COVID-19: actualización de abril de 2021. Parte 1: vacunas (variantes)

21.04.2021
COVID-19: April 2021 update. Part 1: Vaccines (variants)
Zain Chagla (MD, MSc) , Roman Jaeschke (MD, MSc)

El dr. Zain Chagla, profesor asociado de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad McMaster, conecta con Roman Jaeschke para debatir sobre la eficacia de las vacunas aprobadas contra la COVID-19 a la luz de las distintas variantes de preocupación.

Para ver la 2.a parte de la entrevista haga click aquí.

Roman Jaeschke (MD, MSc): Buenos días y bienvenidos a otra edición de McMaster Perspective. Hoy tenemos el privilegio de contar con una estrella mediática de la era de la COVID-19, Zain Chagla. Zain, ¿podrías presentarte y hablarnos sobre tu función en Hamilton?

Zain Chagla (MD, MSc): Soy Zain Chagla. Soy médico de enfermedades infecciosas en el hospital St. Joseph Healthcare de Hamilton y director médico de Control de Infecciones, también en Hamilton. He trabajado en algunos ensayos clínicos sobre la COVID-19, algunas políticas de vacunación e incluso en algunas guías terapéuticas, así como en nuestras guías locales sobre el control de la infección.

Roman Jaeschke: Vamos a aprovechar tu cerebro, entonces. Empecemos por las áreas en las que soy menos ducho, es decir, que no son pacientes ingresados y tratados en la unidad de cuidados intensivos (UCI), que esos temas sí manejo. Así que vamos a empezar por la primera fase: la vacunación. Creo que de momento hay 4 vacunas aprobadas en Canadá. De momento, ¿qué sabemos ahora que tenemos variantes de interés expandiéndose con rapidez?

Zain Chagla: Muy buena pregunta. Esto se podría dividir en datos in vitro –sobre todo de las vacunas de ARNm, que se desarrollaron bastante antes de esta época– y datos in vivo, datos reales de algunas de las vacunas que se desarrollaron a posteriori.

Empezando por los datos reales de la vacuna de AstraZeneca, la vacuna basada en el adenovirus de chimpancé: no hay ningún dato sobre la variante P.1 que se describió por primera vez en Brasil. Según los datos del Reino Unido, en concreto de una cohorte que se estudió en Kent, la vacuna muestra el mismo nivel de efectividad contra el virus original, es decir, ofrece una prevención de 70-80 %, en especial cuando el intervalo entre dosis es de 12 semanas. Cuando se analizó en Sudáfrica, en un estudio con unos 1000 sujetos jóvenes de 30 años con comorbilidades mínimas, se observaron unos niveles de anticuerpos neutralizantes muy bajos en la cohorte. Pero lo que es más importante, cuando midieron la COVID-19 leve-moderada en la misma cohorte, no observaron ninguna diferencia entre el placebo y la vacuna, lo que significa que probablemente haya un efecto de ruptura en cuanto a la variante sudafricana B.1.135, que tiene una mutación de escape.

Johnson & Johnson: en la misma cohorte de Inglaterra, la vacuna se secuenció contra la variante B.1.1.7. Su eficacia contra esta variante y contra el virus original son comparables. En Sudáfrica, se observó una respuesta clínica. El ensayo de registro inicial de Johnson & Johnson se centró en la COVID-19 moderada-grave, y mostró un 50-60 % de eficacia, aunque tuvo un 100 % de eficacia en cuanto a la hospitalización. Pero en la prevención de la enfermedad moderada-grave, la eficacia se fijó en 50-60 %, un nivel más bajo que contra el virus original. Esto sugiere que hay respuesta clínica; menos anticuerpos neutralizantes, pero probablemente siga ofreciendo los efectos inmunitarios suficientes para prevenir la enfermedad grave.

Roman Jaeschke: Adelante.

Zain Chagla: No, dime, dime. Me alegra que tengas preguntas.

Roman Jaeschke: Para resumir esta parte de las vacunas que no son de ARNm. Parece que su eficacia contra la variante original es al menos aceptable, con la excepción de la variante sudafricana en el caso de AstraZeneca. Para la variante brasileña, ¿es aceptable o no se sabe?

