Complicaciones arteriales de las fístulas para diálisis

Las complicaciones vasculares en pacientes con una fístula arteriovenosa para diálisis en la extremidad superior son un problema común. Después de 12 meses, sólo el 26-58 % de las fístulas nativas (es decir, de los propios vasos) funcionan correctamente sin intervenciones adicionales, y el tiempo medio total de funcionamiento adecuado de una fístula es de 3-4 años. La complicación más frecuente, además del mal funcionamiento de la fístula (flujo <150 ml/min), es la isquemia de la mano por estenosis de los vasos que irrigan la fístula y el síndrome del robo.

Diagnóstico: el método básico es la ecografía mediante la técnica dúplex, que permite evaluar los parámetros funcionales del flujo y la morfología de las lesiones.

Tratamiento: en primer lugar, incluye procedimientos intravasculares (en caso de estenosis) o de reconstrucción quirúrgica (en caso de fracaso de los procedimientos vasculares en la estenosis o de síndrome del robo). Los efectos a largo plazo tras la cirugía dependen de: factores clínicos (edad, comorbilidades [cardiopatía isquémica, ateroesclerosis de las extremidades inferiores, diabetes mellitus]), anatómicos (longitud y localización de la lesión, eficacia del flujo venoso) y factores bioquímicos (hipercolesterolemia, presencia de marcadores inflamatorios).