Síndrome de compresión de la vena ilíaca izquierda

en. iliocaval compression syndrome (ICS)

sin. síndrome de May-Thurner, síndrome de Cockett

DEFINICIÓNArriba

En el síndrome de compresión de la vena ilíaca izquierda, la arteria ilíaca izquierda la comprime contra la quinta vértebra lumbar.

EPIDEMIOLOGÍAArriba

La incidencia es desconocida. El síndrome se presenta sobre todo en personas jóvenes y físicamente activas. Según algunas fuentes, puede afectar al 18-49 % de los pacientes con trombosis venosa del lado izquierdo de las extremidades inferiores. La compresión de la vena ilíaca se reconoce como un factor de riesgo de trombosis venosa profunda del lado izquierdo de las extremidades inferiores.

CUADRO CLÍNICO Y DIAGNÓSTICOArriba

Síntomas: dolor crónico y edema en la extremidad izquierda. Pueden presentarse venas varicosas en las extremidades inferiores (especialmente en la izquierda) con una ubicación inusual: en la zona púbica y uterina en las mujeres, y en el cordón espermático en los hombres; también pueden presentarse síntomas de síndrome postrombótico tras antecedentes de trombosis. A veces las dolencias desaparecen en posición acostada y se agravan al ponerse de pie o durante el esfuerzo físico. En personas que realizan una actividad física intensa, la compresión puede provocar una trombosis venosa profunda. El síndrome de May-Thurner clásico se refiere a la compresión de la vena ilíaca común izquierda, pero cada vez con mayor frecuencia se describen otros lugares de compresión: la vena ilíaca común derecha y las venas ilíacas externas. La dificultad de la salida de sangre de las extremidades inferiores causada por la compresión sobre las venas ilíacas puede contribuir al desarrollo de venas varicosas atípicas en las extremidades inferiores y, de manera similar al síndrome de compresión de la vena renal (cap. I.O.10.3), a la aparición de estasis venosa en la pelvis menor y síntomas del síndrome de congestión pélvica.

El diagnóstico del síndrome puede resultar difícil Se determina a partir del cuadro clínico y las pruebas de imagen. En buenas condiciones técnicas, la ecografía Doppler permite demostrar la asimetría del flujo venoso en las venas ilíacas y la dificultad del flujo de salida en el lado afectado (con mayor frecuencia el izquierdo). En este lado, distal al punto de compresión, se detecta mediante un Doppler pulsado (ecografía dúplex) el flujo alterado, visible como un espectro de velocidad de flujo monofásico desprovisto de fases respiratorias. En la exploración con Doppler color también se observa que, en comparación con el lado sano, el flujo sanguíneo está ausente o es claramente más lento. En el lugar de la estenosis puede ser visible un aumento repentino en la velocidad del flujo de al menos 2 veces en relación con la velocidad antes de la estenosis. Una estenosis significativo de la vena también se evidencia por la circulación colateral con inversión en la dirección del flujo en la vena ilíaca interna (hacia la pelvis menor). En pacientes obesos, la interpretación de la imagen ecográfica puede resultar difícil o incluso imposible. En las mujeres, también se puede utilizar una ecografía transvaginal, que revela dilatación e insuficiencia de los plexos venosos parauterinos.

La venografía por TCRMN permite demostrar la compresión venosa, pero en los pacientes deshidratados el grado de compresión puede estar sobreestimado o el resultado de la prueba puede ser un falso positivo. El diagnóstico confirma una disminución significativa del área de la sección transversal en comparación con la sección no comprimida y el engrosamiento de la pared de la vena que se observa en la ecografía intravascular (IVUS).

La venografía sigue siendo el estándar diagnóstico de oro, con la posibilidad de realizar simultáneamente una IVUS y tratamiento endovascular (procedimiento diagnóstico y terapéutico). Este examen muestra un defecto característico del sombreado y un gradiente de presión por estenosis.

TRATAMIENTOArriba

La compresión puede ser funcional, dependiendo de la posición del cuerpo; también puede ser el resultado de un defecto de postura, incluido un aumento de la lordosis en la sección lumbar de la columna. En la mayoría de los casos, el tratamiento debe iniciarse con un procedimiento conservador: corrección de los defectos posturales y uso de medias de compresión. Si los síntomas se agravan o aparece trombosis en la vena ilíaca, se puede considerar el tratamiento endovascular con la colocación de un stent en el lugar de la compresión y la estenosis.