Náuseas y vómitos - página 2

Nudności i wymioty
Piotr Kopiński (MD, PhD)

¿Cómo se establece el diagnóstico?

El diagnóstico se basa en la anamnesis, exploración física y en las exploraciones complementarias. A menudo, para establecerlo es suficiente una anamnesis detallada acompañada del examen físico: las manifestaciones típicas acompañan a la mencionada intoxicación alimentaria (diarrea), a las enfermedades del laberinto (vértigo "como en el carrusel"), meningitis (cefalea, rigidez de la nuca), peritonitis (dolor de abdomen, retención fecal y de gases), o angina en niños (aspecto típico de la faringe). En algunos casos, la causa de los vómitos es evidente (p. ej. en un enfermo con neoplasia que recibe quimioterapia o una persona que tomó demasiado alcohol) y puede establecerse únicamente sobre la base de la anamnesis. Por otro lado, en todas las mujeres jóvenes con náuseas y vómitos de causa desconocida se debe realizar urgentemente la prueba de embarazo y hasta obtener el resultado no se les puede administrar ningún fármaco.

En otros casos son útiles las pruebas sanguíneas de laboratorio (p. ej. alta concentración de glucosa en coma diabético, de creatinina y urea en uremia, de hormonas tiroideas en enfermedades de tiroides, de bilirrubina en hepatitis vírica, o de troponina en un infarto de miocardio reciente). Es igual de importante el examen de la orina del enfermo: hay cambios característicos que se observan en el curso de diabetes mellitus, enfermedades renales, enfermedades hepáticas de distinto tipo, etc.

Si esta valoración clínica preliminar no proporciona una respuesta en cuanto a la causa de las náuseas/vómitos, el médico debe valorar la necesidad de realizar exploraciones adicionales más complejas. Estas pueden incluir, por ejemplo:
   • pruebas de imagen del cráneo (tomografía computarizada, resonancia magnética), si se sospecha una enfermedad del SNC,
   • punción lumbar con extracción de líquido cefalorraquídeo (sospecha de hemorragia subaracnoidea o meningitis),
   • radiografía de tórax (neumonía),
   • ECG y, eventualmente, coronariografía ante la sospecha de infarto de miocardio,
   • endoscopia del aparato digestivo superior (especialmente ante la sospecha de lesión de las mucosas de este segmento, como p. ej. en la enfermedad por reflujo gastroesofágico o enfermedad ulcerosa gástrica y duodenal),
   • ecografía o tomografía computarizada de abdomen ante la sospecha de otras enfermedades del aparato digestivo.

En casos raros, cuando además de los vómitos se presentan otros síntomas y signos de desarrollo brusco que indican una obstrucción del pasaje del contenido gástrico a través del intestino (abdomen agudo), lo más adecuado es derivar al paciente sin demora al servicio de cirugía y realizar una intervención quirúrgica de emergencia.

Es muy raro que la actuación anteriormente descrita no permita determinar la causa de las náuseas y vómitos. Esto ocurre generalmente en caso de vómitos crónicos, es decir aquellos que duran >7 días. Entonces puede ser necesario realizar procedimientos diagnósticos adicionales o más complicados, tales como consulta del endocrinólogo (la lista de las enfermedades endocrinas que provocan náuseas y vómitos es larga, y las causas más importantes son las enfermedades tiroideas y paratiroideas), toma de muestras de la mucosa de tracto digestivo, pruebas funcionales (las denominadas pruebas electrofisiológicas) de la motilidad del tracto digestivo superior, o consulta con el psicólogo o psiquiatra (los vómitos pueden ser manifestación de bulimia, anorexia nerviosa, o ser de origen psicógeno).

¿Cómo actuar ante la aparición de los vómitos? ¿Qué hacer para evitarlos?

Las náuseas y vómitos de intensidad leve y de causa evidente (cinetosis, abuso de alcohol, embarazo confirmado, olores o imágenes desagradables) no requieren consulta urgente con el médico. En algunos casos basta con evitar el factor causante. A menudo, las náuseas pueden controlarse mediante inspiraciones muy profundas y lentas. También hay que tener en cuenta que en algunos casos no tiene sentido contener los vómitos, ya que estos tienen carácter protector y eliminan el veneno del organismo (el abuso de alcohol es el mejor ejemplo). Tampoco es necesario tratar en cada caso los vómitos en embarazadas, aunque en caso de la denominada hiperémesis gravídica se debe visitar al ginecólogo e iniciar un tratamiento pertinente.

Las personas con vómitos recurrentes de causa conocida deben evitar las situaciones y los alimentos que los provocan (p. ej. en enfermedades del estómago, duodeno, páncreas, vías biliares o hígado). También se deben evitar los fármacos que causan náuseas y vómitos (p. ej. antinflamatorios no esteroideos, preparados digitálicos).

Si se desconoce la causa de las náuseas y vómitos, y estos son de carácter recurrente y crónico (aunque no sean muy intensos), es necesario acudir al médico de familia para realizar un diagnóstico pertinente.

En caso de personas que padecen enfermedades que causan vómitos, tales como depresión, diabetes mellitus, o enfermedades renales y tiroideas, es necesario emplear un tratamiento adecuado de la enfermedad primaria.

Es necesario consultar urgentemente con un médico:

cuando los vómitos se desarrollan de manera brusca, o se acompañan de otras manifestaciones graves (p. ej. fiebre alta, cefalea intensa, dolor intenso en el tórax, abdomen o región lumbar). Hay que tener en cuenta que los vómitos intensos pueden provocar anuria y shock. Afortunadamente, son casos raros.

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