Zain Chagla: Sí, bueno. Con la variante brasilena no tenemos más datos que los que nos llegan de pequeños estudios in vitro. Con la variante sudafricana, la vacuna de AstraZeneca no previno la enfermedad sobre todo leve en sujetos jóvenes. No obstante, el régimen de vacunación no fue el óptimo, era un grupo joven, no se midió la hospitalización ni la gravedad, así que hay ciertas reservas. En el ensayo de Johnson & Johnson, en el que la edad de la cohorte fue algo mayor y el criterio de valoración principal fue COVID-19 moderada-grave (hospitalización incluida), se observó una eficacia del 50-60 %, mucho mejor de lo que ha demostrado AstraZeneca. No obstante, los puntos de comparación fueron ligeramente distintos, al igual que la cohorte que recibió la vacuna, en la que había muchas más comorbilidades y sujetos algo mayores.

Roman Jaeschke: Ahora vamos con las de ARNm.

Zain Chagla: En cuanto a las vacunas de ARNm, principalmente también tenemos datos in vitro. Gracias a la experiencia de Israel y el Reino Unido —sobre todo de Israel, que ahora tiene un 80 % de B.1.1.7—, sabemos que la variante británica parece ser bastante sensible a la vacuna de Pfizer en lo que se refiere a la prevención. Según los datos que están saliendo, la eficacia es del 90-99 % después de la segunda dosis. En teoría, la vacuna de Moderna es similar. De nuevo, no es el conjunto de datos que nos gustaría, pero los datos in vitro parecen bastante razonables en cuanto a los niveles de anticuerpos neutralizantes. En cuanto a la variante que se describió por primera vez en Sudáfrica, la B.1.351, en estos momentos el tema parece algo más confuso. Sí que vemos niveles de anticuerpos neutralizantes reducidos, pero sabemos que con la vacunación, los anticuerpos neutralizantes llegan a un nivel mucho más alto que con el plasma convaleciente. Así que, cuando vemos un nivel más bajo, ¿es más bajo dentro del margen de no esterilizarse después de una exposición, o es más bajo hasta el punto de que se puede desarrollar una infección posvacunación significativa?

Por lo menos, los datos incluidos en una prepublicación de Pfizer sobre un pequeño ensayo clínico que se organizó en Sudáfrica sugieren que, en estos momentos, la eficacia se mantiene por completo, incluso con la vacuna de Pfizer. Eso fue hace un par de días. [inaudible] Nueve personas del grupo de placebo desarrollaron COVID-19, por ninguna del grupo de la vacuna de Pfizer. Esas nueve personas residían en una zona afectada predominantemente por la variante B.1.351, y se les secuenció dicha variante.

Roman Jaeschke: Entonces, diría que estas noticias son relativamente optimistas.

Zain Chagla: En cuanto a la variante brasileña P.1 —porque es la otra preocupante—, hay pequeños estudios in vitro que sugieren que la neutralización o la pérdida de neutralización se encuentra entre la del virus original y la de la variante B.1.351. Por lo tanto, si nos basamos en los datos in vitro, parece que la mayoría de vacunas va a funcionar contra la variante brasileña, que su mecanismo de escape inmunitario no es tan potente como el de la variante sudafricana. De todas formas, es una variante muy nueva que solo se ha descrito en Brasil, hay muy pocos ensayos clínicos en ese momento, pero supongo que se publicarán más datos resultantes de la práctica real que empezarán a sacarnos de dudas.

Roman Jaeschke: Vamos a tener que organizar una llamada semanal para actualizarnos. Es broma. Más bien nos informaremos mes a mes. Muchas gracias. En estos momentos, parece que la prevalencia de la variante sudafricana es muy baja, al menos en Canadá, y que deberíamos recibir cualquier vacuna que esté disponible. ¿Estoy en lo cierto?

Zain Chagla: Sí, por supuesto. Cualquiera que esté disponible —teniendo en cuenta contraindicaciones, efectos secundarios y demás factores—. Todas van a ser eficaces y, repito, todavía no se han esclarecido las dudas sobre la variante sudafricana en cuanto a la gravedad de la enfermedad.

Roman Jaeschke: En cuanto a la enfermedad clínicamente relevante.

Zain Chagla: Eso es. Algunos datos indican que, en las personas que han recibido la vacuna de AstraZeneca, la función de las células T se ha desarrollado y conservado bien. No podemos descartar del todo que prevenga las consecuencias graves, simplemente puede que no prevenga las consecuencias leves de la COVID-19.

Roman Jaeschke: Muchas gracias, volveremos a conectar pronto.

Zain Chagla: Sin problemas. Un abrazo.

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