Cistitis y otras infecciones urinarias

Zapalenie pęcherza i inne zakażenia układu moczowego
Robert Drabczyk (MD, PhD)

¿Cuáles son las causas de cistitis y de otras infecciones urinarias?

La infección urinaria significa la presencia de microorganismos (especialmente de bacterias) en las vías urinarias. En condiciones normales, las vías urinarias de una persona sana son estériles por encima del esfínter vesical. Sin embargo, en algunas situaciones se produce una penetración de los microorganismos en las vías urinarias, donde proliferan, lo que causa una inflamación. En este caso se habla de infección urinaria.

La cistitis supone la gran mayoría a de los casos de infección del sistema urinario.

Es mucho más grave cuando se produce la progresión de las bacterias a través del uréter hasta afectar a uno o ambos riñones, lo que provoca el desarrollo de una pielonefritis.

No obstante, la presencia de bacterias en el sistema urinario no siempre conduce al desarrollo de una infección y puede no provocar síntomas de enfermedad. Si no hay síntomas, pero las pruebas confirman la presencia de bacterias, se habla de bacteriuria asintomática, la cual normalmente no requiere tratamiento (→más adelante).

Las infecciones urinarias generalmente (casi en un 90 % de los casos) se deben a la bacteria Escherichia coli (E. coli), la cual suele habitar en el intestino grueso. Esta bacteria puede penetrar desde el ano hasta el meato urinario, y luego a la vejiga. En casos más raros, puede llegar incluso más arriba, hasta uno o ambos riñones. Si la infección está provocada por E. coli y no se presentan otros factores que favorecen el desarrollo de la infección, se habla de infección urinaria no complicada. Casi siempre afecta a las mujeres en edad reproductiva.

En un 10 % de los casos las infecciones urinarias se deben a otros microorganismos y en estos casos a menudo se asocian alteraciones adicionales en las vías urinarias que favorecen el desarrollo de la infección. La mayoría de las veces se debe a una obstrucción de la vía urinaria (generalmente provocada por nefrolitiasis) o de la vejiga (en hombres se debe generalmente a una enfermedad de la próstata, y en mujeres a alteraciones en el aparato reproductor), o bien a la presencia de un catéter urinario u otra enfermedad grave (p. ej. diabetes mellitus). Estas infecciones reciben la denominación de infecciones urinarias complicadas.

Las infecciones urinarias son mucho más frecuentes en mujeres que en hombres debido a que tanto su uretra, como la distancia entre el ano y el meato urinario son cortas. La aparición de infecciones urinarias en mujeres también se ve favorecida por la actividad sexual (posibilidad de penetración de las bacterias en la uretra durante el coito) y el uso de anticonceptivos espermicidas, especialmente en combinación con un anillo vaginal o capuchón cervical. Por esta razón, muchas mujeres sufren de infecciones urinarias (generalmente de cistitis) múltiples veces, a menudo varias veces al año, lo que dificulta significativamente su vida cotidiana. En este caso se habla de una infección urinaria recurrente. Para las mujeres afectadas, las infecciones urinarias frecuentes, especialmente la cistitis, son una molestia en la vida cotidiana y causan síntomas muy desagradables. En la gran mayoría de los casos no existe ninguna alteración en el sistema urinario cuyo tratamiento podría detener las recurrencias de la infección. En todo caso, es necesario eliminar los factores de riesgo (→más adelante).

¿Con qué frecuencia se presentan las infecciones urinarias?

Las infecciones urinarias son frecuentes en mujeres. El 20 % de las mujeres (es decir, 1 de cada 5) sufrirá una infección urinaria por lo menos una vez en la vida. Asimismo, el riesgo de enfermar es 50 veces mayor que en hombres.

Infección urinaria en niños

En este caso las infecciones urinarias también son más frecuentes en niñas, a excepción de los lactantes, en los cuales estas infecciones se presentan con mayor frecuencia en varones con malformaciones del sistema urinario.

Infección urinaria en embarazadas

Las infecciones urinarias durante el embarazo no son más frecuentes que en mujeres no grávidas, aunque pueden causar complicaciones tales como parto prematuro, o bajo peso al nacer. Las infecciones urinarias se producen en todas las personas con catéter en la vejiga colocado durante por lo menos un mes, aunque normalmente son asintomáticas y no requieren tratamiento.

Síntomas de la cistitis

Los síntomas típicos de la cistitis aguda incluyen:

• dolor o ardor durante la micción,
• necesidad de orinar con más frecuencia o urgentemente,
• dolor leve en la parte inferior del abdomen.

La orina puede ser roja o de color pardo oscuro, lo que se debe a la presencia de sangre (hematuria) y es el resultado de la inflamación de la mucosa vesical. Si se produce una infección renal, casi siempre aparece la fiebre (>38 °C). Puede aparecer: dolor en la región renal, uni- o bilateral, náuseas y vómitos. Los síntomas de la infección renal pueden desarrollarse unos días después de que se produzcan los síntomas de la cistitis, si esta última no ha sido tratada.

Síntomas de la infección urinaria en niños

La infección urinaria en niños muy pequeños puede manifestarse con fiebre, irritabilidad, falta de apetito, dolor abdominal, vómitos o, en caso de un niño que ya comunica la necesidad de orinar, enuresis.

Importante

El dolor o ardor durante la micción no siempre indican la presencia de una infección urinaria. Estos síntomas pueden deberse a una uretritis (a consecuencia de una infección de transmisión sexual, provocada con mayor frecuencia por gonococos o clamidias) y en mujeres también a una vaginitis, generalmente fúngica (se presenta una secreción vaginal anormal y dolor durante el coito).

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