¿Cómo actuar ante la aparición de síntomas de insuficiencia respiratoria?
La insuficiencia respiratoria aguda que se desarrolla en minutos, o en unas horas es una situación de compromiso vital inminente. En caso de aparición de cualquier síntoma, se debe llamar inmediatamente a los servicios de emergencia.
En caso de paro cardíaco súbito y apnea se debe iniciar inmediatamente la resucitación y continuarla hasta la llegada del equipo médico.
Los niños con diagnóstico de insuficiencia respiratoria crónica deben estar bajo control permanente del médico especialista. En caso de exacerbación de la enfermedad, empeoramiento súbito del estado del niño, y empeoramiento de la disnea, es necesario contactar con urgencia con un médico y, en ocasiones, llamar a los servicios de emergencia.
¿Cómo se establece el diagnóstico de la insuficiencia respiratoria?
El diagnóstico puede establecerse tras la realización de una gasometría en la sangre, habitualmente extraída de un dedo o de un lóbulo de la oreja que se han calentado. En condiciones hospitalarias la sangre se extrae directamente de la arteria.
La prueba de tamizaje que permite evaluar la oxigenación de la sangre es la medición de saturación de oxígeno con un oxímetro de pulso. Es un dispositivo en el que se introduce la punta del dedo en adultos y niños mayores, o ese conecta al talón en niños más pequeños. La saturación normal se encuentra en el rango entre el 95 % y el 100 %. Una lectura errónea del oxímetro de pulso obliga a realizar una gasometría en un laboratorio.
Teniendo en cuenta el ritmo de progresión de los trastornos de la oxigenación de la sangre, se puede establecer una clasificación en:
• insuficiencia respiratoria aguda, la cual se desarrolla de minutos a horas en un niño previamente sano,
• insuficiencia respiratoria crónica, que se desarrolla durante semanas o meses.
En el diagnóstico de la insuficiencia respiratoria, además de la gasometría son útiles la anamnesis y la exploración física, las cuales junto con las exploraciones complementarias permiten determinar la causa.
Las exploraciones complementarias más frecuentes incluyen:
• hemograma de sangre periférica, marcadores inflamatorios (proteína C-reactiva),
• radiografía panorámica de tórax, eventualmente TC de tórax,
• ECG, ecocardiografía,
• espirometría.
¿Cuáles son los métodos de tratamiento de la insuficiencia respiratoria?
El tratamiento de la insuficiencia respiratoria es complejo y multidireccional. Es fundamental tratar la causa que condujo a la insuficiencia respiratoria. Un elemento importante de la terapia es la mejoría de la oxigenación de la sangre a través de la administración de oxígeno y con asistencia ventilatoria (CPAP, ventilador).
¿Es posible la curación completa de la insuficiencia respiratoria?
La insuficiencia respiratoria aguda en el curso de las enfermedades infecciosas del sistema respiratorio se resuelve al tratar la infección. En caso de aspiración de cuerpo extraño en las vías respiratorias, la extracción de este cuerpo por completo elimina la causa de la insuficiencia respiratoria. La resolución de neumotórax, espontánea o después del drenaje, conduce a la resolución de los síntomas y signos de insuficiencia respiratoria.
Las enfermedades crónicas que conducen a la insuficiencia respiratoria crónica son, por lo general, incurables. A menudo es posible controlar los síntomas de la enfermedad y alcanzar una calidad de vida satisfactoria con un manejo adecuado, en el cual se incluye la oxigenoterapia domiciliaria y el control médico sistemático.
¿Cómo actuar tras terminar el tratamiento de la insuficiencia respiratoria?
En general, la insuficiencia respiratoria aguda de causa conocida que ha sido eliminada no requiere control.
La insuficiencia respiratoria crónica debida a una enfermedad crónica requiere tratamiento por tiempo indefinido y control permanente por parte del médico de familia/atención primaria y del centro especializado.
¿Qué hacer para evitar la insuficiencia respiratoria?
No hay métodos que brinden protección completa contra la aparición de la insuficiencia respiratoria. No obstante, es posible disminuir el riesgo de su aparición.
En caso de infecciones, se puede realizar una profilaxis por medio de vacunaciones preventivas. Además de las vacunas obligatorias incluidas en los programas de vacunación, están disponibles las vacunas recomendadas, p. ej. contra el neumococo, meningococo, o varicela. Es igual de importante la inmunización de las personas que cuidan de los niños.
En caso de enfermedades crónicas, la adhesión a las recomendaciones médicas, y el control sistemático en centros y consultorios especializados, disminuyen el riesgo de aparición de una insuficiencia respiratoria.