Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)

Choroba refluksowa przełyku (refluks)
prof. Ewa Małecka-Panas (MD, PhD), Anna Mokrowiecka (MD, PhD)

¿Qué es la enfermedad por reflujo gastroesofágico y cuáles son sus causas?

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es un conjunto de molestias causadas por una regurgitación (reflujo) del contenido del estómago hacia el esófago. Al esófago, junto con alimentos previamente tragados, también regresan producido por el estómago ácido clorhídrico y enzimas digestivas que provocan la sensación de ardor, denominada pirosis.

Adicionalmente, pueden presentarse lesiones en la mucosa esofágica conocidas como erosiones (→fig. 2).

Entre los factores que predisponen a la enfermedad por reflujo gastroesofágico se encuentran:

• función anormal del esfínter esofágico inferior
• trastornos del vaciamiento gástrico
• obesidad
• embarazo.

Causas del reflujo gastroesofágico

El músculo que separa el esófago del estómago (esfínter esofágico inferior) se relaja al tragar, lo que permite el tránsito de los alimentos al estómago. A continuación dicho músculo se contrae rápidamente, de esta manera pudiendo evitar que los alimentos y el jugo gástrico se regurgiten hacia el esófago. Si esfínter esofágico inferior se contrae de forma incorrecta o su función falla, los componentes ácidos del jugo gástrico pueden refluir hacia el esófago, a lo que se denomina reflujo gastroesofágico (véase la figura).

La enfermedad por reflujo gastroesofágico también puede desarrollarse en el transcurso de algunas enfermedades: diabetes mellitus, esclerodermia, enfermedades asociadas al abuso crónico de alcohol y ciertos trastornos hormonales.


Fig. 1. Enfermedad por reflujo gastroesofágico

Un papel importante en el desarrollo de la enfermedad por reflujo gastroesofágico desempeñan también algunos fármacos tomados por el enfermo, sobre todo los anticonceptivos orales y aquellos utilizados en la cardiopatía isquémica, hipertensión arterial y enfermedades pulmonares (sobre todo del grupo de los bloqueadores de los canales de calcio, anticolinérgicos y metilxantinas, p. ej. teofilina).

La hernia de hiato también favorece la aparición de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (la parte superior del estómago es empujada hacia arriba a través del pequeño orificio en el diafragma —el músculo que separa los pulmones del estómago— e ingresa en el tórax). Mientras que la parte superior del estómago se encuentre empujada por encima del diafragma, el jugo gástrico permanece allí más tiempo, lo que facilita el reflujo del contenido del estómago hacia el esófago.

¿Con qué frecuencia se presenta la enfermedad por reflujo gastroesofágico?

En países desarrollados los síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico se presentan diariamente en entre el 5 y 10% de la población y en un 20 %, una vez por semana. La prevalencia de la enfermedad es similar en hombres y mujeres y aumenta con la edad.

¿Cómo se manifiesta la enfermedad por reflujo gastroesofágico?

Los síntomas habituales incluyen: pirosis, eructos, sensación de regurgitación del contenido gástrico hacia el esófago. Las molestias también suelen describirse como ardor retroesternal, hiperacidez, eructos ácidos o dolor en la parte superior del abdomen.

Se agravan con el decúbito supino, sobre todo después de una comida copiosa o grasosa, al agacharse y al empujar.

Los síntomas preocupantes (los denominados "de alarma") que requieren una consulta médica y un diagnóstico rápido y detallado son trastornos de la deglución, dolor al tragar, pérdida de peso o sangrado del esófago.

La enfermedad por reflujo gastroesofágico también puede provocar síntomas atípicos, tales como ronquera, tos seca y dolor torácico que imita el de origen cardíaco, así como sensación de tener un "bolo" en la garganta.

¿Cómo actuar ante los síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico?

Cambios en el estilo de vida y en la dieta

Si se presentan síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, merece la pena modificar el estilo de vida y, sobre todo, la dieta. Las comidas deben ser menos copiosas pero consumidas con más frecuencia y no antes de irse a la cama: se debe cenar por lo menos 3 horas antes de la hora de acostarse. Deben evitarse comidas grasosas y muy aliñadas, bebidas gaseosas, cítricos, café y chocolate. También es recomendable el abandono del alcohol y del hábito tabáquico.

En personas con obesidad o sobrepeso se recomienda reducir la masa corporal. Merece la pena intentar dormir con la cabecera de la cama levantada por encima de diez centímetros. Aparte de esto, deben evitarse trabajos en posición forzada, así como ponerse ropa y cinturones apretados. También se recomienda abandonar el tabaquismo.

Uso de fármacos de venta libre

El uso de antiácidos de venta libre, que contienen distintos compuestos de aluminio, calcio, magnesio y ácido algínico, puede proporcionar un alivio temporal pero se desaconseja su uso prolongado sin consultar al médico.

Consulta médica

Si los métodos mencionados no proporcionan una mejora, se debe acudir al médico, sobre todo si los síntomas son persistentes y se agravan. También es imprescindible realizar una consulta médica urgente en caso de síntomas preocupantes (trastornos de la deglución, dolor al tragar, pérdida de peso, sangrado del esófago).

Es necesario recordar que los síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico pueden confundirse fácilmente con molestias que se presentan en el transcurso de la cardiopatía isquémica o, incluso, del infarto del miocardio. Es necesario prestar atención a las circunstancias en las que el dolor se manifiesta, puesto que el dolor anginoso tiene que ver con esfuerzo físico y cede en reposo o después de tomar nitroglicerina. A veces el diagnóstico definitivo requiere la realización de exámenes cardíacos completos.

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