La disfonía funcional es un trastorno de la fonación sin causa orgánica evidente, provocado por distintos factores: sistémicos, psicógenos, por fármacos o por sobreuso de la voz. Constituye un 10 % de todos los trastornos de la voz. Entre las diversas clasificaciones se distinguen
1) Disfonía hiperfuncional: aparece en personas con tensión excesiva de los músculos fonadores, p. ej. aquellas que sobrecargan la voz o a menudo sufren laringitis (síntomas: voz ronca, áspera). Las complicaciones incluyen hiperemia de cuerdas vocales, voz de bandas (quejumbrosa, crepitante), nódulos vocales (frecuentes p. ej. en cantantes y profesores). Puede ir acompañada de dolor laríngeo y sequedad de mucosas faríngea y laríngea.
2) Disfonía hipofuncional: provocada por la tensión disminuida de los músculos laríngeos durante la fonación, generalmente en personas debilitadas, con anemia, déficits de vitaminas, enfermedades del sistema endocrino (voz apagada, ronca), puede ir acompañada de una mayor frecuencia respiratoria durante el habla e incapacidad de hablar durante un tiempo prolongado.
3) Disfonía mixta.
La disfonía psicógena es 8 veces más frecuente en mujeres y se caracteriza por la pérdida de la voz con preservación de la sonoridad de la tos y de la risa, acompañada de otros síntomas psicosomáticos.
La obstrucción laríngea inducible es una estenosis laríngea patológica, transitoria y reversible, que aparece en respuesta a factores externos, con mayor frecuencia al esfuerzo físico, o, eventualmente, compuestos químicos, olores fuertes, aire frío, estrés o incluso reflujo gastroesofágico. Es ~2 veces más frecuente en mujeres que en hombres, por lo general de 20-40 años (5-7 % de la población europea). La mayoría de los enfermos refieren disnea inspiratoria que típicamente se acentúa durante el pico de esfuerzo (a diferencia de la broncoconstricción inducida por el esfuerzo físico, cuyos síntomas típicamente aumentan hasta 20 min después de finalizar el esfuerzo). El diagnóstico se basa en la anamnesis y en la laringoscopia directa, realizada habitualmente durante la prueba de esfuerzo. El tratamiento consiste principalmente en la terapia del habla y psicoterapia. A menudo se diagnostica asma de manera errónea (en un 30 % de los enfermos con asma grave se observa obstrucción laríngea inducible).
La disfonía funcional crónica puede convertirse en disfonía orgánica (especialmente en nódulos vocales o hipertrofia cordal) o empeorarla.
Diagnóstico: se establece por la anamnesis y exploración mediante laringoscopia, estroboscopia, pruebas de imagen y, eventualmente, resultados de otras pruebas. En caso de sospecha de disfunción de las cuerdas vocales se realiza rinolaringoscopia y espirometría (aplanamiento de la curva inspiratoria).
Tratamiento: dependiendo de la causa, se recomienda evitar los agentes irritantes (p. ej. humo de cigarrillos), mantener la higiene y realizar rehabilitación vocal, seguir un tratamiento otorrinolaringológico y foniátrico especializado y, a veces, aplicar suplementos vitamínicos, glucocorticoides y psicoterapia.