Recogida de material

La evaluación morfológica del material obtenido mediante la endoscopia del tracto digestivo es una etapa clave en el proceso diagnóstico pues permite tomar las decisiones terapéuticas adecuadas.

Las muestras deben ser recogidas, etiquetadas y protegidas para que el patólogo pueda utilizarlas de manera óptima para el diagnóstico. Durante las pruebas endoscópicas se obtienen diferentes tipos de muestras realizando biopsias de lesiones, polipectomía, mucosectomía (REM) o disección endoscópica de la submucosa (ESD). Dependiendo de la situación clínica y de la sospecha diagnóstica, el endoscopista debe tomar un número apropiado de biopsias, siguiendo las guías pertinentes. P. ej., para el diagnóstico de la enfermedad celíaca es necesario realizar 1-2 biopsias del bulbo y ≥4 biopsias duodenales extrabulbares; en pacientes con colitis en los que se identifiquen lesiones elevadas, es necesario realizar biopsias no solo de la lesión sino también de la mucosa circundante. La regla general es realizar múltiples biopsias de la mucosa cuando el objetivo es alcanzar un diagnóstico. Cuando se trata de eliminar una lesión polipoidea, es mejor retirar la lesión en bloque, lo que le permitirá evaluar si la eliminación lesión ha sido completa.

Las muestras obtenidas mediante biopsia deben colocarse inmediatamente en un recipiente con una cantidad suficiente de fijador — formol tamponado al 10 % (el volumen del fijador debe ser ≥10 veces el de la muestra). Si las muestras o las lesiones son lo suficientemente grandes, deben fijarse sobre una base de corcho o esponja, siempre con la membrana submucosa dirigida hacia la base. Esto permitirá que el material se sumerja adecuadamente y se puedan obtener cortes transversales perpendiculares del bloque de parafina para la correcta preparación histológica.

Junto con la preparación se deben enviar los datos clínicos y una descripción de la prueba endoscópica, ya que esta información puede ser clave para la interpretación de las imágenes microscópicas y para establecer un diagnóstico correcto. Esto se aplica especialmente a las lesiones no neoplásicas, pues los hallazgos microscópicos no son específicos. P. ej., pueden ser indistinguibles las imágenes histológicas de la mucosa del intestino grueso en las enfermedades inflamatorias intestinales y en las lesiones inducidas por fármacos o por infecciones.