Náuseas y vómitos: pruebas diagnósticas
El diagnóstico se basa en la anamnesis, exploración física y exploraciones complementarias. A menudo, es suficiente una anamnesis detallada acompañada de exploración física: son típicas las manifestaciones que acompañan a la intoxicación alimentaria (diarrea), a las enfermedades del laberinto (vértigo "como en el carrusel"), meningitis (cefalea, rigidez de la nuca), peritonitis (dolor abdominal, retención de heces y gases) o amigdalitis en niños (aspecto típico de la faringe). En algunos casos, la causa de los vómitos es evidente (p. ej. en un enfermo con neoplasia que recibe quimioterapia o una persona que tomó demasiado alcohol) y puede establecerse sobre la base de la sola anamnesis. Por otro lado, en todas las mujeres con náuseas y vómitos de causa desconocida —que pueden estar embarazadas— debe realizarse urgentemente la prueba de embarazo y hasta obtener el resultado no se les puede administrar ningún fármaco.
En otros casos son útiles los análisis sanguíneos de laboratorio (p. ej. alta concentración de glucosa en coma diabético, de creatinina y urea en uremia, de hormonas tiroideas en enfermedades de tiroides, de bilirrubina en hepatitis vírica o de troponina en un infarto de miocardio reciente). Es igual de importante el examen de la orina: hay cambios característicos que se observan p. ej. en el curso de diabetes mellitus, enfermedades renales, varias enfermedades hepáticas.
Si esta evaluación preliminar no proporciona una respuesta clara en cuanto a la causa de las náuseas/vómitos, el médico va a considerar la necesidad de continuar el diagnóstico. Las exploraciones adicionales pueden incluir, por ejemplo:
- pruebas de imagen del cráneo (tomografía computarizada, resonancia magnética), si se sospecha una enfermedad del SNC
- punción lumbar con toma del líquido cefalorraquídeo (sospecha de hemorragia subaracnoidea o meningitis)
- radiografía de tórax (neumonía)
- ECG y, eventualmente, coronariografía ante la sospecha de infarto de miocardio
- endoscopia del tracto digestivo superior (especialmente ante la sospecha de lesión de las mucosas de este segmento, como p. ej. en la enfermedad por reflujo gastroesofágico o enfermedad ulcerosa gástrica y duodenal)
- ecografía o tomografía computarizada de abdomen ante la sospecha de otras enfermedades del tracto digestivo.
A veces los vómitos constituyen una de las manifestaciones de la obstrucción del tracto digestivo, que es una afección grave. Puede manifestarse con dolor abdominal con vómitos o retención repentina de gases y heces. Las manifestaciones progresan de forma brusca y constituyen una amenaza para la vida, con necesidad de tratamiento quirúrgico.
Es muy poco frecuente que no se consiga determinar la causa de náuseas y vómitos con el uso de la actuación descrita. Tal situación ocurre generalmente en caso de vómitos crónicos, es decir, que duran más de 7 días. En tal caso puede ser necesario profundizar el diagnóstico, p. ej. incluyendo una consulta del endocrinólogo (la lista de las enfermedades endocrinas que provocan náuseas y vómitos es larga, y las causas más importantes son enfermedades tiroideas y paratiroideas), toma de muestras de la mucosa de tracto digestivo, pruebas funcionales (las denominadas pruebas electrofisiológicas) de la motilidad del tracto digestivo superior, consulta con psicólogo o psiquiatra (los vómitos pueden ser manifestación de bulimia, anorexia nerviosa o ser de origen psicógeno).
¿Cómo actuar ante la aparición de los vómitos? ¿Qué hacer para evitarlos?
Las náuseas y vómitos de intensidad leve y de causa evidente (mareo del viajero, abuso de alcohol, embarazo confirmado, olores o imágenes desagradables) no requieren consulta médica urgente. En algunos casos basta con evitar el factor causante. A menudo, es posible controlar las náuseas mediante inspiraciones muy profundas y lentas. También hay que tener en cuenta que en algunos casos no tiene sentido contener los vómitos, ya que estos tienen carácter protector y eliminan el veneno del organismo (el abuso de alcohol es el mejor ejemplo). Tampoco es necesario iniciar tratamiento en cada caso de vómitos en embarazadas, aunque en caso de la denominada hiperémesis gravídica se debe visitar al ginecólogo e iniciar un tratamiento pertinente.
Las personas con vómitos recurrentes de causa conocida deben evitar las situaciones y los alimentos que los provocan (p. ej. en enfermedades del estómago, duodeno, páncreas, vías biliares e hígado). También se deben evitar los fármacos que causan náuseas y vómitos (p. ej. antinflamatorios no esteroideos, preparados digitálicos).
Si se desconoce la causa de las náuseas y vómitos, y estos son de carácter recurrente y crónico (aunque no sean muy intensos), es necesario acudir al médico de familia.
En caso de enfermedades que causan vómitos, tales como depresión, diabetes mellitus, enfermedades renales y tiroideas, es necesario emplear un tratamiento adecuado de la enfermedad de base.
Vómitos: cuándo es necesaria una consulta médica urgente
Una consulta medica urgente es necesaria cuando los vómitos se desarrollan de manera brusca o se acompañan de otras manifestaciones graves (p. ej. fiebre alta, cefalea intensa, dolor intenso en el tórax, abdomen o región lumbar). Una señal de alarma es la presencia de sangre en el vómito o los denominados vómitos en posos de café, que se asemejan a posos de café y que son una manifestación de sangrado del tracto digestivo.
Hay que recordar que los vómitos intensos pueden llevar a deshidratación muy grave y a alteraciones electrolíticas.
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