Contexto: la proporción de los pacientes que desarrollan la enfermedad por coronavirus (COVID) persistente, definida como la persistencia de los síntomas después de la infección sintomática inicial por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2), sigue siendo incierta.
Métodos: en el presente análisis los datos fueron recogidos de 54 estudios (44 de ellos publicados) y de 2 bases de datos de historial clínico de los pacientes con COVID-19 sintomática; los datos se recopilaron entre marzo de 2020 y enero de 2022. Los datos de los pacientes fueron obtenidos de 44 estudios publicados (10 501 y 42 891 pacientes hospitalizados y no hospitalizados, respectivamente), 10 estudios de cohorte colaborativos no publicados (10 526 y 1906 pacientes) y 2 bases de datos electrónicos de historial clínico elaborados en Estados Unidos (250 928 y 846 046 pacientes).
El criterio de valoración fue la proporción de los pacientes con la presencia de ≥1 de los 3 grupos de síntomas a los 3 meses de padecer la COVID-19 en 2020 y 2021:
a) fatiga persistente con dolor corporal o labilidad emocional
b) problemas cognitivos, o
c) problemas respiratorios persistentes.
La proporción fue estimada por separado para los pacientes hospitalizados y no hospitalizados de ≥20 años según el sexo, y para los pacientes no hospitalizados de ambos sexos de <20 años.
Resultados: en total, se incluyeron 1,2 millones de pacientes de distintas edades, tanto hombres como mujeres, con COVID-19 sintomática. En las estimaciones modeladas (con el ajuste del estado de salud antes de padecer la COVID-19), el 6,2 % de los pacientes (intervalo de confianza [IC] 95 %, 2,4-13,3) tuvo ≥1 de los 3 grupos de síntomas (algunos presentaron >1 grupo). Esto incluye al 3,2 % (IC 95 %, 0,6-10,0) de los pacientes con fatiga persistente con dolor corporal o labilidad emocional, el 2,2 % (IC 95 %, 0,3-7,6) con problemas cognitivos y el 3,7 % (IC 95 %, 0,9-9,6) con problemas respiratorios persistentes. En el grupo etario de ≥20 años, los síntomas de COVID persistente fueron más comunes en mujeres que en hombres (10,6 % vs. 5,4 %). En ambos sexos de <20 años, fue afectado el 2,8 % (IC 95 %, 0,9-7,0) de los pacientes.
La duración media de los síntomas de COVID persistente fue de 9 meses (IC 95 %, 7,0-12,0) en pacientes hospitalizados y de 4 meses (IC 95 %, 3,6-4,6) en pacientes no hospitalizados. Entre las personas con la presencia de síntomas de COVID persistente a los 3 meses de la infección, el 15,1 % (IC 95 %, 10,3-21,2) siguió con los síntomas a los 12 meses.
Comentario de los editores de McMaster: la incidencia de los grupos de síntomas de COVID persistente, aunque relativamente baja en términos absolutos (6 %), representa una carga de morbilidad considerable, teniendo en cuenta la alta prevalencia de COVID-19. Las tasas de COVID persistente también deben considerarse en el contexto de las tasas de otros síndromes posinfecciosos que giran en torno de la fatiga y se producen después de la mononucleosis, dengue, virus de la gripe tipo A (H1/N1), SARS-CoV-1, virus del Ébola y las infecciones de origen no viral (enfermedad de Lyme, fiebre Q, giardiasis). Los conocimientos sobre la COVID persistente siguen evolucionando. El riesgo de desarrollar COVID persistente después de una COVID-19 sintomática parece ser más bajo en pacientes vacunados y aquellos infectados por la variante ómicron frente a la variante delta. En el estudio en cuestión no se reportaron los datos relativos al estado de vacunación ni el tipo de virus que causó la infección.