El metabolismo de intercambio lipídico en el organismo (fig. I.E.1-1) incluye:
1) el transporte de TG desde los intestinos y el hígado a los adipocitos, donde pueden ser almacenados, y a los músculos, donde constituyen una fuente de energía
2) el transporte de colesterol a los tejidos, donde se utiliza para la formación de membranas y para la síntesis de hormonas y ácidos biliares.
Las grasas de los alimentos sufren un proceso de emulsificación en el intestino por acción de los ácidos biliares, y a continuación son hidrolizadas a ácidos grasos libres (FFA) y monoglicéridos y diglicéridos. En el enterocito se forman quilomicrones, que transportan los triglicéridos (exógenos) y el colesterol de los alimentos. Los quilomicrones contienen la apolipoproteína (apo) B48 (fragmento de apoB100). Después de entrar en los vasos linfáticos, los quilomicrones llegan al torrente sanguíneo a través del conducto torácico. En los capilares sanguíneos del tejido adiposo y muscular son hidrolizados por la lipoproteína lipasa (LPL) a glicerol y FFA. Los TG endógenos son sintetizados en el hepatocito, principalmente a partir de FFA liberados por el tejido adiposo durante la lipólisis y a partir de carbohidratos. Estos triglicéridos, junto con las proteínas (apolipoproteínas) y el colesterol, se incorporan a las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), que a su vez son liberadas a la circulación sanguínea. Por consiguiente, las VLDL transportan TG endógenos formados en los hepatocitos y colesterol.
Las lipoproteínas de densidad intermedia (IDL) pertenecen a los llamados remanentes (residuos), que son productos del catabolismo de los quilomicrones y de las VLDL; contienen TG (en cantidades mucho menores que los quilomicrones y las VLDL) y colesterol. Se forman como resultado de la hidrólisis parcial de los TG en las VLDL y de los quilomicrones mediante las LPL presentes en las células endoteliales vasculares. Las lipoproteínas de baja de baja densidad (LDL), que contienen ~70 % del colesterol que se encuentra en la sangre, provienen de las IDL. Sin embargo, la fuente de colesterol en las LDL no es solo el colesterol de las IDL, sino también el colesterol que proviene de las HDL. El proceso de transferencia de colesterol de las HDL a las LDL está mediado por una proteína llamada proteína de transferencia de ésteres de colesterol (CETP).
Las lipoproteínas de alta densidad (HDL) provienen de dos fuentes: una es la síntesis hepática e intestinal y la otra, de manera similar a las IDL, el catabolismo de los quilomicrones y las VLDL, teniendo en cuenta que las IDL se forman a partir de sus elementos centrales (principalmente TG y ésteres de colesterol) y las HDL a partir de elementos superficiales (principalmente colesterol libre y fosfolípidos).
Los remanentes de los quilomicrones son eliminados de la sangre a través del hígado mediante el mecanismo de unión vía apoE con el receptor de apoE, que se encuentra en los hepatocitos, y en una medida mucho menor con el receptor de las LDL, también conocido como receptor BE. El catabolismo de los remanentes de las VLDL (incluyendo IDL derivadas de VLDL) se produce por dos vías: a través de la captación hepática, mediante la unión de apoE y apoB al receptor de LDL en los hepatocitos, y a través del catabolismo hacia LDL con la participación de la lipasa hepática (LH), que provoca la siguiente hidrólisis de TG.
Las partículas de HDL de nueva formación (nascent HDL) y de HDL3 toman el exceso de colesterol libre de las células periféricas, lo esterifican mediante la acción de la lecitina aciltransferasa: colesterol (LCAT) con la participación de apoAI, y ya como HDL2 maduras lo transfieren al hígado, donde junto con el colesterol LDL se convierte en ácidos biliares. La transferencia del colesterol a través de las HDL está mediada por el transportador ABCA-1 presente en las células periféricas. Este transportador se conecta con apoAI en las HDL. Las HDL, a su vez, durante la transferencia de colesterol esterificado a los hepatocitos, se conectan con el receptor especial SR-B1 presente en estas células. Además del transporte reverso del colesterol (RTC) a través de las HDL, existe un transporte indirecto que consiste en la transferencia de los ésteres de colesterol a través de las HDL a las lipoproteínas que contienen apoB. Al mismo tiempo, los TG son transferidos en dirección opuesta, es decir, a las HDL. El intercambio de colesterol y TG entre estas lipoproteínas se realiza por medio de la CETP. Los TG contenidos en las HDL2 son hidrolizados por la LH, formándose de esta manera las HDL3.