Un enfoque estandarizado para el manejo de pacientes con fibrilación auricular (FA) que reciben anticoagulantes orales directos (ACOD) y se someten a intervenciones quirúrgicas se asocia con un menor riesgo de hemorragia y de complicaciones trombóticas.
En este estudio de cohorte, más de 3000 pacientes con FA que recibían dabigatrán, rivaroxabán o apixabán se gestionaron de acuerdo con un protocolo estandarizado basado en el tipo de fármaco, función renal y tipo de cirugía (menor vs. mayor riesgo de hemorragia, con todos los procedimientos que implican la anestesia neuroaxial clasificados como de alto riesgo; véase : Manejo perioperatorio de los ACOD [en inglés]). La hipótesis del estudio fue que un manejo seguro estaría asociado con un riesgo de hemorragia mayor <2 %, y con un riesgo tromboembólico <1,5 %. Por lo general, los ACOD no se administraron el día del procedimiento y se omitieron 1 día antes y 1 día después de los procedimientos de bajo riesgo de sangrado, así como 2 días antes y 2 días después de los procedimientos de alto riesgo de sangrado. La anticoagulación puente basada en heparina no fue utilizada.
El riesgo de sangrado posoperatorio a los 30 días osciló entre el 0,9 % (IC 95 %, 0,0-1,73) en la cohorte de dabigatrán y el 1,35 % (IC 95 %:, 0,0-2,0) en la cohorte de apixabán, llegando al 1,85 % (IC 95 %, 0,0-2,65) en la cohorte de rivaroxabán. El riesgo de evento tromboembólico fue del 0,16 % (IC 95 %, 0,0-0,48) en la cohorte de apixabán, del 0,37 % (IC 95 %, 0,0-0,82) en la cohorte de rivaroxabán y del 0,6 % (IC 95 %, 0,0-1,33) en la cohorte de dabigatrán. Las diferencias entre los diversos ACOD individuales no fueron estadísticamente significativas, aunque se observó una marcada imprecisión.
En los pacientes que se habían sometido a procedimientos de alto riesgo de sangrado, las tasas de hemorragia mayor oscilaron entre 1 % y 3 %, aunque solo se observó un efecto anticoagulante mínimo o no residual en el momento de la cirugía en el 98,8 % de dichos pacientes. El efecto mínimo (concentración de anticoagulante residual, 30-49 ng/ml) se registró en el 14,0 % de los pacientes tratados con rivaroxabán, en el 4,8 % de los tratados con apixabán y en el 0,6 % de los que recibieron dabigatrán.
Los autores concluyen que su protocolo simple sin incluir la terapia puente con heparina se asoció a tasas de sangrado y de eventos tromboembólicos bajas y aceptables.