Caso clínico: colitis oligosintomática en un hombre que regresó de Ruanda. Parte 1

14.03.2023
Autores: Nina Chalama, Fatimah S. Alfaraj, Katarzyna Bednarek-Rajewska (MD, PhD), prof. Jerzy Stefaniak (MD, PhD), Szymon P. Nowak (MD, PhD)
Oligosymptomatic microscopic colitis with eosinophilia in a patient returned from Rwanda. Polish Archives of Internal Medicine, 2022; 132: 16285

Siglas y abreviaturas: ELISA (enzyme-linked immunosorbent assay) — ensayo inmunoenzimático, EOS (eosinophils) — recuento de eosinófilos, sp. (species) — especie, WBC (white blood cells) — recuento de leucocitos

Bañarse en depósitos naturales de agua dulce en las regiones situadas en la zona intertropical constituye un factor de riesgo de invasión de los trematodos del género Schistosoma. En el cuadro clínico de la infestación por estos parásitos se distinguen 2 formas: con afectación del tracto gastrointestinal y con afectación del tracto urinario, que con mayor frecuencia son causadas por S. mansoni y S. haematobium, respectivamente. Típicamente, el diagnóstico de esquistosomiasis se basa en estudios microscópicos de las heces o del sedimento urinario. El diagnóstico demasiado tardío suele estar relacionado con la aparición de secuelas irreversibles, como cirrosis hepática (S. mansoni), o el riesgo de desarrollar cáncer de vejiga (S. haematobium).1,2

Un hombre de 54 años fue ingresado en la Clínica de Enfermedades Tropicales tras haber regresado de una estadía de 5 años en Ruanda. Notificó la presencia de molestias abdominales periódicas y no características de baja intensidad. En la anamnesis epidemiológica el paciente confirmó haberse bañado múltiples veces en el lago Kivu, en el cual se había constatado la presencia de las cercarias (formas de desarrollo de Schistosoma sp. de vida libre).3 Las cercarias tienen la capacidad de invasión activa a través de la piel, lo que produce la infestación en los humanos.1

Durante el ingreso no se observaron alteraciones en la exploración física. Las pruebas de laboratorio básicas solo demostraron la presencia de eosinofilia leve (recuento de leucocitos 8,9 × 103/µl [N: 3,9‑11,0 × 103/µl], recuento de eosinófilos 1,7 × 103/µl [N: 0,02‑0,5 × 103/µl]); no se observó la hipergammaglobulinemia.

En las pruebas serológicas con técnica inmunoenzimática (ELISA) no se observaron anticuerpos específicos de leishmaniasis ni amebiasis, pero el ensayo arrojó el resultado positivo para la presencia de esquistosomiasis (62 NTU [>11 NTU = resultado positivo). Dicho resultado se confirmó mediante la técnica de inmunoblot, donde se identificaron los anticuerpos IgG contra los antígenos de Schistosoma sp.4

En el estudio microscópico de numerosas muestras fecales (técnica de Kato-Katz [nota de la editorial: consiste en la concentración de las muestras con el fin de aumentar la sensibilidad del examen]) no se observaron huevos de Schistosoma sp. También se realizaron múltiples pruebas microscópicas de sedimento urinario, en el cual no se observaron huevos de S. haematobium.4 Simultáneamente, el resultado de la prueba de sangre oculta en heces fue negativo, y los niveles de calprotectina fecal fueron normales.

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