Diarrea infecciosa

Biegunka infekcyjna
prof. Tomasz Mach (MD, PhD), Andrzej Cieśla (MD, PhD)

¿Qué es la diarrea infecciosa y cuáles son sus causas?

La diarrea infecciosa es una enfermedad causada por un agente infeccioso. Su síntoma principal es el aumento de la frecuencia de deposiciones y un volumen de las mismas superior a 200 g al día debido a un aumento de la cantidad de agua que llega al intestino. En las heces líquidas o semilíquidas se puede observar presencia de moco, pus o sangre. En un 90 % de los casos la diarrea infecciosa, transcurrido cierto tiempo, alcanza su intensidad máxima y después desaparece sola de forma gradual, normalmente antes de que el enfermo acuda al médico.

Las causas de la diarrea infecciosa son infecciones víricas, bacterianas y, con menor frecuencia, protozoos u hongos patógenos. La fuente de infección son alimentos y agua infectados por microorganismos y el reservorio (aquel elemento vivo en el que se encuentran microorganismos patógenos) son animales o humanos.

La propia intoxicación se produce al consumir alimentos que están contaminados con excrementos procedentes del tubo digestivo del enfermo o mediante un consumo directo de productos procedentes de un animal infectado en forma de leche no pasteurizada y de huevos o carne sometidos a un tratamiento térmico inadecuado. Son excepcionales los casos de infecciones que se relacionan con el contacto directo con un enfermo.

¿Con qué frecuencia se presenta la diarrea infecciosa?

La diarrea infecciosa es la segunda causa más frecuente (precedida por las enfermedades cardiovasculares) de enfermedades y muertes en el mundo. La mayor parte de los casos se dan en poblaciones pobres, con un bajo nivel de vida, y también durante episodios de guerra y catástrofes naturales, como sequía o inundaciones. Las infecciones por rotavirus causan al año entre 120 y 140 millones de casos de diarrea infecciosa y unos 600 mil muertos, especialmente en la población de niños pequeños. (...)

La diarrea infecciosa puede ser una afección aislada o tener forma de intoxicación colectiva tras una exposición común, es decir, un contacto con el agente infeccioso. Los nuevos retos epidemiológicos se asocian con:

• infecciones por bacterias farmacorresistentes y de mayor toxicidad intestinal
• la globalización que facilita la exposición a un agente infeccioso de otras regiones del mundo
• un aumento de la población de personas inmunocomprometidas y de ancianos con mayor sensibilidad a la infección.

El tipo de intoxicación alimentaria también viene determinado por la estacionalidad en la incidencia de infecciones. Las infecciones causadas por bacterias de los géneros Salmonella y Shigella se presentan en los meses estivales, aquellas causadas por Campylobacter jejuni, en primavera, y las infecciones por Yersinia enterocolitica y rotavirus, en invierno.

¿Cómo se manifiesta la diarrea infecciosa?

Síntomas principales de la diarrea infecciosa

Los principales síntomas de la enfermedad intestinal son diarrea y dolor abdominal espasmódico, lo que es debido a la presencia de gran cantidad de líquido en el intestino que estimula la acción peristáltica.

En la diarrea secretora las heces son abundantes, acuosas y persisten a pesar de suspender la alimentación oral.

En la diarrea infecciosa, de carácter inflamatorio y de origen bacteriano invasivo, a menudo se observa presencia de pus, sangre y moco en las heces.

Dependiendo de la variabilidad de los síntomas dominantes se identifican: gastroenteritis, enteritis y proctitis. En la gastroenteritis, aparte de los síntomas propios de la enfermedad intestinal, es característica la presencia de náuseas, vómitos, opresión y dolor en el epigastrio. La inflamación del intestino grueso cursa con dolor hipogástrico más intenso en fosa ilíaca izquierda que va acompañado de un reflejo defecatorio previo a la deposición de heces diarreicas.

Signos y síntomas sépticos

La destrucción de la barrera inmunitaria intestinal producida por bacterias invasivas puede acarrear la aparición de signos y síntomas de sepsis (que son resultado de la translocación sanguínea de las bacterias), entre los que se incluye un daño inflamatorio de órganos internos. A su vez, los resultados de la deshidratación, causada por los vómitos y la diarrea son: la disminución en la elasticidad de las membranas mucosas y de la piel y tensión del tejido subcutáneo. Se incrementa la sed, asociada a una sensación de sequedad y viscosidad de la mucosa, dificultad para tragar alimentos secos, calambres musculares, debilidad y trastornos de la temperatura corporal. También disminuye la secreción de sudor, lágrimas y orina. En el caso de deshidratación avanzada, ante la ausencia de reposición de líquidos, hay riesgo del colapso circulatorio. En enfermos se observa a menudo descenso de la presión arterial y taquicardia al pasar de posición horizontal a vertical.

En una deshidratación grave (pérdida de un 10 % de la masa corporal), además de trastornos cardiovasculares, aparecen síntomas de afectación del sistema nervioso central: agitación psicomotora, somnolencia, coma.

Desarrollo posterior de la infección

El desarrollo posterior de la infección viene determinado, aparte del tipo de agente infeccioso y de su dosis infectiva, por los mecanismos defensivos que abarcan: inmunidad (dependiente de la edad del paciente, enfermedades crónicas y tratamiento empleado hasta el momento), acción del ácido en el estómago, función motora del intestino (la reducción de la función motora del tracto digestivo altera, a su vez, la correcta limpieza intestinal y eliminación del agente desencadenante) y flora intestinal (su funcionamiento normal constituye una barrera natural contra el desarrollo de ciertas infecciones alimentarias).

Período de convalecencia de la diarrea infecciosa

Durante el período de convalecencia pueden presentarse signos y síntomas de síndromes posinfecciosos inmunológicos en forma de trastornos cutáneos (eritema nudoso), lesiones nerviosas (polineuropatía), artritis reactiva, síndrome urémico hemolítico (que se manifiesta por la destrucción de glóbulos rojos e insuficiencia renal).

¿Cómo actuar ante los síntomas de la diarrea infecciosa?

Si aparece algún síntoma, es necesario reponer la pérdida de líquidos: posteriormente se describen los métodos de preparación de sales de rehidratación oral. Es imprescindible introducir ciertas restricciones en la dieta (estas también se encuentran descritas más adelante). Si el paciente empeora o si los síntomas persisten después de unos días, es necesario consultar a un médico de familia.

¿Cómo se establece el diagnóstico de la diarrea infecciosa?

El diagnóstico de la diarrea infecciosa se establece basándose en la anamnesis y la exploración física del enfermo. La información sobre la edad, el sexo, la profesión y los viajes del paciente permitirá al médico determinar el tipo e intensidad de infección alimentaria que se está desarrollando. El nivel de vida y las costumbres personales y culturales identifican la exposición a los factores desencadenantes de un trastorno gastrointestinal.

Dado el alto coste del análisis microbiológico de las heces, la identificación de un agente bacteriano o parasitario se realiza solo en los siguientes casos:

• presencia de fiebre alta,
• alteraciones del sistema inmune,
• infecciones de otros órganos,
• diarrea sanguinolenta o persistente,
• deshidratación,
• intoxicación colectiva,
• personas con conductas homosexuales,
• la denominada diarrea del viajero.

El tratamiento de las complicaciones sépticas (es decir, aquellas relacionadas con la transmisión sanguínea de microorganismos) y de la deshidratación avanzada requiere una ampliación del diagnóstico de laboratorio sobre todo con exámenes bioquímicos de la sangre del paciente.

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