Causas y consecuencias
Con mayor frecuencia se producen sangrados de los plexos de Kiesselbach ubicados en la parte anterior del tabique nasal. El sangrado de la parte posterior de la cavidad nasal y de la faringe nasal es menos frecuente, pero en general más grave y con mayor frecuencia afecta a personas mayores. Causas: traumatismos (incluso leves), aumento de la presión arterial, sequedad de la mucosa (aire seco), inflamación de la mucosa, neoplasias, alteraciones de la coagulación sanguínea. Tras tragar la sangre que desciende a la faringe pueden presentarse náuseas y vómitos en poso de café. La epistaxis masiva puede conducir a una considerable pérdida de sangre.
Primeros auxilios
1. Ante cualquier contacto con sangre → usar guantes de látex y eventualmente lentes protectoras.
2. Indicarle al paciente que tome asiento con la cabeza hacia delante (en posición de "oler"), lo que disminuye el flujo sanguíneo hacia la nariz. Comprimir con los dedos por ambos lados las alas de la nariz durante 10 min o más, si el paciente recibe un tratamiento anticoagulante. Con frecuencia de esta manera se logra controlar la hemorragia. Colocar una compresa fría o una bolsa con hielo (si está disponible) sobre la frente y en la base de la nariz.
3. Observar la pared posterior de la faringe: la sangre que sigue fluyendo a pesar de la compresión de las alas de la nariz puede indicar que el sangrado procede de la parte posterior de la nariz.
4. Interrogar sobre la presencia de causas de sangrado más graves (hipertensión arterial, neoplasias, alteraciones de la coagulación).
5. Si la hemorragia no cesa transcurridos 20 min:
1) considerar la necesidad de un control definitivo del sangrado en un consultorio especializado o en un hospital
2) un sangrado prolongado de la parte anterior de la nariz debe controlarse durante el traslado del paciente, comprimiendo las alas de la nariz →más arriba.
Actuación en la ambulancia, hospital o en un consultorio especializado
1. Un sangrado brusco, sobre todo de la parte posterior de la cavidad nasal, durante el tiempo de traslado en ambulancia debe controlarse con la colocación de una sonda de Foley 12-16 F con el balón de 30 ml: introducir la sonda por el lado que está sangrando hacia la nasofaringe, una vez en posición se llenará con 15 ml de agua, tras lo cual se ha de tirar hasta sentir una resistencia, con cuidado de que la úvula y el paladar blando no se disloquen (→fig. 1); asegurar la sonda con un clip o broches de presión para que no se deslice en profundidad. Existen balones desechables especiales para este fin, revestidos de carboxicelulosa, que facilitan la hemostasia (p. ej. Rapid Rhino).
2. El control definitivo de la hemorragia requiere una buena luz y visión, sedación y anestesia local mediante la administración de un medicamento vasoconstrictor de la mucosa (p. ej. lidocaína al 2-4 % con adrenalina 1:10 000); el taponamiento posterior generalmente requiere la administración de anestesia general.
3. Cauterización: térmica o química (con nitrato de plata).
4. Taponamiento anterior: colocar un tapón largo, hermético, hecho de capas de gasa, recubierto de vaselina, en la parte anterior de la nariz desde el fondo de la cavidad nasal hacia arriba, dejando afuera sus 2 extremos o 1 extremo (→fig. 2). También se pueden introducir en la nariz varios tapones más cortos, dejando un extremo de ellos en el exterior. A continuación, del lado faríngeo, hay que revisar si no hay sangrado hacia la parte posterior de la cavidad nasal. Retirar después de 2 días.
5. Taponamiento posterior: colocar en la parte posterior de la cavidad nasal el tapón de Bellocq, es decir, un fragmento de gasa enrollada de dimensiones acordes con el tamaño de la nariz, unido a 4 hilos largos. Dos de ellos se fijan al extremo de la sonda colocada a través de la nariz hacia la faringe, la cual se retira con un instrumento (o con los dedos). Luego tirando de la sonda y de los hilos, bajo el control visual del lado de la faringe, se coloca el tapón herméticamente en la parte posterior de la cavidad nasal. Los 2 hilos restantes no se colocan en la faringe (o se retiran de la faringe hacia el exterior a través de la boca) y sus extremos se atan detrás de las orejas. El procedimiento se complementa con el taponamiento anterior y los hilos que salen a través de la nariz pueden utilizarse para su atadura. Los pacientes requieren hospitalización y supervisión laringológica. El tapón se retira a través de la faringe y la boca después de 2-4 días, tirando de los hilos que salen a través de la boca. Los balones de doble cámara para el taponamiento posterior pueden ser una alternativa. El efecto secundario del taponamiento es el bloqueo de salida de los senos paranasales, lo que fomenta el desarrollo de la inflamación. Normalmente es necesario el uso de un antibiótico.
FIGURAS
Fig. 26.23-1. Taponamiento con la sonda de Foley
Fig. 26.23-2. Taponamiento nasal anterior