, disnea inhalatoria (especialmente en la parálisis bilateral de las cuerdas vocales).
Diagnóstico: se realiza sobre la base de la laringoscopia y estroboscopia (alteraciones en la vibración y cierre de las cuerdas vocales) y de las pruebas de imagen.
Un tratamiento conservador raramente lleva a la resolución de las molestias. Existe indicación de microcirugía y de rehabilitación logopédica.