lat., ing. blastocystosis
DEFINICIÓNArriba
Enfermedad parasitaria del intestino grueso, provocada por el protozoo Blastocystis hominis.
EPIDEMIOLOGÍAArriba
B. hominis se considera un parásito cosmopolita, aunque las infestaciones son más frecuentes en países en vías de desarrollo, con condiciones sanitarias deficientes. Las infecciones se detectan a menudo en personas infectadas por VIH, pacientes de servicios de psiquiatría y niños en jardines de infancia y guarderías.
ETIOLOGÍA Y PATOGENIAArriba
1. Agente etiológico: B. hominis, un protozoo cuya taxonomía sigue siendo incierta y cuyo ciclo vital todavía no se conoce por completo. El parásito se caracteriza por una gran variabilidad de etapas de desarrollo, entre las que se pueden distinguir: forma vacuolar, granular, multivacuolar, avacuolar, ameboide y quistes. La forma de desarrollo identificada con mayor frecuencia en las heces es la vacuolar (→fig. XI.G.1-1): redonda u ovalada, de 6-40 µm de diámetro. En la parte central de la célula se encuentra una vacuola de gran tamaño rodeada de núcleos celulares y otros orgánulos de distribución periférica. El quiste de paredes gruesas es considerado una forma invasiva para el ser humano.
La patogenia de blastocistosis no es del todo bien conocida. Se han descrito casos con edema e inflamación de la mucosa intestinal, así como con ulceraciones en el colon.
2. Reservorio y vías de transmisión: el ser humano es el principal reservorio de B. hominis.
El parásito se transmite por vía fecal-oral, tras la ingesta de agua o alimentos contaminados por heces humanas.
CUADRO CLÍNICOArriba
La infección por B. hominis con gran frecuencia tiene un curso asintomático (estado de portador).
Cuadros sintomáticos de la enfermedad
1) Leve: es el más frecuente. Se manifiesta con diarrea (sin sangre), dolor abdominal, náuseas, pérdida de peso, y a veces exantema urticariforme.
2) Agudo: se presenta esporádicamente. Se caracteriza por diarrea acuosa, dolor abdominal espasmódico y a veces fiebre. Puede conducir a sangrados del tracto digestivo.
DIAGNÓSTICOArriba
Criterios diagnósticos
El diagnóstico se establece sobre la base de la identificación de las distintas formas de desarrollo de B. hominis en el examen microscópico de las heces. Habitualmente es recomendable realizar múltiples estudios separados por intervalos de unos días, ya que el parásito es expulsado en tiempo y cantidad variables.
Además de la observación estándar de las heces al fresco, a causa de la diversidad de formas de desarrollo de B. hominis debe realizarse un frotis y una fijación con tinción tricrómica.
Diagnóstico diferencial
1) otras parasitosis del tracto digestivo
2) diarrea infecciosa
3) trastornos funcionales digestivos, incluyendo el síndrome del intestino irritable
TRATAMIENTOArriba
1. Tratamiento sintomático: como en el caso de la diarrea infecciosa.
2. Tratamiento con antiprotozoarios
B. hominis es un protozoo saprofito y la infección por el mismo generalmente no requiere tratamiento específico. Este está indicado en caso de infección en enfermos con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, inmunodeprimidos y en caso de una infección muy masiva
1) tratamiento de elección: metronidazol 500-700 mg 3 × d durante 10 d o 1,5 g 1 × d durante 7 d, o cotrimoxazol 320/1600 mg 2 × d durante 7 d
2) tratamiento alternativo: iodoquinol 650 mg 3 × d durante 10-20 d, nitazoxanida 500 mg 2 × d durante 3 d, paromomicina 500 mg 3 × d durante 7 d o 25 mg/kg 3 × d durante 10 d, tinidazol 2 g 1 × d durante 5 d.
COMPLICACIONESArriba
En casos esporádicos de curso agudo puede cursar con una hemorragia digestiva. B. hominis puede provocar exacerbaciones de la colitis ulcerosa.
PRONÓSTICOArriba
Generalmente el pronóstico es bueno.
PREVENCIÓNArriba
1. Ha de evitarse el consumo de agua y comida contaminadas (especialmente en países de clima cálido).
2. Se deben cumplir las normas de higiene personal.