¿Cuáles son los métodos de tratamiento de la nefrolitiasis?
En la mayoría de los casos un cólico renal está producido por el paso de un cálculo pequeño (<5 mm) a través del uréter y no provoca otras molestias aparte del dolor. En estos casos suelen ser suficientes los analgésicos y espasmolíticos que relajan el músculo liso ureteral (prescritos por el médico o disponibles de venta libre) y la ingesta de grandes cantidades (3-4 litros) de líquidos para "lavar" los cálculos más rápidamente. El cólico renal intenso requiere tratamiento bajo supervisión del médico que prescribe analgésicos más potentes (a veces incluso opioides) y espasmolíticos y, normalmente, indica las pruebas de imagen (ecografía o radiología) y de laboratorio. Es necesario guardar los cálculos expulsados puesto que el análisis de su composición puede indicar la causa de la nefrolitiasis.
Es necesario consultar al urólogo:
• si el cólico renal no cesa a pesar del tratamiento empleado,
• en personas sin cólico renal, si durante un examen de control (ecografía o radiología) se observa aumento del tamaño o aparición de nuevos cálculos.
La intervención urológica es imprescindible:
• si el cálculo renal es demasiado grande para ser expulsado espontáneamente,
• en caso de obstrucción de la vía urinaria,
• si coexiste infección del tracto urinario (fiebre),
• cuando persiste la hematuria.
Actualmente, rara vez se requiere de tratamiento quirúrgico para eliminar los cálculos. Hay otros métodos eficaces para eliminarlos, los cuales se enumeran a continuación.
1. Litotricia extracorpórea por ondas de choque (extracorporeal shockwave lithotripsy, ESWL): fragmentación del cálculo urinario en el interior del organismo mediante el uso de las denominadas ondas de choque. Es la intervención más frecuentemente utilizada en la nefrolitiasis. El cálculo renal se fragmenta en elementos de tamaño de granos de arena que pueden expulsarse fácilmente por la orina. La intervención se realiza ambulatoriamente y no requiere anestesia. Es segura, no lesiona los tejidos y el paciente puede incorporarse a sus actividades cotidianas en unos días. Es necesario suspender todos los fármacos antiplaquetarios, incluida la aspirina, al menos dos semanas antes de la intervención. En el caso de cálculos de mayor tamaño a veces es necesario realizar varias sesiones de litotricia. En la mayoría de los casos se presenta hematuria transcurridos unos días de la intervención, a menudo acompañada de dolor abdominal o lumbar leve,o de problemas durante la micción (micción frecuente, ardor al orinar), que están causados por la migración de los pequeños elementos del cálculo urinario fragmentado. Una contraindicación para la litotricia es el embarazo.
2. Nefrolitotomía percutánea (percutaneous nephrolithotomy, PCNL): se realiza normalmente para los cálculos de gran tamaño (>2,5 cm), o bien si su localización no permite usar la litotricia. La intervención se realiza bajo anestesia. Durante la nefrolitotomía se practica una incisión cutánea a nivel de la fosa renal y se introduce en la pelvis renal un nefroscopio mediante el cual el urólogo puede visualizar el cálculo, determinar su localización precisa y proceder a su fragmentación en pequeños trozos que pueden ser extraídos. Por lo general, el paciente permanece varios días en el hospital y regresa a sus actividades cotidianas transcurridas unas dos semanas.
3. La ureterorrenoscopia (litotricia ureterorrenoscópica, URS o URLS por sus siglas en inglés) suele utilizarse para extraer cálculos localizados en los segmentos medio e inferior del uréter. La intervención se realiza bajo anestesia sin necesidad de cortar los tejidos. El urólogo introduce una sonda flexible a través de la uretra y la vejiga hasta el uréter. Mediante la sonda es posible visualizar el cálculo en el uréter y extraerlo íntegro o fragmentado mediante las herramientas adecuadas. Habitualmente, después de la intervención sobre el uréter se deja colocado un catéter durante unos días con el fin garantizar el normal flujo urinario. Transcurrido ese tiempo, el paciente puede regresar a sus actividades normales.
