Español
Polski
English
українська
Siglas y abreviaturas: CDC — Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, COVID-19 (coronavirus disease) — enfermedad por coronavirus 2019, EPA (Environmental Protection Agency) — Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, QMRA (quantitative microbial risk assessment) — evaluación cuantitativa del riesgo microbiológico, SARS-CoV-2 (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2) — coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave
Introducción
Las infecciones por SARS-CoV-2 se transmiten principalmente por vía inhalatoria. Sin embargo, desde el principio de la pandemia de COVID-19, se ha advertido sobre la transmisión por contacto indirecto, es decir, por medio de superficies y objetos contaminados por el virus.
A la luz de los últimos datos obtenidos de análisis epidemiológicos y estudios experimentales, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han actualizado su posición sobre la transmisión del SARS-CoV-2 a través del contacto con superficies contaminadas. Este artículo resume dicha posición, así como las recomendaciones que los CDC publicaron en abril de 2021 sobre la desinfección de superficies y espacios cerrados fuera de centros médicos para prevenir las infecciones por SARS-CoV-2.
Transmisión del SARS-CoV-2 por contacto con superficies y objetos contaminados
El virus SARS-CoV-2 se transmite principalmente por aerosoles, mediante una exposición a las secreciones respiratorias que contienen el patógeno. Asimismo, el virus puede transmitirse a través del contacto con objetos o superficies contaminados, aunque en estos casos el riesgo se considera bajo.
El riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 por contacto con una superficie contaminada depende de:
1) la incidencia local
2) la cantidad de virus expulsada por la persona infectada (se puede reducir significativamente gracias a la mascarilla)
3) la sedimentación de las partículas del virus en las superficies, lo que a su vez depende del flujo de aire y la ventilación
4) factores ambientales, como la temperatura y la evaporación
5) el tiempo transcurrido entre la contaminación de la superficie por partículas de virus hasta que alguien la toque
6) la efectividad de transmisión de las partículas del virus entre la superficie y la mano, y entre la mano y las membranas mucosas de la nariz, la boca y los ojos
7) la dosis de virus necesaria para que se produzca la infección a través de las mucosas.
Teniendo en cuenta todos estos factores que influyen en la transmisión ambiental, el riesgo de infección por contacto con superficies contaminadas se considera bajo en comparación con el contacto directo, por aerosoles y por vía inhalatoria. Se desconoce el porcentaje exacto de infecciones por SARS-CoV-2 por contacto indirecto con respecto al número total. Hasta ahora, se han publicado pocos estudios que describieran casos probables de este tipo de infección. Como no se puede descartar la infección por aerosoles, ya que siempre puede darse un contacto con una persona con infección asintomática, es difícil demostrar de manera indiscutible que se haya producido una infección por contacto con superficies u objetos contaminados. En algunos estudios de casos se ha señalado que el SARS-CoV-2 se transmite entre personas si se tocan superficies recientemente contaminadas por las secreciones (tos o estornudo) de una persona enferma, y después las partículas de virus se transfieren directamente a las membranas mucosas. Lavarse las manos reduce significativamente el riesgo de infección por esta vía.
Evaluación cuantitativa del riesgo microbiológico
Para estimar el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 por vía de contacto indirecto y la eficacia de las medidas de prevención de dichas transmisiones, se han llevado a cabo estudios con evaluaciones cuantitativas del riesgo microbiológico (QMRA).
Según los resultados de estas investigaciones, el riesgo de infección por SARS-CoV-2 por contacto con superficies u objetos contaminados es de <1 por 10 000.
Uno de los estudios con QMRA analizó la importancia de las medidas de prevención para reducir el riesgo de transmisión del virus por contacto indirecto. Los resultados demostraron la gran importancia de la higiene de manos. Sin embargo, desinfectar las superficies 1-2 veces al día no influyó significativamente en el riesgo de transmisión.
Permanencia del SARS-CoV-2 en las superficies
En muchas investigaciones se ha analizado el tiempo que permanece el virus en distintos tipos de superficies. En las superficies porosas, el virus se puede detectar durante minutos u horas, mientras que en las superficies no porosas el patógeno puede permanecer durante días o semanas. Esta diferencia se debe a la capilaridad y a que las gotas de aerosol se evaporan con mayor rapidez de las superficies porosas.
Los datos de los estudios sobre la permanencia del SARS-CoV-2 en las superficies señalan que en las superficies no porosas más utilizadas —como acero inoxidable, plástico y vidrio—, es esperable que la presencia del SARS-CoV-2 u otros coronavirus se reduzca un 99 % en 72 horas.
No obstante, los expertos de los CDC apuntan que las condiciones ambientales generadas en los estudios experimentales no siempre se corresponden con las condiciones naturales, y que el tiempo de permanencia del SARS-CoV-2 en las superficies depende, entre otras cosas, de la cantidad inicial de virus (relacionada con la carga viral en las gotas de las secreciones respiratorias) y los factores que favorecen la degradación del virus (p. ej. ventilación). Teniendo en cuenta los resultados de los análisis y la relevancia de los factores que influyen en la transmisión del virus en el entorno natural, el riesgo de infección por contacto indirecto en un espacio cerrado se considera muy bajo pasados 3 días (72 h) desde la presencia en él de una persona con COVID-19, independientemente de cuándo se hubiera limpiado por última vez.
