Secuelas permanentes del herpes zóster
Entre las secuelas permanentes del herpes zóster se encuentran alteraciones auditivas (pérdida auditiva unilateral), empeoramiento de la agudeza visual o pérdida de la visión relacionada con la cicatrización de la córnea, parálisis de los pares craneales (p. ej. los que inervan los músculos del globo ocular: nervio oculomotor [III par craneal], troclear [IV par], abducens [VI par]; el nervio facial [VII par] o el trigémino [V par]), parálisis de los nervios periféricos, complicaciones neurológicas tras una encefalitis y muerte.
Mortalidad en herpes zóster
En los Estados Unidos unos 100 fallecimientos al año corresponden al herpes zóster como causa principal. Casi todos los fallecimientos se presentan en ancianos o en personas inmunodeprimidas. (...)
Situación en el mundo
(...) En todo el mundo, la incidencia de herpes zóster se sitúa en un rango de entre 1,2 y 3,4 casos por cada 1000 personas al año, alcanzando los valores de 3,9-11,8 por cada 1000 personas entre los individuos de >65 años. En los Estados Unidos, cuya población es de unos 318 millones de habitantes, se registra alrededor de un millón de casos al año. La incidencia del herpes zóster en los Estados Unidos es de unos 4 casos por cada 1000 personas al año. En el caso de las personas de ≥60 años, la incidencia es de unos 10 casos por cada 1000 personas al año. Según los datos epidemiológicos actuales provenientes de los Estados Unidos, aproximadamente 1/3 de las personas a lo largo de su vida desarrollará herpes zóster. Los ancianos y los pacientes inmunodeprimidos constituyen el grupo de mayor riesgo de hospitalización. En los Estados Unidos, los enfermos inmunocomprometidos o aquellos que reciben fármacos inmunosupresores constituyen un 30 % de los pacientes hospitalizados debido al herpes zóster. Dado el envejecimiento de la sociedad, el aumento de la incidencia de las enfermedades neoplásicas y la difusión de terapias agresivas (p. ej. el tratamiento biológico de las enfermedades reumáticas), puede esperarse un incremento de la incidencia del herpes zóster. (...)
Contagiosidad de herpes zóster
El VVZ, causante del herpes zóster, puede transmitirse de una persona con herpes zóster activo a aquellas susceptibles a la infección por VVZ, es decir, las que todavía no hayan padecido varicela. En estos casos puede producirse varicela sin el desarrollo directo de un herpes zóster. El herpes zóster es mucho menos contagioso que la varicela, y el riesgo de contraer VVZ después del contacto con un enfermo es bajo. El VVZ se propaga a través del contacto directo con el líquido que se encuentra en las erupciones del herpes zóster (vesículas), mientras que un contacto breve y accidental es seguro. Los enfermos con herpes zóster resultan contagiosos para el entorno en la fase ampollosa, pero no lo son antes de la aparición del sarpullido ni una vez las vesículas hayan secado para formar costras. Se recomienda que el enfermo con herpes zóster tape la erupción cutánea con la ropa, lo que reducirá de manera significativa la capacidad de contagio. Se considera que el grupo de personas que corren alto riesgo de presentar un curso grave de varicela son: las embarazadas, los niños prematuros cuyas madres son susceptibles de contraer varicela, los recién nacidos antes de la semana 28 del embarazo o de peso corporal de <1000 g, independientemente de si la madre había padecido varicela o había recibido vacuna, y los pacientes inmunocomprometidos, independientemente de la edad.
Tratamiento del herpes zóster
En algunos países no se han precisado recomendaciones uniformes acerca del tratamiento del herpes zóster. Se utilizan fármacos antivirales que disminuyen la intensidad y la duración de los síntomas del herpes zóster (...). El dolor se trata de manera sintomática.
Tratamiento antiviral
El tratamiento antiviral disminuye la intensidad y la duración de los síntomas del herpes zóster. Están disponibles algunos fármacos antivirales (aciclovir, valaciclovir, famciclovir) que pueden reducir la duración y la gravedad de la enfermedad. La eficacia de este tratamiento está condicionada por su inicio precoz, lo antes posible después de que haya aparecido la erupción. Sin embargo, no se ha demostrado que el tratamiento antiviral prevenga la aparición de la neuralgia posherpética.
Tratamiento del dolor
En el tratamiento del dolor se utilizan analgésicos, ungüentos con efecto calor y compresas. Los baños y fármacos antihistamínicos pueden aliviar el prurito acompañante al sarpullido.
Prevención del herpes zóster
El único método para disminuir el riesgo de contraer el herpes zóster, y el asociado síndrome doloroso persistente que puede ser su consecuencia, es la vacunación preventiva. Mediante la vacunación es posible prevenir la varicela, lo cual disminuye el riesgo de un futuro herpes zóster. También existe una vacuna (no disponible en todos los países) que previene la aparición del propio herpes zóster en las personas que han padecido varicela.
La vacuna contra la varicela puede administrarse a partir del 9.o mes de vida sin ningún límite máximo de edad. Consta de dos dosis administradas en un intervalo mínimo de 4-6 semanas. Está destinada para las personas que no hayan tenido varicela (...).
La vacuna contra el herpes zóster se ha registrado en los Estados Unidos, así como en la Unión Europea, pero todavía no se encuentra disponible en algunos países.