Modificación del estilo de vida y de la alimentación en la enfermedad por reflujo gastroesofágico
Algunos cambios en el estilo de vida y en la dieta pueden ayudar a disminuir la gravedad de los síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Sin embargo, cabe destacar que en la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la terapia no farmacológica puede ser beneficiosa cuando la enfermedad no va acompañada de esofagitis por reflujo.
Si se presentan esofagitis y síntomas muy intensos, es necesaria una terapia con fármacos adecuados en la que la dieta será un factor de apoyo de la farmacoterapia.
Recomendaciones más importantes
Los cambios en el estilo de vida recomendados en la enfermedad por reflujo gastroesofágico se refieren a:
• peso corporal
• volumen de las comidas y ritmo de su consumo
• hábito tabáquico
• posición del cuerpo al dormir y al reposar
• ejercicio físico.
Peso corporal
Se recomienda perder peso a las personas obesas o con sobrepeso, puesto que el exceso de peso corporal se relaciona con un aumento de la presión intraabdominal, lo cual agrava los síntomas de la enfermedad. En numerosos estudios se ha confirmado que el sobrepeso/la obesidad constituye un factor de riesgo de enfermedad por reflujo gastroesofágico y de esofagitis erosiva.
Volumen de las comidas y ritmo de su consumo
Otro aspecto importante es el volumen de las comidas y el ritmo de su consumo. El consumo de comidas copiosas favorece una mayor frecuencia de episodios de reflujo, y si los alimentos consumidos tienen, además, alta osmolalidad, la gravedad del reflujo aumenta aún más. Por lo tanto, se recomienda que los enfermos consuman 5-6 comidas de pequeñas cantidades al día. El alimento debe comerse tranquilamente, a ritmo lento. Su consumo rápido favorece la ingesta de grandes cantidades de aire al comer, lo que puede aumentar la presión intraabdominal y conducir a una mayor frecuencia de episodios de reflujo.
Hábito tabáquico
El hábito tabáquico contribuye al aumento de los episodios del reflujo, puesto que deteriora la limpieza del esófago y disminuye la presión del esfínter esofágico inferior. Por esta razón, se recomienda abandonar el hábito tabáquico a las personas con síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Posición del cuerpo al dormir y al reposar
Una disminución de los síntomas puede lograrse colocándose en una posición adecuada al dormir y al reposar. Se recomienda no tumbarse inmediatamente después de comer. Elevar la cabecera de la cama 15-20 cm favorece una depuración eficaz del esófago en el sueño, lo que incide en la reducción de los síntomas de la enfermedad. Esta actuación proporciona efectos deseados sobre todo en personas con hernia de hiato.
Ejercicio físico
Los síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico se agravan después de un ejercicio físico intenso, de haber permanecido en posición agachada durante mucho tiempo o muchas veces, o de cualquier ejercicio físico realizado inmediatamente después de comer, por lo que se recomienda evitar actividades que requieran un gran esfuerzo físico y hacer ejercicio físico después de las comidas. Sin embargo, se ha demostrado que la actividad física moderada (p. ej. ciclismo recreativo, natación, senderismo) disminuye el riesgo de aparición de enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Probablemente esto se relaciona con el fortalecimiento de los músculos del diafragma y el mantenimiento de un balance energético que favorece el peso corporal adecuado.