¿Qué determina la elección del tipo de mascarilla médica? ¿Es posible desinfectarlas?

21.04.2020
Co decyduje o doborze rodzaju maski medycznej i czy maski medyczne można dezynfekować?
Weronika Rymer (MD, PhD)

Qué determina la elección del tipo de mascarilla médica? ¿Es posible desinfectar las mascarillas médicas?

Siglas y abreviaturas: CDC (Centers for Disease Control and Prevention) — Centros (estadounidenses) para el Control y la Prevención de Enfermedades, COVID-19 (coronavirus disease) — enfermedad provocada por el SARS-CoV-2, ECDC (European Center for Disease Control and Prevention) — Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, EPI — equipo de protección individual, OMS — Organización Mundial de la Salud, SARS-CoV-2 — coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo, SARS — síndrome respiratorio agudo severo

Las medias máscaras médicas (comúnmente llamadas mascarillas o tapabocas) pertenecen a la categoría de EPI básicos para el personal médico y pueden reducir el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 de una persona infectada. Las mascarillas utilizadas en la práctica diaria se dividen en función del nivel de las propiedades de filtración y según su forma. En Europa, se aplica la norma EN 149:2001 + A1:2009 que distingue tres tipos de medias máscaras filtrantes (FFP1, FFP2 y FFP3), según la eficacia de filtración y la fuga interna máxima total. La fuga interna total es el grado de penetración de la mascarilla que resulta de su adhesión incompleta a la cara y de la fuga por la válvula de exhalación, si la mascarilla está equipada con dicha válvula. Las mascarillas FFP1 protegen contra el bioaerosol cuyas partículas tienen un tamaño >1 µm, las FFP2 contra el bioaerosol con partículas de entre 1 y 0,5 µm, y las FFP3 contra el bioaerosol cuyas partículas son de <0,5 µm. Las mascarillas FFP2 y FFP3 se corresponden con las mascarillas N95, según las normas estadounidenses.

Además de evaluar las propiedades de filtración de las partículas sólidas, el material con que se elaboran las mascarillas se somete a pruebas adicionales para determinar su:
1) Permeabilidad;
2) Resistencia a la penetración de fluidos (durante la prueba se aplican 3 velocidades a las cuales puede caer el fluido sobre el material, correspondientes a la presión de la sangre que sale de un vaso perforado: 80, 120 y 160 mm de Hg);
3) Eficiencia de filtración bacteriana (se mide la eficacia de filtración bacteriana a través del material; el resultado determina el porcentaje de bacterias que no pasan a través del material de la mascarilla);
4) Rendimiento de filtración de partículas sólidas de un diámetro inferior a un micrón (definido como el porcentaje de material de prueba que no pasó a través del material de la mascarilla);
5) Resistencia al gradiente de presiones (la prueba mide la resistencia del material al flujo de aire [denominada transpirabilidad]; el valor se expresa en mm de columna de agua: cuanto mayor sea el valor, menor será la "transpirabilidad");
6) Inflamabilidad.
Las propiedades de filtrado de la mascarilla, su forma y las propiedades adicionales que condicionan la permeabilidad del material de fabricación determinan la elección del EPI para procedimientos médicos específicos, áreas de aplicación y el tiempo máximo de uso de la mascarilla.1-6
Las denominadas mascarillas "quirúrgicas" son mascarillas con cuerdas o enganches (fig. A). Son los EPI más utilizados. Las mascarillas de filtración FFP2 y FFP3 (fig. B y C) generalmente están diseñadas para que se ajusten firmemente a la piel de la cara y para que todo el aire inhalado pase a través del filtro de la mascarilla. Dichas mascarillas pueden equiparse adicionalmente con una válvula para facilitar la exhalación. Es una solución especialmente útil en caso de la necesidad de llevar la mascarilla durante un tiempo prolongado. Por la válvula también escapa una parte del vapor de agua exhalado, lo que permite reducir la humedad en el interior la mascarilla (en comparación con las mascarillas sin válvula) y puede extender su vida útil.1-6

En el caso del SARS-CoV-2, las gotas son la vía de transmisión dominante. Las partículas que se forman al hablar, toser o estornudar son relativamente grandes, no se trasladan a grandes distancias y caen rápidamente por gravedad. Tampoco pueden aspirarse debajo de una mascarilla quirúrgica en el aire inhalado durante la inspiración. Sin embargo, algunos procedimientos médicos pueden generar un aerosol y, como las partículas del material biológico son pequeñas (<1 mm) y pueden flotar en el aire durante un período de tiempo prolongado, existe un riesgo de aspirarlas por debajo de la mascarilla durante la inspiración (a través de las fugas), junto con el aire en el que está suspendido dicho aerosol.1-6


Fig. Ejemplos de medias máscaras médicas. A: mascarilla quirúrgica. B: mascarilla de filtración sin válvula. C: mascarilla de filtración con válvula.

