Shock anafiláctico (anafilaxia)

Wstrząs anafilaktyczny (anafilaksja)
Monika Świerczyńska-Krępa (MD, PhD)

¿Qué es el shock anafiláctico y cuáles son sus causas?

El shock anafiláctico (anafilaxia) es una reacción de hipersensibilidad súbita del organismo en respuesta a un factor (normalmente un alimento, fármaco o picadura de una abeja o avispa) que supone un riesgo para la vida.

Habitualmente, en el curso del shock anafiláctico se produce una disminución importante de la presión arterial. En la tabla que se muestra más adelante se enumeran los factores más frecuentes asociados a anafilaxia, aunque conviene tener en cuenta que dicha respuesta puede producirse debido a otras muchas sustancias, aunque con bastante menos frecuencia.

El shock anafiláctico puede ser de origen alérgico (p. ej. en caso de sensibilidad a alérgenos de maní) o no (p. ej. en caso de respuesta al frío).

El mecanismo de aparición del shock anafiláctico más frecuente es la sensibilidad a un alérgeno específico, lo que provoca una respuesta IgE-dependiente y, a continuación, la estimulación de unas células del sistema inmunológico denominadas mastocitos que provocan los síntomas al secretar distintas sustancias (sobre todo histamina y triptasa). Otros factores pueden estimular directamente los mastocitos y otras células.

A veces no es posible encontrar la causa del shock anafiláctico, y en estos casos se habla del shock anafiláctico idiopático.

¿Con qué frecuencia se presenta el shock anafiláctico?

Todos los años, el shock anafiláctico se presenta en un 1-3 % de la población. Es más frecuente en personas jóvenes y en mujeres. En niños, su aparición se debe con mayor frecuencia a los alimentos, mientras que en adultos a los fármacos y a picaduras de insectos. En aproximadamente 1/3 de los enfermos no es posible determinar la causa desencadenante de la anafilaxia.

Causas más frecuentes de shock anafiláctico
Factor que puede desencadenar el shock anafiláctico Ejemplos
Alérgenos inhalados Pelo de caballo
Pelo de gato
Látex
Fármacos Antinflamatorios no esteroideos (aspirina, ibuprofeno, ketoprofeno, naproxeno y otros)
Pirazolonas
Antibióticos (penicilina, cefalosporinas, aminoglucósidos, tetraciclina y otros)
Citostáticos (fármacos utilizados en el tratamiento de neoplasias)
Otros: contrastes yodados utilizados en radiología, insulina, fármacos utilizados en la anestesia (suxametonio), analgésicos narcóticos (morfina)
Vacunas y sueros Inmunoterapia alergénica (la denominada desensibilización: especialmente administrada en forma de inyecciones subcutáneas), suero antitetánico, vacunas antivirales, otras vacunas
Alimentos y aditivos alimentarios En adultos: manís, avellanas, pescado y moluscos, cítricos
En niños: huevos de gallina, leche, manís, avellanas, pescado, trigo, soja
Aditivos alimentarios (especias, conservantes, colorantes)
Venenos de himenópteros Venenos de abejas, avispas, avispones, hormigas
Otros Transfusiones de sangre o de hemoderivados (habitualmente una transfusión errónea de un preparado incompatible)
Frío o calor
Ejercicio físico
Estrés

¿Cómo se manifiesta el shock anafiláctico?

Tras la exposición al factor desencadenante del shock anafiláctico puede producirse toda una serie de síntomas. En general, estos aparecen unos minutos o incluso segundos tras el contacto (>90 % hasta 30 minutos) y normalmente se resuelven de manera espontánea. También se presentan recurrencias, es decir las denominadas respuestas tardías que aparecen hasta 72 h después de la primera respuesta, con mayor frecuencia unas 8-12 h después (en un 1-20 % de los enfermos).

En un 80-90 % de los enfermos, las manifestaciones del shock anafiláctico establecido son precedidas de lesiones cutáneas, p. ej. sarpullido (la denominada urticaria) después de la ingesta de un alimento o fármaco.

Son peligrosos los siguientes síntomas:

• vértigo,
• sensación de gran debilidad,
• palpitaciones,
• ronquera,
• sensación de falta de aire,
• náuseas y vómitos.

Una disminución súbita de la presión arterial afecta a 1/3 de los enfermos (en adultos el límite inferior de la presión sistólica es de 90 mm Hg, mientras que en niños <10 años es de 70 mm Hg). La piel está fría, pálida y sudorosa. Finalmente, puede producirse la pérdida de la conciencia o incluso la muerte (generalmente provocada por un edema ["hinchazón"] de los tejidos faríngeos tan grande, que se produce el cierre de la laringe y es imposible respirar).

Las enfermedades que favorecen la aparición de complicaciones del shock anafiláctico incluyen alergia al maní y enfermedades del sistema respiratorio (especialmente asma bronquial mal controlado en pacientes jóvenes) y cardiovascular. Los fármacos tomados por el enfermo pueden causar shock anafiláctico (p. ej. aquellos utilizados en la hipertensión arterial, los denominados inhibidores de la convertasa) o dificultar su tratamiento (medicamentos utilizados en las enfermedades del sistema cardiovascular, principalmente los pertenecientes al grupo de los denominados β-bloqueantes).

¿Cómo actuar ante la aparición de los síntomas del shock anafiláctico?

Todos los enfermos (así como sus allegados o amigos) deben recibir capacitación en la administración de adrenalina (e incluso en primeros auxilios). Se ha demostrado que la causa más importante de muerte a consecuencia de shock anafiláctico es la demora en la administración de adrenalina antes de la llegada de la ambulancia. Es muy importante, puesto que solo un 10 % de las respuestas anafilácticas ocurre en los centros de salud.

La adrenalina, secretada de manera natural en el organismo en situación de peligro o estrés, conlleva una fuerte activación. Provoca vasoconstricción, lo que causa un aumento de la presión arterial, reduce el edema de los tejidos y disminuye la secreción de las sustancias inflamatorias de los mastocitos, revirtiendo las consecuencias del shock anafiláctico.

Actuación en caso de aparición de anafilaxia

1. Al inicio es necesario interrumpir la exposición al factor desencadenante del shock anafiláctico, p. ej. extraer el aguijón de un insecto.
2. A continuación, el paciente tiene que administrarse adrenalina por vía intramuscular en el muslo (o la administra otra persona capacitada).
3. Si el médico ha prescrito previamente un antihistamínico, el enfermo debe tomarlo (está prohibido administrar pastillas a personas inconscientes).
4. Conviene colocar al enfermo en decúbito con las piernas elevadas.
5. Después de administrar adrenalina, se llama inmediatamente al servicio de emergencias. El enfermo no puede ir por su cuenta en coche al hospital, ya que puede sufrir una pérdida de la conciencia repentina.
6. Si el enfermo está solo, debe asegurarse de dejar la puerta abierta para que los rescatistas puedan entrar en su casa.
7. En caso de paro respiratorio o cardíaco, la persona que acompaña al enfermo debe iniciar la reanimación, puesto que la demora, en espera de la llegada de los servicios de emergencia, significa la muerte del enfermo.
8. Todos los casos de shock anafiláctico, incluso cuando los síntomas son leves, requieren una observación hospitalaria de por lo menos 8-12 h de duración. La presencia de síntomas particularmente graves requiere ingreso en la unidad de cuidados intensivos.
9. Al ser dados de alta, los pacientes deben recibir por escrito una planificación de manejo en caso de reaparición de los síntomas del shock anafiláctico, una derivación a pruebas de diagnóstico para identificar la causa del shock anafiláctico y una prescripción de adrenalina y otros fármacos.

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