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Revisión
Las figuras 1-3 ilustran la relación aproximada entre los beneficios y los eventos adversos graves en personas de distinta edad, en un período de 16 semanas, y en 3 niveles distintos de exposición a la infección por SARS-CoV-2 (lo cual depende de la incidencia local y el grado de exposición a personas potencialmente contagiadas). En las personas con enfermedades concomitantes graves u otros factores de riesgo de contraer COVID-19 grave, la vacuna ofrece más beneficios de los que indican las figuras de cada grupo de edad.
Cabe subrayar que los beneficios presentados son una estimación basada en la hipótesis de que el nivel de exposición a la infección se mantiene estable durante las 16 semanas (muy poca gente se encuentra a un nivel de exposición máximo durante 16 semanas). Sin embargo, la persona vacunada acumulará estos beneficios mientras se mantenga la protección posterior a la vacuna. Por otro lado, el riesgo de efectos adversos graves solo aparece en el momento en el que se administra la vacuna. Esto significa que, con el paso del tiempo, los beneficios aumentan, mientras que el riesgo de efectos adversos no lo hace.
Asimismo, conviene recordar que los beneficios presentados en las figuras se limitan solo al tratamiento en la UCI por COVID-19. Por otro lado, por cada persona que se libra de ingresar en la UCI, hay muchas más que evitarán la hospitalización y las secuelas a largo plazo de la COVID-19. Tampoco hemos presentado los beneficios derivados de la reducción de la transmisión del SARS-CoV-2 a otras personas.
Al tomar la decisión de vacunarse, también conviene considerar el resto de vacunas contra la COVID-19 disponibles. Por ejemplo, el acceso inmediato a una vacuna igual de eficaz que no esté asociada a ningún riesgo de eventos trombóticos puede inclinar la balanza a favor de ese fármaco alternativo, en lugar de la vacuna Vaxzevria (AstraZeneca). Sin embargo, si esta alternativa no estuviera disponible de manera inmediata, se debe tener en cuenta el riesgo de contraer COVID-19 con cada semana que se vaya retrasando la vacunación, y sopesar si merece la pena esperar.
Todos estos factores hacen que la decisión sobre el uso de la vacuna Vaxzevria (AstraZeneca) sea compleja para cada paciente. La relación riesgo-beneficio varía para cada persona en función de la incidencia de las infecciones por SARS-CoV-2. Esperamos que las figuras presentadas ayuden a facilitar este proceso complejo.
