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El 26 de noviembre de 2021, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (European Centre for Disease Prevention and Control, ECDC) informó sobre la clasificación de la variante del SARS-CoV-2 B.1.1.529 como variante de preocupación (variant of concern, VOC). Un día antes, la OMS también valoró a la variante B.1.1.529 como VOC y la bautizó como ómicron.
La variante B.1.1.529 se detectó por primera vez en unas muestras extraídas el 11/11/2021 en Botsuana. El 14/11/2021 también se detectó su presencia en Sudáfrica. (...)
En las últimas semanas, muchos países de la UE y el EEE han implementado restricciones de viaje desde y hacia Sudáfrica y otros países del sur de África.
Características de la variante ómicron
Los datos obtenidos de la secuenciación del genoma de B.1.1.529 han demostrado que presenta la mayor cantidad de mutaciones preocupantes hasta la fecha, en comparación con otras variantes detectadas durante la pandemia actual en un número significativo de personas. Basándonos en los resultados de las investigaciones anteriores, las numerosas mutaciones de la glucoproteína S de la variante ómicron se asocian a una mayor infectividad del virus y una reducción de la protección inmunitaria después de la vacuna o una infección previa.
Según los expertos del EDCD, es esperable que el proceso de neutralización de los anticuerpos de los convalescentes y vacunados sea menos eficaz. No obstante, destacan la necesidad de seguir estudiando la variante para formular conclusiones fehacientes sobre la eficacia de las vacunas contra la variante B.1.1.529 y el riesgo de infecciones posvacunación.
La rapidez con la que la variante B.1.1.529 ha sustituido a la Delta en Sudáfrica puede causar preocupación en cuanto a su alta transmisibilidad. Sin embargo, el ECDC señala que la posibilidad de valorar este efecto es limitada, ya que actualmente el número total de infecciones diagnosticadas en Sudáfrica es bajo. Los autores de la publicación destacan la posibilidad de que la existencia de "supercontagiadores" de SARS-CoV-2 haya influido en este fenómeno.
Según el ECDC, no hay datos suficientes para valorar las posibles diferencias en cuanto a la gravedad de la COVID-19 causada por la variante ómicron. Los datos preliminares de Sudáfrica apuntan a síntomas típicos y a la posibilidad de infecciones asintomáticas, como en el caso del resto de variantes del SARS-CoV-2.
