Síndrome del intestino corto

DEFINICIÓN Y ETIOPATOGENIAArriba

El síndrome del intestino corto se debe a una alteración del tránsito intestinal tras la resección, o la exclusión de un segmento o la totalidad del intestino delgado, responsable de una disminución de la absorción de agua y nutrientes que no permite mantener un adecuado estado de salud. Es una de las formas de insuficiencia digestiva. Puede presentarse en adultos con <150-200 cm de intestino delgado activo. Tras un período de adaptación que puede durar años, un segmento corto de intestino delgado puede resultar suficiente. Se diferencian tres tipos:

1) tipo I (yeyunostomía terminal con ausencia adicional del intestino grueso) ≥100 cm

2) tipo II (intestino delgado anastomosado al colon transverso) >70 cm

3) tipo III (resección de solo un segmento de intestino delgado con restitución de su continuidad) incluso de 30 cm. De forma crónica permanece alterada la absorción de algunas sustancias, como el magnesio; la vitamina B12 y los ácidos biliares en caso de pérdida del íleon terminal.

Causas más frecuentes:

1) amplia resección intestinal por isquemia o por otras causas (enfermedad de Crohn, neoplasia, traumatismo, complicaciones posoperatorias, torsión o estrangulación intestinal con necrosis secundaria)

2) alteraciones graves de la absorción (p. ej. enteritis por radiación o enfermedad celíaca resistente al tratamiento) que producen un síndrome del intestino delgado funcional

3) fístulas externas (producen pérdida del contenido alimenticio) o internas (producen la exclusión de una parte del intestino delgado durante el paso del alimento).

CUADRO CLÍNICOArriba

Se presentan con diferente grado de intensidad: diarrea, deshidratación y trastornos electrolíticos, acidosis, desnutrición (que lleva a una caquexia progresiva), deficiencia de magnesio, calcio y fosfatos, de vitaminas A, D, E (raramente K), B12, ácido fólico, oligoelementos (zinc, selenio, cobre), ácidos biliares. En el síndrome de yeyunostomía terminal se produce una pérdida de agua y electrólitos particularmente intensa, tanto mayor cuanto mayor es la ingesta de agua (se intensifica la secreción de agua hacia la luz del tracto digestivo); es necesaria la hidratación iv.

Con el tiempo se desarrolla un conjunto de síntomas:

1) deficiencias de vitaminas, acumulación de manganeso y aluminio → trastornos mentales, neurológicos y alteraciones de la visión

2) deficiencia de potasio o magnesio → alteraciones del ritmo cardíaco

3) deficiencia de selenio, tiamina → insuficiencia cardíaca, miositis

4) cambio en la composición de la bilis, trastornos del vaciamiento de la vesícula biliar → litiasis biliar

5) excesiva absorción de oxalatos en el intestino grueso → litiasis renal

6) diarrea → infecciones urinarias ascendentes (sobre todo en mujeres)

7) falta de la válvula de Bauhin, antibióticos → sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, fermentación, acidosis láctica, trastornos mentales

8) falta de inhibición de la secreción de gastrina → hipersecreción, enfermedad ulcerosa, sangrado

9) complicaciones de la nutrición parenteral → colestasis, hígado graso, cirrosis e insuficiencia hepática

10) absorción inadecuada de calcio, fosfatos, magnesio y vitamina D, trastornos de su metabolismo, secreción anormal de paratohormona, acumulación de aluminio → enfermedad metabólica ósea y fracturas.

TRATAMIENTOArriba

Tratamiento integral en centros especializados. En la mayoría de los casos es necesaria la alimentación parenteral domiciliaria. Recordar el trastorno de la absorción de los medicamentos y utilizar preparaciones sublinguales, orales, rectales, inhaladas o líquidas.