Molnupiravir en el tratamiento de los pacientes con COVID-19 no hospitalizados

14.02.2022
Molnupiravir in the treatment of nonhospitalized patients with COVID-19
Jayk Bernal A, Gomes da Silva MM, Musungaie DB, et al; MOVe-OUT Study Group. Molnupiravir for Oral Treatment of Covid-19 in Nonhospitalized Patients, N Engl J Med. 2021 Dec 16;NEJMoa2116044. doi: 10.1056/NEJMoa2116044. Online ahead of print. PMID: 34914868; PMCID: PMC8693688.

Haga click aquí para ver una entrevista de McMaster Perspective con el Dr. Bram Rochwerg sobre los resultados del ensayo.

Contexto: el molnupiravir es un nuevo antiviral oral cuyo objetivo es reducir el riesgo de progresión de la enfermedad en pacientes infectados por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2) (enfermedad provocada por el coronavirus 2019 [COVID-19]) sintomáticos, pero no hospitalizados. El molnupiravir es un profármaco ribonucleósido de molécula pequeña de N-hidroxicitidina activo contra el SARS-CoV-2 y otros virus de ARN, con un mecanismo de acción independiente de las mutaciones en la proteína espiga del SARS-CoV-2.

Métodos: MOVe-OUT fue un ensayo aleatorizado a doble ciego controlado con placebo cuyo objetivo era evaluar la eficacia y la seguridad del tratamiento con molnupiravir para la COVID-19. Los pacientes incluidos en el estudio fueron adultos no hospitalizados, sin vacunar, con COVID-19 leve o moderada y confirmada por pruebas de laboratorio. Los pacientes presentaban ≥1 factor de riesgo de COVID-19 grave, incluyendo >60 años de edad, cáncer activo, enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, obesidad (índice de masa corporal [IMC] ≥30 kg/m2), enfermedad cardíaca importante (insuficiencia cardíaca, coronariopatía o miocardiopatía) o diabetes. El tratamiento se inició en los 5 días posteriores al debut de los signos o síntomas. Los criterios de exclusión principales fueron la previsión de hospitalización en las siguientes 48 horas, la insuficiencia renal grave (aclaramiento de creatinina <30 ml/min) y el embarazo. Los pacientes recibieron 800 mg de molnupiravir o placebo 2 veces al día durante 5 días. El criterio de valoración principal de eficacia fue la incidencia de hospitalización o muerte a los 29 días; el criterio de valoración principal de seguridad fue la incidencia de efectos adversos a los 29 días. Cuando el 50 % de los 1550 pacientes que se habían marcado como objetivo de inclusión llegaron al día 29 de seguimiento, se realizó un análisis interino preespecificado.

Resultados: se aleatorizaron 1433 pacientes en total (716 al grupo de molnupiravir y 717 al de placebo). A excepción del sexo, las características iniciales fueron similares en ambos grupos. En el análisis interino, la incidencia de hospitalización por cualquier causa o muerte hasta el día 29 en el grupo con molnupiravir fue considerablemente menor que en el grupo con placebo: 7,3 % vs. 14,1 % (IC 95 %, entre –11,3 y –2,4). En el análisis de todos los pacientes aleatorizados, el porcentaje de pacientes que ingresaron o fallecieron hasta el día 29 en el grupo con molnupiravir fue considerablemente menor que en el grupo con placebo: 6,8 % vs. 9,7 % (IC 95 %, entre –5,9 y –0,1). En general, los resultados de los análisis de subgrupo encajaron con los resultados totales del estudio. Sin embargo, en algunos subgrupos, como en los pacientes con infección previa por SARS-CoV-2, carga viral baja de inicio o diabetes, la estimación puntual de la diferencia favoreció a la cohorte de placebo. Hasta el día 29, solo se reportó un fallecimiento en el grupo con molnupiravir, por 9 del grupo con placebo. No hubo diferencias significativas en la incidencia de eventos adversos entre los pacientes que recibieron molnupiravir (30,4 %) y placebo (33 %).

Conclusiones: los autores concluyeron que el tratamiento temprano con molnupiravir reduce el riesgo de hospitalización o muerte en los adultos sintomáticos con COVID-19, con factores de riesgo y no vacunados.

Comentario de los editores de McMaster: la conclusión principal del estudio es que el molnupiravir se debe considerar en determinados pacientes con COVID-19 sintomática y comorbilidades importantes, en los que hay un mayor potencial de beneficios terapéuticos. Estos beneficios pueden ser menores en los pacientes infectados con variantes menos graves del SARS-CoV-2 (p. ej. ómicron) y en los pacientes vacunados.