lat. bronchitis acuta
ing. acute bronchitis
DefiniciónArriba
La bronquitis aguda es una infección respiratoria aguda que cursa con tos que se mantiene <3 semanas y que se diagnostica después de descartar neumonía.
EpidemiologíaArriba
La bronquitis aguda es el diagnóstico más frecuente en enfermos que acuden al médico debido a la tos.
EtiologíaArriba
Raras veces es posible identificar la causa. Las causas más frecuentes son los virus respiratorios: virus de la gripe A y B, paragripal, virus respiratorio sincitial, coronavirus, adenovirus y rinovirus.
En <10 % de los enfermos se detectan infecciones bacterianas, generalmente por Bordetella pertussis, Mycoplasma pneumoniae y Chlamydophila pneumoniae. B. pertussis puede provocar bronquitis aguda incluso en personas vacunadas contra la tosferina, pero en estos casos el curso de la enfermedad es más leve.
Cuadro clínicoArriba
Los síntomas más frecuentes son fiebre, mialgias, tos, expectoración mucosa o purulenta, ocasionalmente sibilancias. Los síntomas generales (fiebre, malestar general, mialgias) son frecuentes en casos de gripe y parainfluenza, y raros en casos de rinovirus.
En la fase aguda, la espirometría muestra signos de obstrucción bronquial leve en casi la mitad de los enfermos. De forma transitoria aparece también hiperreactividad bronquial inespecífica, que puede detectarse mediante prueba de provocación con histamina o metacolina. La hiperreactividad cede espontáneamente unas semanas después de la resolución de la infección.
Historia naturalArriba
La bronquitis aguda es una enfermedad leve, autolimitada y de curso favorable.
DiagnósticoArriba
Los síntomas se parecen a los de la neumonía, por lo que lo más importante es descartarla. Antes de la pandemia de COVID-19, <5 % de los enfermos que acudían al médico debido a la fiebre, tos y expectoración padecía neumonía. Son signos en contra de una neumonía:
1) frecuencia cardíaca <100/min
2) frecuencia respiratoria <24/min
3) temperatura corporal (oral) <38 °C
4) ausencia de lesiones focales (limitadas a una parte del pulmón) que indiquen un infiltrado inflamatorio.
Descartada la neumonía, no se requieren exámenes adicionales. Los casos con ≥1 de los signos mencionados deben valorarse de manera individual, tomando en consideración la edad, las circunstancias en las que se produjo la enfermedad y las enfermedades concomitantes, para establecer la necesidad de realizar una radiografía de tórax para confirmar o descartar la neumonía.
La ausencia de los signos anteriormente mencionados disminuye la probabilidad de COVID-19, aunque no permite descartarla, por lo que ante la sospecha de COVID-19 es necesario realizar el diagnóstico pertinente (→cap. XI.D.18.1).
El diagnóstico diferencial con la variante de asma con tos (→cap. II.C.8) puede ser difícil inicialmente, ya que en bronquitis aguda aparece hiperreactividad bronquial. La desaparición de la tos en 3 semanas y el resultado normal de la espirometría argumentan en contra del asma. En casos sospechosos, después de la resolución de los síntomas de infección debe realizarse una prueba de hiperreactividad bronquial.
TratamientoArriba
1. Tratamiento etiológico: los antibióticos no mejoran la bronquitis aguda, por lo que no deben utilizarse. Constituye una excepción la bronquitis aguda en el curso de la tosferina, en la que está justificado el tratamiento con un macrólido. Esto se refiere a los enfermos que han tenido un contacto directo con casos de tosferina o durante una epidemia de la enfermedad (→cap. II.C.6). En enfermos con gripe y síntomas de bronquitis aguda son de ayuda los fármacos antigripales (→cap. XI.D.1).
2. Tratamiento sintomático Consiste en administrar antipiréticos y antitusígenos. Hasta el momento no se ha demostrado beneficios de los agonistas β2 inhalados en bronquitis aguda, por lo que deben utilizarse solo en caso de síntomas pronunciados de obstrucción bronquial.