Hemicráneas paroxísticas

La hemicránea paroxística crónica (chronic paroxysmal hemicrania, CPH) y hemicránea paroxística episódica (episodic paroxysmal hemicrania, EPH) son formas raras de cefalea que por lo general aparecen en adolescentes o en la 3.ª década de la vida y se caracterizan por ataques de cefalea semejantes a las crisis de cefalea en racimos. La diferencia principal consiste en:

1) frecuencia significativamente mayor de crisis (>5 al día, habitualmente 6-40, aunque puede haber períodos de menor frecuencia [1-5])

2) duración significativamente más corta de cada crisis (2-30 min).

El dolor es muy intenso, siempre unilateral, pulsátil, localizado en la región periorbitaria y frontotemporal. El dolor se acompaña de síntomas vegetativos ipsilaterales como hiperemia conjuntival o lagrimeo, edema de la mucosa nasal y rinorrea acuosa. En el lado del dolor a menudo se observa edema palpebral. A veces se producen ptosis y miosis, así como sudoración excesiva ipsilateral en la frente y cara.

La forma crónica dura ≥1 año sin períodos de remisión superiores a 1 mes. En la forma episódica, los períodos de dolor duran desde 2 semanas hasta 5 meses, y las remisiones persisten desde 1 mes hasta 3 años.

La hemicránea paroxística requiere diagnóstico diferencial con las demás cefaleas trigémino-autonómicas.

Es significativa una respuesta clínica particularmente buena a la indometacina, que adicionalmente sugiere el diagnóstico (en la cefalea en racimos generalmente es ineficaz). Por lo tanto, el tratamiento de elección es la indometacina VO 50-100 mg 2 x d. Otros AINE (piroxicam, ácido acetilsalicílico) y verapamilo son menos eficaces.