Siglas y abreviaturas: COVID-19 (coronavirus disease 2019) — enfermedad por coronavirus de 2019, PCR (polymerase chain reaction) — reacción en cadena de la polimerasa, SARS-CoV-2 (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2) — coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave
Introducción: científicos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos han llevado a cabo un estudio para evaluar la propagación y la conservación del SARS-CoV-2 en las células del cuerpo humano. Los investigadores realizaron autopsias a 44 pacientes que fallecieron por COVID-19 o en un período de 230 días desde la aparición de los primeros síntomas de infección por SARS-CoV-2. El material genético del virus se detectó en las muestras extraídas mediante PCR digital (ddPCR, droplet digital polymerase chain reaction). Además, para determinar las secuencias de ácido nucleico específicas del SARS-CoV-2 y confirmar los resultados de las ddPCR, se realizó una hibridación in situ, mientras que para analizar las muestras de tejido cerebral se utilizaron métodos inmunohistoquímicos. A continuación, se realizaron pruebas qRT-PCR (quantitative real-time polymerase chain reaction) en todas las muestras en las que la ddPCR había revelado material genético del SARS-CoV-2. El objetivo era detectar ARN subgenómico, lo que apuntaría a una replicación reciente del virus. Después se confirmó la replicación del SARS-CoV-2 en tejidos extrapulmonares aislando el virus en un cultivo celular. Los casos se clasificaron según el número de días transcurridos entre la infección por SARS-CoV-2 y la muerte del paciente, en tempranos (menos de 14 días, n=17), intermedios (15–30 días, n=13) o tardíos (más de 31 días, n=14). La presencia del virus en los casos tardíos se consideró como persistencia del SARS-CoV-2.Resultados: el SARS-CoV-2 se detectó en los 44 casos y en 79 de los 85 fluidos corporales y zonas anatómicas analizados. El mayor número de copias de material genético del SARS-CoV-2 se observó en el tejido pulmonar. Además, se demostró que el SARS-CoV-2 se propaga más allá del aparato respiratorio, puesto que también se detectó en otros tejidos (tabla 1), p. ej. en los aparatos cardiovascular, digestivo y reproductor, así como en músculos, riñones, glándulas endocrinas y en el cerebro. Los investigadores observaron esta propagación del SARS-CoV-2 en el cuerpo humano en la etapa inicial de la infección, prueba de que el virus se replica en muchas localizaciones extrapulmonares ya la primera semana desde de la aparición de los síntomas. En la mayoría de las áreas anatómicas analizadas, la cantidad de material genético del SARS-CoV-2 disminuyó en los casos intermedios y tardíos. Por otro lado, aunque no fuera posible detectar el virus en plasma, en todos los casos tardíos sí que se observó un pequeño número de copias de material genético viral en muchos de los tejidos analizados.