¿El cuadro clínico de la COVID-19 en los enfermos en Asia difiere del de los enfermos de otras regiones del mundo?

07.05.2020
Czy obraz kliniczny COVID-19 u chorych w Azji różni się od obrazu klinicznego u chorych w innych regionach świata?
Agnieszka Wroczyńska (MD, PhD)

Salvo que se indique lo contrario, la información y las recomendaciones incluidas en el presente artículo se basan en los datos recopilados hasta el 29 de abril.

Los datos sobre los síntomas y el curso clínico de los enfermos con COVID-19 fuera de Asia siguen siendo escasos. Un gran análisis de casos de Estados Unidos,1 que incluyó a 5700 enfermos con COVID-19 (diagnóstico confirmado por el análisis de hisopados nasofaríngeos mediante RT-PCR) tratados en 12 hospitales de la red Northwell Health en el estado de Nueva York entre el 1 de marzo y el 4 de abril del presente año, está proporcionando nueva información al respecto. Se analizaron los datos demográficos, la presencia de enfermedades concomitantes, los parámetros vitales básicos evaluados al clasificar a los pacientes durante su ingreso, los resultados de las pruebas de laboratorio y el transcurso de la hospitalización. Asimismo, se tuvieron en cuenta otros factores, como la necesidad de tratar en la unidad de cuidados intensivos (UCI), la administración de ventilación mecánica y las defunciones.

La mediana de edad de los enfermos era de 63 años (IQR: 52-75; intervalo 0-107 años); el 39,7 % de los enfermos eran mujeres, el 39,8 % eran de raza blanca, el 22,6 % afroamericanos y el 8,7 % de origen asiático. Las enfermedades concomitantes más frecuentes fueron la hipertensión arterial (56,6 %), la obesidad (IMC ≥30; 41,7 %) y la diabetes mellitus (33,8 %).

Durante el ingreso, el 30,7 % de los enfermos presentaba fiebre y el 17,3 % una frecuencia respiratoria elevada de >24/min; el 27,8 % de los pacientes necesitó oxigenoterapia al ingresar.

En el 60 % de los enfermos, los análisis de sangre evidenciaron linfopenia (<1000/µl), en el 39 % una actividad elevada de la alanina aminotransferasa, en el 58,4 % una actividad elevada de la aspartato aminotransferasa, y en el 22,6 % una concentración elevada de la troponina cardíaca. La mediana de la concentración de proteína C-reactiva fue de 130 mg/l (IQR: 64-269), de dímero D 798 ng/ml (IQR: 262-872), de procalcitonina 0,2 ng/ml (IQR: 0,1-0,6), de ferritina 798 ng/ml (IQR: 411-1515), y de la actividad de lactato deshidrogenasa 404 U/l (IQR: 300-551,5).

Asimismo, se analizó la evolución de la enfermedad en 2634 enfermos que recibieron en alta o fallecieron antes de que concluyera el estudio. En este grupo, el 14,2 % necesitó tratamiento en la UCI, el 12,2 % ventilación mecánica, y el 21 % falleció. Al 22,2 % de los enfermos se les diagnosticó una lesión renal aguda, y el 3,2 % necesitó un tratamiento sustitutivo renal.

La mortalidad en el grupo entero de enfermos sometidos a ventilación mecánica alcanzó el 88,1 %: en el grupo de pacientes de 18-65 años fue del 76,4 %, en el grupo de >65 años del 97,2 %, y en los enfermos <18 años no se registraron muertes. En los enfermos adultos de cualquier grupo de edad, la mortalidad fue mayor en los hombres que en las mujeres.

Hasta la fecha, el citado análisis engloba al mayor número de enfermos con COVID-19 fuera de Asia, hospitalizados en un intervalo de tiempo específico. Cabe destacar la baja frecuencia de la fiebre durante el ingreso, puesto que solo se registró en uno de cada tres pacientes, es decir, con menor frecuencia que en los estudios de China.2,3 Es un dato relevante para los médicos, puesto que inclina a mantener la cautela al evaluar los pacientes con temperatura corporal normal que presenten síntomas de infección de las vías respiratorias y otros síntomas típicos de la COVID-19 (véase pregunta 2).

El perfil de edad de los enfermos y la presencia de enfermedades concomitantes del estudio estadounidense y de los estudios chinos son similares (a excepción de la obesidad, más frecuente en EE.UU.). En los resultados de las pruebas de laboratorio, llama la atención la alta prevalencia de linfopenia, lo cual coincide con las observaciones que se realizaron en Asia con anterioridad. Sin embargo, la mortalidad fue bastante menor que en los informes de China, lo que los autores atribuyen a las posibles diferencias en las indicaciones para el tratamiento hospitalario.

Bibliografía:

1. Richardson S., Hirsch J., Narasimhan M. y cols., Presenting characteristics, comorbidities, and outcomes among 5700 patients hospitalized with COVID-19 in the New York City Area, JAMA, 2020; doi: 10.1001/jama.2020.6775
2. Guan W.J., Ni Z.Y., Hu Y. y cols., Clinical characteristics of coronavirus disease 2019 in China, N. Engl. J. Med., 2020; doi: 10.1056/NEJMoa2 002 032
3. Zhou F., Yu T., Du R. y cols., Clinical course and risk factors for mortality of adult in- patients with COVID-19 in Wuhan, China: a retrospective cohort study, Lancet, 2020; 395: 1054–1062

Siguiente artículo: ¿Se puede utilizar el plasma convaleciente para tratar la COVID-19?

Volver al artículo principal: COVID-19: nuevos datos