¿Es posible la curación completa?
En la mitad de los pacientes la nefrolitiasis se presenta solamente una vez en la vida y no se requiere un tratamiento complementario. En los demás pacientes, a lo largo de 5-10 años se produce recurrencia de la nefrolitiasis. En estos casos, siempre se deben realizar exámenes para detectar la causa y, posteriormente, emplear un tratamiento preventivo (dieta adecuada y fármacos).
Mediante la intervención urológica es posible eliminar los cálculos urinarios prácticamente en todos los casos; en muchas personas, un estilo de vida adecuado y el tratamiento farmacológico previenen la formación de nuevos cálculos. Así pues, en muchos casos es posible curar la nefrolitiasis. Lo más importante es educar al paciente que de por vida debe cumplir de forma rigurosa los principios de prevención.
De hecho, muchas veces la recurrencia de la nefrolitiasis se produce por culpa del paciente. Sin embargo, determinadas causas de nefrolitiasis carecen de prevención eficaz por lo que no se puede alcanzar una curación permanente. En cualquier caso, siempre es posible disminuir significativamente la frecuencia con la que recurre, así como su gravedad.
¿Qué se debe hacer después de finalizar el tratamiento de la nefrolitiasis?
En gran medida es posible prevenir la nefrolitiasis. Un método simple y el más importante para la prevención de la nefrolitiasis consiste en ingerir una cantidad de líquidos suficiente para que el volumen de orina siempre sea de al menos 2 l/d.
Se debe tomar un vaso de agua directamente antes de dormir, así como por la noche si el sueño se ve interrumpido por la necesidad de orinar.
Se recomienda restringir el consumo de carne y pescado si suelen consumirse en grandes cantidades, puesto que la carne es una fuente de sustancias que acidifican la orina favoreciendo la formación de cálculos.
También se recomienda restringir la ingesta de sal pues el sodio acelera la eliminación de calcio por la orina que puede favorecer la fórmación de cálculos. No es necesario restringir la ingesta de calcio evitando el consumo de lácteos, pero no se deben tomar preparados de calcio y vitamina D sin indicación médica.
Si la composición del cálculo urinario ha sido establecida y se confirma la presencia de oxalatos, o el paciente presenta una eliminación excesiva de oxalatos por la orina, se debe restringir el consumo de alimentos ricos en oxalatos, tales como:
• chocolate,
• café,
• té,
• nueces,
• ruibarbo,
• espinacas,
• fresas,
• remolachas.
Es necesario cumplir escrupulosamente las indicaciones del médico quien puede prescribir fármacos para prevenir la formación de los cálculos. Dichos fármacos deben utilizarse durante años, a veces de por vida.
Siempre es necesario tratar las infecciones urinarias, sobre todo crónicas, y eliminar en la medida de lo posible, todas las causas de obstrucción del flujo urinario.
¿Cómo se puede evitar?
En la mayoría de los casos no se puede determinar la causa de la nefrolitiasis, por lo que no será posible prevenir su aparición ni tomar medidas preventivas. Sin embargo, es evidente que los cálculos urinarios se forman a partir de sustancias contenidas en la orina si su concentración excede los límites normales. Por lo tanto, siempre se debe ingerir una cantidad suficiente de líquidos, sobre todo cuando se requiere aumentar la ingesta, p. ej. debido a temperaturas altas, trabajo físico intenso, o fiebre. Además, se debe seguir una dieta limitada en carnes y sal, incrementando las verduras y frutas, lo cual disminuye el riesgo de aparición de nefrolitiasis. Estas medidas preventivas deben indicarse especialmente en caso de antecedentes familiares de nefrolitiasis.
La formación de cálculos renales es más frecuente en personas con infección crónica del tracto urinario o con uropatía obstructiva, de ahí que el tratamiento de estas condiciones sea importante para disminuir significativamente el riesgo de nefrolitiasis.