1. Uso de mascarillas por una persona infectada con SARS-CoV-2
La mascarilla que cubre la boca y la nariz de una persona infectada reduce significativamente el escape de partículas infecciosas al exterior, la contaminación del entorno del enfermo y la posibilidad de infección de otras personas. La secreción respiratoria se deposita en la superficie interna de la mascarilla (dirigida hacia la cara). Las personas sospechosas de infección por SARS-CoV-2 o diagnosticadas con COVID-19 deben usar una mascarilla quirúrgica, y no una mascarilla con válvula. El aire exhalado que sale por la válvula no se filtra y las partículas infecciosas se expulsan hacia afuera en lugar de depositarse en la superficie interna de la mascarilla. La mascarilla no debe usarse durante más tiempo que el especificado por el fabricante (que depende de la resistencia a la penetración de fluidos, por lo general hasta una hora). Si la mascarilla se empapa, deja de cumplir su función y de retener partículas infecciosas. Además, se convierte en una fuente de infección, por lo que debe cambiarse a lo largo del día. En caso de escasez de mascarillas, una persona infectada debe usarlas en situaciones determinadas: al tener contacto con una persona no infectada (p. ej., durante un examen médico o una conversación) y durante el transporte sanitario. Asimismo, el enfermo debe recibir instrucciones sobre el uso adecuado de la mascarilla y la higiene de las manos.
George Gao, el Director General del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, señala que el uso de mascarillas quirúrgicas en espacios públicos por personas potencialmente infectadas reduce significativamente el riesgo de propagación del virus en la población. La mascarilla no protege a la persona que la usa, sino a las personas de su entorno.7 Aunque hasta la fecha la OMS no recomienda el uso de mascarillas por parte de personas sanas, merece la pena considerar esta regla al desarrollar procedimientos para prevenir la propagación de la infección en los lugares de trabajo. En los focos hospitalarios de la epidemia, observados actualmente en distintos países, el personal médico diagnosticado con infección por SARS-CoV-2 se ha contagiado con mayor frecuencia entre sí. Al desarrollar procedimientos para prevenir la propagación de la infección en los centros médicos, se debe suponer que cada empleado puede estar infectado por SARS-CoV-2 (puede contagiarse a través de un paciente, un compañero de trabajo o fuera del trabajo). El uso de mascarillas quirúrgicas, además de mantener una distancia adecuada entre los empleados y cumplir con otras recomendaciones, debe considerarse entre las medidas de prevención de la transmisión de infección.

2. Uso de mascarillas por el personal médico
La mascarilla protege las vías respiratorias de una persona no infectada contra la deposición del material biológico potencialmente infeccioso en la mucosa. En caso de contacto cercano con una persona infectada, la secreción de sus vías respiratorias se deposita en la superficie externa de la mascarilla.8 Las mascarillas de clases FFP2 y FFP3 protegen adicionalmente contra la aspiración del aire contaminado en las vías respiratorias durante la inhalación. Dado el acceso limitado a las mascarillas, la OMS ha definido claramente los tipos de mascarillas que deben utilizarse para procedimientos médicos específicos. En la mayoría de los casos, es suficiente el uso de mascarillas quirúrgicas. Sin embargo, cuando se realicen procedimientos que generen aerosoles, se debe utilizar mascarillas de filtración de clases FFP2 y FFP3. Van Doremalen y cols. demostraron en su experimento que, en caso de formación de aerosol, un virus capaz de infectar puede mantenerse en el aire durante al menos 3 horas (véase la pregunta 5).9 Por lo tanto, en los espacios sin ventilación que mantenga una presión negativa, las personas que no participan directamente en la realización del procedimiento médico durante el cual se generan aerosoles también deben usar una mascarilla de filtración de clase FFP2 o FFP3.

