Histopatología de los cambios proliferativos y neoplásicos

1. Esófago

1) lesiones benignas

a) displasia (→fig. III.B.6-8): se encuentran atipias nucleares y estructurales; se distinguen displasia de bajo y alto grado; un rasgo característico de los cambios displásicos es la ausencia de invasión de la membrana basal; los cambios displásicos en el epitelio glandular pueden adoptar una forma polipoide formando adenomas

b) papiloma escamoso

c) tumor de células granulares

d) leiomioma

e) tumor del estroma gastrointestinal (TEGI), muy raro en el esófago

f) pólipo fibrovascular

2) neoplasias malignas

a) carcinoma escamoso esofágico: generalmente se desarrolla sobre lesiones displásicas en el epitelio estratificado plano

b) adenocarcinoma esofágico (→fig. III.B.6-9), generalmente se desarrolla sobre un área de esófago de Barrett

c) melanoma esofágico

d) sarcomas (el más frecuente es el leiomiosarcoma)

e) metástasis

2. Estómago

1) lesiones benignas

a) pólipos gástricos: las lesiones sin displasia comprenden los pólipos de las glándulas fúndicas y del cuerpo gástrico (→fig. III.B.6-10) y pólipos hiperplásicos (→fig. III.B.6-11); III.B.6-11); los cambios displásicos incluyen adenomas derivados del epitelio intestinal metaplásico o de glándulas gástricas (adenoma foveolar y adenoma pilórico)

b) pólipos hamartomatosos, tipo Peutz-Jeghers y pólipos juveniles (→cap. III.F.10)

c) cambios displásicos en la mucosa plana: hallazgo generalmente accidental en pacientes con gastritis atrófica crónica

d) hiperplasias benignas no epiteliales: pólipos fibroides inflamatorios, neuromas, paragangliomas y otros

e) hiperplasias y neoplasias neuroendocrinas (→fig. III.B.6-12): todas las neoplasias neuroendocrinas tienen un potencial de malignidad (→cap. IV.J.3), aunque es muy bajo en las neoplasias con alto grado de diferenciación (G1), apareciendo con mayor frecuencia en el estómago (tipo 1, →cap. III.D.6.4)

2) neoplasias malignas

a) cáncer gástrico: el más frecuente, diferenciándose morfológicamente en la clasificación de Laurén el adenocarcinoma difuso y el intestinal (→fig. III.B.6-13); el diagnóstico mediante biopsia puede ser muy difícil debido a los cambios regenerativos que pueden acompañar a la necrosis y a la falta de representatividad de las muestras

b) linfomas

c) TEGI (~70 % se desarrollan en el estómago)

d) metástasis gástricas: las fuentes más comunes son el cáncer de pulmón, mama, riñón y melanoma

3. Intestino delgado y grueso

1) Lesiones benignas

a) Pólipos hamartomatosos: se presentan esporádicamente o en síndromes genéticos (Peutz-Jeghers, pólipos juveniles, síndrome de Cronkhite-Canada y síndrome de Cowden).

b) Pólipos inflamatorios: se presentan esporádicamente o acompañando a las enfermedades inflamatorias intestinales.

c) Pólipos epiteliales: son los más frecuentes en el colon, diferenciándose los pólipos hiperplásicos con proliferación normal y anormal, los adenomas, y los pólipos mixtos. Los cambios con presencia de displasia se observan en los adenomas tubulares clásicos, tubulovellosos y vellosos (→fig. III.B.6-14), y los adenomas serrados tradicionales (→fig. III.B.6-15), en los que se observan cambios estructurales similares a los pólipos hiperplásicos juntos a displasias. El patólogo debe determinar la gravedad de la displasia de los adenomass (bajo o alto grado), la arquitectura (depende de la contribución del componente velloso) y si la resección ha sido o no completa. En el intestino grueso, el diagnóstico de "cáncer" solo puede establecerse en caso de infiltración evidente de la submucosa, lo cual puede ser a veces difícil o imposible en muestras no representativas.

d) Displasia asociada a enfermedades inflamatorias.

e) Pólipos no epiteliales (fibromas, lipomas, tumor de células granulares, pólipos fibroides inflamatorios, etc.).

f) Neoplasias neuroendocrinas.

2) Neoplasias malignas

a) Cáncer de intestino grueso: adenocarcinoma y carcinoma escamoso del canal anal. El diagnóstico de adenocarcinoma en el intestino grueso de requiere la existencia de invasión de la submucosa. En las muestras con diagnóstico de adenocarcinoma es necesario medir el borde libre de enfermedad, así como valorar signos de invasión tumoral vascular. Esta información es esencial para decidir la estrategia terapéutica (→fig. III.B.6-16). En el caso del cáncer del canal anal, es fundamental diferenciar el adenocarcinoma del carcinoma escamoso debido a que requieren diferentes estrategias terapéuticas.

b) TEGI.

c) Linfomas.

d) Neoplasias neuroendocrinas.

e) Neoplasias metastásicas (cáncer de pulmón, cáncer de mama y melanoma), o infiltrando desde órganos adyacentes (cáncer del aparato genital, de próstata y de páncreas).