Neumonía por coronavirus

La neumonía aparece en el curso de las enfermedades provocadas por coronavirus:

1) MERS-CoV: síndrome respiratorio de Oriente Medio (Middle East respiratory syndrome, MERS; →cap. XI.D.18.3)

2) SARS-CoV: síndrome respiratorio agudo grave (SRAS; →cap. XI.D.18.2)

3) SARS-CoV-2: COVID-19 (→cap. XI.D.18.1).

En casos graves de infección por estos virus se producen lesiones pulmonares que conducen a la insuficiencia respiratoria, a menudo con compromiso vital. Dichas lesiones se comentan a continuación y la información más detallada sobre las enfermedades anteriormente mencionadas se proporciona en los capítulos correspondientes.

La afectación pulmonar es el principal factor que determina la gravedad de la enfermedad y el pronóstico. Los síntomas —fiebre, tos y disnea— no son característicos. En algunos enfermos, en la exploración física se detectan crepitaciones en la auscultación y en casos más graves signos de insuficiencia respiratoria.

Los hallazgos en la imagen radiológica a menudo son desproporcionadamente mayores que los síntomas y signos. Se observan áreas unilaterales o (habitualmente) bilaterales de opacidades en vidrio esmerilado o consolidaciones que, sobre todo en COVID-19, predominan en las partes periféricas del pulmón. En la fase inicial de la enfermedad, la radiografía de tórax en muchos enfermos es normal, mientras que la TC evidencia lesiones pulmonares en todos los enfermos con síntomas clínicos importantes. En algunos enfermos, las lesiones en el parénquima pulmonar también pueden identificarse en la ecografía. Raramente se observa derrame pleural (sobre todo en los enfermos con SRAS). Con la progresión de la enfermedad aumenta la probabilidad de detectar lesiones en las pruebas de imagen. Posteriormente se presentan lesiones de carácter de engrosamiento de septos interlobulillares (que conducen a la formación del patrón en adoquín) y engrosamiento de las paredes bronquiales. En los casos más graves se desarrolla el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), fracaso multiorgánico y llega a la muerte.

La neumonía por coronavirus conduce a empeoramiento persistente de la función pulmonar (cambios restrictivos y disminución de la transferencia de monóxido de carbono [TLCO]), cuyo grado depende de la extensión de las lesiones pulmonares y del agente etiológico. En SRAS, las alteraciones se observaron en un 50-75 % de los enfermos después de 3-6 meses desde el inicio de la enfermedad. Transcurridos 2 años, el resultado de la espirometría fue anormal en más del 10 % de ellos y la disminución de TLCO se observó en ~50 %. En los enfermos con MERS, 1 año después del inicio de la enfermedad se observó empeoramiento del resultado de la espirometría y disminución de TLCO. En cuanto a los enfermos con COVID-19, no hay datos relativos a las secuelas a largo plazo, pero se han observado valores de restricción en ~25 % de los enfermos que recibieron el alta hospitalaria y disminución de TLCO en ~50 % de ellos (en un 84 % de los pacientes con neumonía grave).