Electrocardiograma en la miocardiopatía apical: el cuadro clínico importa

16.02.2023
Título original: Elektrokardiogram w kardiomiopatii koniuszkowej, czyli EKG ważny, ale obraz kliniczny najważniejszy
Autores: Piotr Kukla (MD, PhD), Joanna Puch-Miętka (MD)

Siglas y abreviaturas: ECG — electrocardiograma, MH — miocardiopatía hipertrófica

Un hombre de 73 años acudió al centro de salud con hipertrofia de las paredes del ventrículo izquierdo y sospecha de miocardiopatía hipertrófica (MH) apical. El paciente desde hace 2 meses experimenta dolor anginoso y retroesternal típico al subir las escaleras.

El ECG es estable desde hace varios años. En 2016 se realizó resonancia magnética del corazón, en la cual se observo la hipertrofia de las paredes del ventrículo izquierdo hasta 13 mm, con descripción ambigua sugerente de una hipertrofia más pronunciada en el área apical sin signos de obstrucción. En la ecocardiografía se observa una cavidad ventricular izquierda de pequeño tamano durante la diástole (41 mm), dilatación de la aurícula izquierda (48 mm), e hipertrofia de las paredes del ventrículo izquierdo, sobre todo de la comunicación interventricular (hasta 14 mm). La contractilidad global del ventrículo izquierdo fue normal con fracción de eyección del ventrículo izquierdo del 65 %, sin alteraciones segmentarias de la contractilidad.

En el ECG registrado durante el ingreso (fig.) se observó: ritmo sinusal regular de 60/min, intervalo PR de 160 ms, complejo QRS de 110 ms, intervalo QT de 440 ms (alargado). Llaman la atención unas ondas T negativas muy profundas en las derivaciones V4-V6 (máx. 18 mm en V5), y adicionalmente ondas T positivo-negativas en las derivaciones V2-V3, II y aVF, ondas T negativas en las derivaciones I y aVL, y ondas T positivas en las derivaciones aVR y V1, en las cuales deberían ser negativas. La amplitud de la onda R en V5 y V6 es de, respectivamente, 35 mm y 25 mm. La imagen de ECG producía una fuerte sospecha de MH apical.

Fig. ECG en reposo. Explicación en el texto

Los pacientes a menudo viven durante años "encasillados" con una enfermedad: en este caso fue la MH apical. En el enfermo presentado, la asociación de los síntomas (dolor anginoso) con este diagnóstico se debió a la persistencia de un registro de ECG "estable" durante años (con las alteraciones arriba mencionadas). No obstante, cabe recordar que siempre es necesario regirse por el cuadro clínico, es decir los síntomas. La MH se manifiesta principalmente por disnea y dolor anginoso, por lo que se puede caer muy fácilmente por la tentación de culpar la enfermedad diagnosticada: en este caso, la MH apical. Nos encontramos con "imagen de ECG típica" y las "manifestaciones típicas", aunque en este lugar me gustaría subrayar que no me gusta utilizar el término "típico", también en el contexto de ECG. Cabe resaltar que el diagnóstico de una enfermedad nunca descarta la presencia de otra, y la MH puede coexistir con la enfermedad coronaria.

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