Siglas y abreviaturas: ECG — electrocardiograma, FEVI — fracción de eyección del ventrículo izquierdo, OMEC — oxigenación por membrana extracorpórea, RMN — resonancia magnética nuclear, RT — realce tardío de gadolinio
Introducción
En este artículo abordaremos las alteraciones electrocardiográficas en la miocarditis. La miocarditis es una enfermedad con manifestaciones clínicas variables y pronóstico incierto. Diagnosticarla sigue siendo bastante complicado, ya que no hay pruebas de diagnóstico específicas. Durante la miocarditis, se produce una infiltración inflamatoria en el corazón que provoca daños en este órgano. El desarrollo, los síntomas y el pronóstico son muy variables. Principalmente, dependen de la etiología, el estado de salud general del paciente, las capacidades de defensa del sistema inmune, la edad y el sexo. El curso clínico de la miocarditis aguda oscila entre síntomas leves —como dolor torácico, palpitaciones y alteraciones transitorias en la ECG— y estados graves —como shock cardiogénico y taquiarritmias ventriculares potencialmente mortales—. La miocarditis puede tener un curso fulminante, agudo, subagudo o crónico. Las infecciones víricas o las reacciones inmunológicas posvirales son los factores etiológicos más frecuentes de la miocarditis. Las infecciones bacterianas, los factores tóxicos y las reacciones a fármacos o trasplantes son factores menos frecuentes.
Diagnóstico preliminar de la miocarditis: el papel del ECG y la RMN
Siempre que se sospeche miocarditis se debe realizar un ECG. En caso de haber miocarditis, el resultado suele ser anómalo, pero las alteraciones electrocardiográficas pueden ser específicas o no. La elevación del segmento ST es un signo típico de la miocarditis con afectación de pericardio. A diferencia de la elevación del segmento ST en el infarto de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST), en la miocarditis no suele observarse un descenso especular del segmento ST en las derivaciones desde la pared opuesta. A menudo también se observa una muesca cerca del punto J, como en la repolarización precoz. Puede presentarse bloqueo auriculoventricular en cualquier forma de la miocarditis. Sin embargo, su aparición es más típica de la enfermedad de Lyme, la sarcoidosis y la miocarditis de células gigantes. Por otro lado, los bloqueos de rama —especialmente el bloqueo de la rama izquierda del haz de His (LBBB)— suelen encontrarse en los enfermos con una disfunción ventricular izquierda significativa, característica de la miocardiopatía posinflamatoria. En estos casos, apuntan a un pronóstico desfavorable.
Investigadores japoneses han publicado unas observaciones muy interesantes, con implicaciones clínicas, de enfermos con miocarditis asociada a dolor torácico y elevación del segmento ST.2 Los enfermos con miocarditis se repartieron en 2 grupos: con repolarización precoz (70 % de los participantes; la fig. 1 presenta el ECG típico) y sin ella (30 %; fig. 2).
La repolarización precoz se definió como la presencia en el ECG de una muesca o un enlentecimiento en la rama descendente al final del complejo QRS con amplitud ≥0,1 mV en al menos 2 derivaciones inferiores (II, III y aVF) o laterales (I, aVL y V4-V6) contiguas. La elevación del segmento ST se definió como una elevación del segmento ST en el punto J de ≥0,1 mV en derivaciones de extremidades o ≥0,2 mV en derivaciones precordiales en al menos 2 derivaciones contiguas.