3. Cómo colocarse y usar correctamente la mascarilla
La mascarilla quirúrgica debe colocarse de tal manera que se ajuste perfectamente a la cara y no cuelgue libremente. Una vez colocada, la mascarilla debe ajustarse a la base de la nariz con una banda metálica que debe ubicarse en la parte superior de la mascarilla. Después de colocarse y ajustarse la mascarilla tipo FFP2/FFP3, es necesario comprobar que se ajuste perfectamente a la cara. El vello facial puede obstaculizar el uso correcto de las mascarillas de este tipo. Durante el uso, la mascarilla debe cubrir la nariz y la boca. ¡Una mascarilla que solo cubre la boca y no cubre la nariz no cumple con su función! Durante el uso de la mascarilla, se debe evitar tocarla o cambiar su posición (p. ej., colocarla debajo de la nariz o de la barbilla). Cada vez que se toque la superficie exterior de la mascarilla, que ha de tratarse como contaminada, se debe volver a desinfectar las manos. Esto también debe hacerse antes de colocar la mascarilla y después de quitársela.
La mascarilla debe retirarse de manera que minimice el riesgo de contaminación de las manos u otras partes del cuerpo (p. ej., el tórax), evitando tocar la superficie externa. Después de quitarse la mascarilla, debe tirarla al contenedor de residuos médicos y desinfectarse las manos. Las mascarillas usadas (tanto por el paciente como por el personal médico) deben tratarse como material contaminado.

4. ¿Se pueden esterilizar las mascarillas desechables?
En vista del déficit de mascarillas médicas, la cuestión de la posibilidad de desinfección y esterilización de mascarillas desechables aparece cada vez con más frecuencia. El 26 de marzo del presente año, el ECDC emitió un informe que resume el conocimiento actual sobre los métodos de reutilización de mascarillas desechables.12 Mientras que en pacientes con tuberculosis está permitido volver a utilizar una mascarilla ya usada una vez por la misma persona, en el caso de contaminación de la mascarilla con material biológico que contiene SARS-CoV-2, su reutilización es peligrosa y puede conllevar un riesgo significativo de infección.
Las propiedades de filtración de la mascarilla, su impermeabilidad y la forma que condiciona su uso adecuado, están determinadas por el material del que están hechas, así como por el tipo y la densidad del tejido.1-6 Hay que señalar que no solo el tamaño de los poros determina la eficiencia de la filtración y el tamaño de las partículas retenidas, sino también las propiedades fisicoquímicas del material del que está hecha la mascarilla y las soluciones tecnológicas utilizadas en su fabricación (método de unión de materiales, corte, etc.). Se ha dedicado muy poca investigación a la preservación de las propiedades de las mascarillas después de su esterilización por diversos métodos. Se desconoce el efecto del lavado como procedimiento preliminar previo a la esterilización. En los procesos de desinfección y esterilización, tanto los productos químicos como la temperatura pueden modificar significativamente las propiedades fisicoquímicas de los materiales de los que está hecha la mascarilla y, por consiguiente, afectar a la eficacia de la filtración. Aunque la mascarilla mantenga su forma, no hay garantía de que sus propiedades de filtrado sean suficientes para proteger al usuario contra la infección por SARS-CoV-2. En cambio, puede darle una falsa sensación de seguridad. Las mascarillas desechables no deben reutilizarse hasta que no se desarrollen y verifiquen los métodos de descontaminación de mascarillas que garanticen la preservación de sus propiedades de filtración. Deben evitarse estrictamente los métodos "caseros" de descontaminación de mascarillas desechables (p. ej., secado al sol, rociado con alcohol o tratamiento térmico en el horno), recientemente comentados a menudo en los foros médicos de Internet.

