COVID-19: actualización de abril de 2021. Parte 2: vacunas (trombosis)

26.04.2021
COVID-19: April 2021 update. Part 2: Vaccines (thrombosis)
Zain Chagla (MD, MSc), Roman Jaeschke (MD, MSc)

Zain Chagla, profesor asociado de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad McMaster, comenta los informes sobre los eventos trombóticos producidos después de la administración de la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19.

Para ver la 1.a parte de esta entrevista, haga clic aquí.

Roman Jaeschke (MD, MSc): Bienvenidos a otra edición de McMaster Perspective con nuestro invitado estrella, Zain Chagla, de nuevo. La última vez hablamos sobre la vacunación. Ahora, me gustaría centrarme en los efectos secundarios específicos que se han reportado, es decir, los fenómenos trombóticos que se han producido después de la administración de la vacuna de AstraZeneca. ¿Podrías compartir tu opinión al respecto?

Zain Chagla (MD, MSc): Claro. Al principio, se describieron como trombosis típicas después de la vacuna. Según los datos de vigilancia posterior a la comercialización, se pensó que la incidencia era inadmisiblemente alta. Al analizar en retrospectiva el evento tromboembólico venoso típico, sí que parecía que la incidencia era similar a la de la población general. No obstante, al examinar los datos, se encontró un número significativo de casos de personas predominantemente jóvenes con una combinación de trombosis atípicas —trombosis de senos venosos, trombosis abdominal— asociada a trombocitopenia y púrpura como parte del cuadro. Obviamente, esto es algo muy diferente a lo que nos esperaríamos del síndrome trombótico típico.

En algunas de las investigaciones in vitro, se han observado anticuerpos que apuntan a una respuesta parecida al síndrome de trombocitopenia inducido por heparina (TIH). Es ligeramente distinta en el sentido de que no se trata exactamente de la misma unión de anticuerpos al factor plaquetario 4, pero sí que es similar en cuanto a la vía trombótica que desemboca en la reacción de trombocitopenia y trombosis. Ahora, este síndrome ha pasado a denominarse trombocitopenia inmunitaria protrombótica inducida por la vacuna (VIPIT). Se está diagnosticando típicamente en mujeres de entre 20 y 50 años, como se ha visto en los 29-30 casos reportados en Alemania. Algunos pacientes tenían enfermedades autoinmunes subyacentes. No tengo claro si se puede achacar a ello, o si incrementa el riesgo, teniendo en cuenta que la muestra poblacional es pequeña. Algunas tomaban anticonceptivos. Todavía no está claro si es un factor de riesgo o no, sobre todo si consideramos que cada grupo presenta uso de anticonceptivos orales de inicio. Ha habido una mortalidad importante asociada a esto. De los 9 casos descritos al principio, 4 acabaron falleciendo. En vista de estos hechos, la vacuna se ha recomercializado para evitar ese grupo de riesgo de mujeres entre 20 y 50 años.

La incidencia absoluta parece que se encuentra entre 1 de 1 000 000 y 1 de 100 000 después de la vacunación. En este grupo de alto riesgo las cifras no quedan demasiado claras, ya que la Unión Europea no ha publicado la incidencia particular en las mujeres jóvenes que han recibido la vacuna. Los médicos clínicos han de estar atentos —entre los 4 y los 20 días posteriores a la vacunación— a los posibles casos de trombocitopenia, hemorragias, hematomas, cefalea constante, signos de trombosis venosa profunda (TVP) o embolismo pulmonar (EP) y/o dolor intraabdominal grave. Además, deben encargar pruebas de dímeros D, un frotis, un hemograma completo para determinar si hay trombocitopenia, y, en caso de sospecha clínica fundada o confirmación de trombosis, un ensayo enfocado en la detección del síndrome de TIH. El ensayo se ha modificado ligeramente como ensayo confirmatorio. El inmunoensayo enzimático (EIA) para la detección del síndrome de TIH debería ser suficiente por lo menos para detectar los casos positivos, pero después es necesario realizar un segundo ensayo confirmatorio más específico para este síndrome. En el manejo... Perdón, querías decir algo.

Roman Jaeschke: ¿Es una prueba ampliamente disponible?

Zain Chagla: En Ontario al menos estaría ligada a los centros de referencia en hematología. En Hamilton estamos readaptando el ensayo para que también sea el caso, pero por lo menos en Ontario hay un hematólogo disponible a través de CritiCall, es decir, hay alguien disponible para guiar con el algoritmo y ofrecer asesoramiento terapéutico sobre, por ejemplo, los anticoagulantes orales directos (ACOD), o sea anticoagulantes orales no antagonistas de la vitamina K como parte del tratamiento.

Roman Jaeschke: Corrígeme si me equivoco, pero de momento no se ha registrado ningún caso en Ontario.

Zain Chagla: No, no se ha registrado ningún caso en Canadá.

Roman Jaeschke: Yo cuestionaría el hecho de advertir a la gente sobre algo que no ha pasado, o que pasa en 1 de cada 500 000 casos. También podríamos advertir de la tuberculosis o la meningitis meningocócica.

Zain Chagla: No, tienes razón. De todas formas, creo que una parte de la mortalidad puede haberse infravalorado. Y esa es una de las otras cuestiones. Estamos administrando la vacuna de AstraZeneca. Ahora está restringida para lo que parece ser el grupo de mayor riesgo epidemiológicamente asociado a esto. Pero [si lo buscas], va a acabar apareciendo en algún sitio.

Roman Jaeschke: ¿La restricción es solo para mujeres <50 años, o también para hombres?

Zain Chagla: Creo que en este estudio solo hubo 1 mujer mayor de 50 años y 1 hombre.

Roman Jaeschke: Entiendo. Lo que me pregunto es si hay diferencia entre sexos en cuanto a las restricciones.

Zain Chagla: Ah, sí, por supuesto que la hay. En los datos publicados por el Instituto Paul-Ehrlich, 29 de los 30 pacientes eran mujeres, solo hubo 1 hombre, así que probablemente exista un factor de sexo en esta cuestión.

Roman Jaeschke: Vale. Bueno, muchas gracias. Esta es una de las cosas que van evolucionando. Gracias por haber compartido tus conocimientos.

Zain Chagla: No hay de qué.

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