Mediastinoscopia

1. Mediastinoscopia

Consiste en introducir en el mediastino un utensilio especial: el mediastinoscopio. La intervención se realiza bajo anestesia general. El enfermo en decúbito supino, con la mitad superior del tórax ligeramente elevada. El mediastinoscopio se introduce en la zona traqueal anterior, a través de un corte transversal en el cuello por encima de la muesca supraesternal. Esta prueba permite analizar directamente las zonas traqueales anterior, periférica e inferior, así como la zona traqueobronquial.

Preparación del paciente: la misma que en la VTS.

Complicaciones: la incidencia de complicaciones tras la mediastinoscopia es <2,5 %. Las más frecuentes son: hemorragias, parálisis del nervio laríngeo recurrente, lesiones en la tráquea o en los bronquios principales e infección del mediastino.

Indicaciones

1) enfermedades que cursen con inflamación de los ganglios linfáticos del mediastino: linfomas y enfermedades granulomatosas (p. ej. sarcoidosis cuando no ha sido posible confirmar el diagnóstico mediante métodos menos invasivos)

2) determinar el estadio del cáncer de pulmón (signo N)

3) tumor mediastínico.

2. Mediastinotomía paraesternal

La mediastinotomía paraesternal izquierda permite acceder a los ganglios linfáticos aumentados de la ventana aortopulmonar y del mediastino anterior. La mediastinotomía paraesternal derecha se realiza con fines diagnósticos en las enfermedades con un síndrome de vena cava superior concomitante cuando no es posible establecer el diagnóstico con otros métodos. La mediastinotomía también puede ser útil en el diagnóstico de tumores del mediastino anterior.