5. ¿Se pueden usar mascarillas de tela reutilizables en ausencia de mascarillas desechables?
En vista del posible déficit de mascarillas de un solo uso y otros EPI, en primer lugar, se debe garantizar su uso racional. El 19 de marzo del presente año, la OMS publicó un documento que determina el uso racional de los EPI, dirigido sobre todo a las personas encargadas de la distribución de los EPI, así como a las instituciones responsables de la salud pública.11 El documento contiene, entre otros, las recomendaciones para el uso de los EPI según el lugar, el personal y el tipo de actividades que se realicen.
Sin embargo, se plantea cada vez más la cuestión de qué hacer en ausencia de los EPI, incluidas las mascarillas médicas. La OMS no recomienda el uso de mascarillas de tela. El ECDC señala los riesgos relacionados con el uso de mascarillas de tela reutilizables. Las evidencias disponibles indican que tales mascarillas pueden incluso aumentar el riesgo de infección debido a su rápida humectación, a la retención de virus y al flujo de líquido a través del material de la mascarilla. Se ha demostrado que la penetración de partículas a través de la tela alcanza hasta el 90 %. MacIntyre y cols. incluso demostraron en un estudio aleatorizado que la incidencia de enfermedad respiratoria parecida a la gripe fue mayor en el grupo de empleados que usaron mascarillas de tela.12 Una solución en ausencia de mascarillas médicas adecuadas puede ser el uso de una pantalla facial y una tela para cubrir la boca y la nariz (en este caso se puede utilizar una mascarilla de tela, pero los CDC indican asimismo una bufanda y un pañuelo).13 Sin embargo, esto no se puede considerar una solución que proteja completamente contra la infección, sobre todo si en la estancia se lleva a cabo un procedimiento relacionado con la generación de aerosol.

Bibliografía:

1. Liu X., Zhang S., COVID-19: Face masks and human-to-human transmission, Influenza Other Respir. Viruses, 2020; doi: 10.1111/irv.12 740
2. Desai A.N., Mehrotra P., Medical masks, JAMA, 2020; doi: 10.1001/jama.2020.2331
3. Smith J.D., MacDougall C.C., Johnstone J. y cols., Effectiveness of N95 respirators versus surgical masks in protecting health care workers from acute respiratory infection: a systematic review and meta-analysis, CMAJ, 2016; 188: 567–574
4. ASTM F2100-19, Standard specification for performance of materials used in medical face masks, ASTM International, West Conshohocken, PA, 2019. www.astm.org (consulta: 2.04.2020)
5. California Department of Public Health, Occupational Health Branch: Implementing respiratory protection programs in hospitals. A guide for respirator program administrators. 2012. https://www.calhospitalprepare.org/sites/main/files/file-attachments/hcresp-carppguide.pdf (consulta: 2.04.2020)
6. Occupational Safety and Health Administration (OSHA), Hospital Rerpiratory Protection Program Toolkit. Resources for Respirator Program Administrators. 2015. https://www.osha.gov/Publications/OSHA3767.pdf (consulta: 2.04.2020)
7. Cohen J., Gao G., Not wearing masks to protect against coronavirus is a ‘big mistake,’ top Chinese scientist says, Science, 27.03.2020. www.sciencemag.org/news/2020/03/ not-wearing-masks-protect-against-coronavirus-big-mistake-top-chinese-scientist-says# (consulta: 2.04.2020)
8. Chughtai A.A., Stelzer-Braid S., Rawlinson W. y cols., Contamination by respiratory viruses on outer surface of medical masks used by hospital healthcare workers, BMC Infect. Dis., 2019; 19: 491
9. van Doremalen N., Bushmaker T., Morris D.H. y cols., Aerosol and surface stability of SARS-CoV-2 as compared with SARS-CoV-1, N. Engl. J. Med., 2020; doi: 10.1056/NEJMc2 004 973
10. ECDC, Technical report: Cloth masks and mask sterilisation as options in case of shortage of surgical masks and respirators. 26.03.2020. https://www.ecdc.europa.eu/en/publications-data/cloth-masks-sterilisation-options-shortage-surgical-masks-respirators (consulta: 2.04.2020)
11. OMS, Rational use of personal protective equipment (PPE) for coronavirus disease (COVID-19): interim guidance, 19.03.2020. https://apps.who.int/iris/handle/10 665/331 498 (consulta: 2.04.2020)
12. MacIntyre C.R., Seale H., Dung T.C. y cols., A cluster randomised trial of clothmasks compared with medical masks in healthcare workers, BMJ Open, 2015; 5: e006577; doi: 10.1136/bmjopen-2014-006577
13. CDC, Coronavirus disease 2019 (COVID-19). Strategies for optimizing the supply of facemasks, 17.03.2020. https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/hcp/ppe-strategy/face-masks.html (consulta: 2.04.2020)

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El número de casos confirmados de infecciones por coronavirus, junto con la localización, así como el número de casos mortales puede consultarse en el mapa del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins