Electrocardiograma de señal promediada

El ECG de señal promediada altamente amplificada registra los potenciales eléctricos que aparecen en la fase final de los complejos QRS y que, a causa de su baja amplitud, no son visibles en un ECG estándar. Su objetivo principal es eliminar las señales accidentales de los músculos esqueléticos y de los electrodos o cables que aparecen sin sincronización con un punto de referencia elegido del trazado del ECG.

Descripción de la pruebaArriba

El ECG de señal promediada se realiza con las derivaciones ortogonales x, y, z; y durante el estudio de Holter con las derivaciones bipolares torácicas. Las señales del ECG recibidas de estas derivaciones son amplificadas, promediadas, y pasan por un filtro bidimensional en la banda de frecuencia entre 25 o 40 Hz y 250 Hz. La magnitud vectorial —calculada por algoritmo computacional— de las señales del ECG amplificadas, promediadas y filtradas de 3 derivaciones indica la curva del complejo QRS. El estudio se realiza en enfermos en ritmo sinusal, sin alteraciones de la conducción intraventricular (bloqueo completo de la rama o bloqueo intraventricular difuso con ensanchamiento de los complejos QRS >0,12 s).

IndicacionesArriba

Según las guías de la ESC (2015), el registro del ECG de señal promediada se debe realizar como prueba de tamizaje en familiares de enfermos tras una muerte súbita por causa desconocida o por arritmia ventricular. También se recomienda para el diagnóstico de la miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho en enfermos con alteraciones ventriculares del ritmo o con riesgo de de arritmia ventricular potencialmente mortal.

ResultadosArriba

Al utilizar el filtro de paso bajo de 40 Hz, el ECG de señal promediada se puede considerar anormal (→fig. I.B.5-32) si:

1) la duración del complejo QRS es >114 ms

2) la amplitud de los 40 ms finales del complejo QRS es <20 µV

3) la duración de la parte final del complejo QRS con una amplitud <40 µV es >38 ms.

La presencia de ≥2 de 3 anomalías del ECG de señal promediada indica la presencia de potenciales ventriculares tardíos que son un índice de la fragmentación local y demora del proceso de despolarización del miocardio ventricular. La aparición de este tipo de alteraciones focales de la conducción puede dar origen al fenómeno de reentrada y a la arritmia ventricular paroxística potencialmente mortal.