1. Vértigo
Se distinguen
1) vértigo: impresión de movimiento rotatorio del entorno o de uno mismo, que normalmente va acompañado de náuseas o vómitos, el enfermo puede describir las molestias con precisión
2) mareo: consiste en una sensación de inestabilidad de la postura o de la marcha, el enfermo no puede describir las molestias con precisión.
Es muy importante establecer el tiempo y el orden de aparición de los síntomas y determinar los factores desencadenantes (p. ej. relación con la posición de la cabeza), agravantes o limitantes. También hay que determinar si coexisten con síntomas auditivos (p. ej. acúfenos, trastornos del sentido de la audición) o neurológicos (p. ej. visión doble, trastornos del equilibrio, paresia, parestesias, trastornos del habla).
El vértigo y los trastornos del equilibrio pueden clasificarse en función de la causa en los siguientes síndromes
1) De origen periférico: acompañan a las afecciones del sistema vestibular (canales semicirculares, sáculo, utrículo) y del nervio vestibular (que se encuentra en el conducto auditivo interno). Causas del síndrome periférico: traumatismo del oído interno (fractura del peñasco, conmoción laberíntica), laberintitis, neuronitis vestibular del nervio VIII, neoplasias localizadas en el oído interno, trastornos de la circulación en el oído interno en el curso de una vasoconstricción o trombo en la arteria auditiva interna, hemorragias laberínticas. El síndrome periférico se presenta también en enfermedades del oído interno de etiología desconocida, tales como hidropesía laberíntica (enfermedad de Ménière), otoesclerosis laberíntica, cinetosis y vértigo posicional paroxístico benigno.
2) De origen central: son provocados por alteraciones en los centros del equilibrio o en las uniones entre los mismos; pertenecen a ellos: núcleos vestibulares en el piso del cuarto ventrículo, centros en el cerebelo, tronco encefálico y en la formación reticular, corteza temporooccipital y núcleos de los nervios oculomotores. Causas del síndrome central: trastornos de la circulación cerebral, especialmente en el sistema vertebrobasilar y también carotídeo (accidentes isquémicos transitorios, isquemia completa, hemorragias), neoplasias infratentoriales y supratentoriales, meningitis, encefalitis, absceso cerebral, enfermedades desmielinizantes (p. ej. esclerosis múltiple), epilepsia con vértigo, vértigo posicional paroxístico benigno de origen central.
3) Que se presentan en enfermedades sistémicas: enfermedades víricas (gripe, sarampión, parotiditis), enfermedades metabólicas y hormonales (diabetes mellitus, ateroesclerosis, menopausia), intoxicaciones (monóxido de carbono, nicotina, fármacos).
Diferenciación del vértigo en función de los datos obtenidos en la anamnesis →tabla IX.A.1-2.
Causas más frecuentes de vértigo:
1) neurológicas
a) esclerosis múltiple
b) tumor en la fosa posterior craneal
c) ACV del tronco encefálico y del cerebelo
d) traumatismo cerebral y de la columna cervical
e) epilepsia
f) ataxia cerebelosa
g) migraña
2) otorrinolaringológicas
a) vértigo postural paroxístico benigno
b) enfermedad de Ménière
c) laberintitis
d) conmoción laberíntica
e) tumor del ángulo pontocerebeloso.
2. Trastornos del equilibrio
Provocan sensación de inseguridad al caminar o estar de pie. El equilibrio depende de múltiples estructuras: del sistema vestibular, las vías de la propiocepción, el cerebelo, el aparato visual y auditivo.
Causas de los trastornos del equilibrio →tabla IX.A.1-3.
tablasArriba
Tabla IX.A.1-2. Manifestaciones del vértigo/mareo sugerentes de etiología central o periférica
Manifestaciones clínicas |
Síndrome central |
Síndrome periférico |
Características de las molestias |
Sensación de balanceo o de caída, postura inestable y marcha insegura |
Ilusión de movimiento rotatorio |
Comienzo de los síntomas |
Súbito o gradual |
Súbito, paroxístico |
Intensidad |
Mediana o baja |
Alta |
Evolución |
Variable o estable |
Los síntomas más intensos aparecen al inicio, con el paso del tiempo se hacen más leves |
Episodio aislado |
Dura varios segundos, puede provocar caídas |
Se prolonga en el tiempo desde unos minutos hasta varias decenas de horas |
Duración de los síntomas |
Meses, años |
Hasta varias semanas |
Movimientos de la cabeza |
Tienen poco efecto en los síntomas |
Aumentan los síntomas |
Alteraciones de la conciencia |
Posibles |
Ausentes |
Convulsiones |
Posibles |
Ausentes |
Cefalea |
Frecuente |
Poco frecuente |
Alteraciones de la visión |
Diplopía, escotomas, disminución de la agudeza visual, incluso ceguera |
Ausentes |
Síntomas y signos de la lesión del SNC |
A menudo paresia de las extremidades y de los pares craneales |
Solo se puede presentar parálisis facial periférica |
Trastornos de la audición |
Ausentes |
Hipoacusia, sordera, acúfenos, plenitud ótica |
Tabla IX.A.1-3. Causas de los trastornos del equilibrio según la localización de la lesión
Localización de la lesión |
Causas |
Cerebelo |
– Tumor
– Intoxicación por alcohol o por fármacos
– Esclerosis múltiple
– Ataxias espinocerebelosas |
Vías de la propiocepción |
– Neuropatías
– Degeneración de los cordones posteriores de la médula espinal
– Mielopatías
– Tabes dorsal |
Sistema extrapiramidal |
– Enfermedad de Parkinson
– Síndromes parkinsonianos |
Aparato auditivo y visual |
Deterioro auditivo y de la agudeza visual asociados a la edad |