Neumonía por Klebsiella pneumoniae

K. pneumoniae es un bacilo gramnegativo. Es responsable de un 10 % de la NAC y un 20 % de la NIH. La infección se produce por aspiración. Los hombres enferman 10 veces más frecuentemente que las mujeres. La infección puede complicarse con empiema pleural o absceso pulmonar. Los factores de riesgo de infección por K. pneumoniae incluyen: diabetes mellitus, alcoholismo, enfermedades neoplásicas, enfermedades de las vías biliares, EPOC, uso de glucocorticoides sistémicos, insuficiencia renal.

Cuadro clínico y diagnósticoArriba

El inicio de la neumonía es súbito. Se presenta fiebre, dolor pleurítico, tos, disnea, abundante expectoración purulenta, a veces hemoptisis.

La radiografía de tórax típicamente evidencia una infiltración masiva que a menudo afecta todo el lóbulo, más frecuentemente el superior que el inferior. Pueden observarse signos de atelectasia, lisis y formación de abscesos (→fig. II.D.3-3). En los enfermos inmunodeprimidos, los cambios pueden ser multifocales de carácter de neumonía bronquial.

Es de cierta importancia el examen microbiológico del esputo, que es purulento y rico en grandes bacilos gramnegativos, lo que confirma el crecimiento de K. pneumoniae en la secreción de las vías respiratorias bajas. El hemocultivo tiene un gran valor diagnóstico y es positivo en un 25-70 % de los enfermos. La mortalidad es elevada, sobre todo en los casos que cursan con bacteriemia (30-55 %).

TratamientoArriba

En los enfermos inmunocompetentes y en buen estado general se administra uno de los siguientes antibióticos: cefalosporina de II-IV generación, carbapenem, ciprofloxacino, β-lactámico con inhibidor de β-lactamasa. En los demás está indicado utilizar un antibiótico β-lactámico o carbapenem en combinación con un aminoglucósido (dosis de fármacos →tabla II.D.1-2). Si es posible, se debe intentar realizar la antibioticoterapia dirigida. Al remitir, las lesiones a menudo dejan cicatrices, cirrosis, cavidades y reducción de volumen pulmonar. Las cepas hospitalarias a menudo producen β-lactamasas de espectro extendido (BLEE), por lo que son resistentes a todas las penicilinas y cefalosporinas, y su sensibilidad a las penicilinas con inhibidores en condiciones in vitro puede ser insuficiente para lograr la eficacia in vivo. Estas cepas siguen siendo sensibles a los carbapenems y, eventualmente, a los antibióticos de otros grupos.