Caso clínico: varón de 66 años tras cirugía de mesotelioma peritoneal

Un varón de 66 años acudió a hacerse una ecografía abdominal de control —por encargo del oncólogo— después de la resección del mesotelioma peritoneal en un centro de referencia.
11 meses antes ya le había hecho una ecografía cuando pidió cita por culpa de distensión abdominal y estreñimiento. Me presentó los resultados de una gastroscopia y una colonoscopia previas, en los que no se habían detectado anomalías. En la prueba, detecté signos de ascitis tensa en la cavidad abdominal, con afectación del epiplón mayor por una neoplasia maligna (fig. 1). Las lesiones que observé se confirmaron en la tomografía computarizada (TC). Derivé al paciente a un centro de referencia donde se le extirparon los tejidos afectados mediante accesos menos invasivos (puertos). El posoperatorio transcurrió sin complicaciones. El hombre se recuperó rápidamente y un mes después de la cirugía volvió a salir a correr. En la actualidad afirma que se siente fantástico, tiene buen apetito y no tiene problemas para orinar ni defecar. Han pasado 9 meses desde la cirugía, por lo que se derivó al paciente a un TC abdominal de control para el seguimiento oncológico. El resultado de la prueba fue una sorpresa tanto para el paciente como para el equipo oncológico: "Datos clínicos: mesotelioma peritoneal después de HIPEC. Sospecha de recidiva... Debajo del borde inferior del hígado, a la derecha y a lo largo de la pared abdominal lateral, se observa un engrosamiento del borde del peritoneo, que se presenta como un área hipodensa con una anchura de entre pocos milímetros y 1,4 cm junto al colon ascendente. En la cavidad peritoneal se observa líquido. Las estructuras de la pelvis no muestran lesiones perceptibles. Conclusión: la imagen de la TC apunta a una recidiva en el peritoneo".

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