Tomografía computarizada

En la tomografía computarizada (TC), la determinación precisa de los contornos renales es posible gracias a la diferencia entre las densidades del parénquima renal y del tejido adiposo circundante. Sin refuerzo con contraste, la densidad del parénquima renal es de 30-50 uds. H. y es prácticamente imposible diferenciar el parénquima de la médula renal. Tras la inyección iv. de un medio de contraste se produce un refuerzo rápido de la corteza y luego de la médula, lo que permite diferenciarlas en el 1.er minuto después de la administración de contraste. Las reconstrucciones en planos coronales permiten obtener imágenes parecidas a las obtenidas con la urografía clásica y adicionalmente permiten valorar las columnas y las pirámides.

Aplicación

1) Detección y evaluación del estadio de carcinoma renal y de otras neoplasias (→fig. V.B.4-21 y fig. V.B.4-22): la TC es la prueba de imagen de elección.

2) Diagnóstico de traumatismos renales (ruptura del riñón, hematomas) y de abscesos renales y perirrenales.

3) Diagnóstico de nefrolitiasis (→fig. V.B.4-23 y fig. V.B.4-24): tiene alto valor diagnóstico en comparación con la urografía clásica, en este caso no es necesario administrar medio de contraste; detecta depósitos que no producen sombra y permite evaluar simultáneamente el entorno de las vías urinarias. La sensibilidad de la TC en la detección de depósitos en las vías urinarias llega al 100 %. Debido a la posibilidad de evaluar con precisión la localización, el tamaño y también la forma (al utilizar reconstrucción tridimensional) del depósito, la TC facilita la elección del método terapéutico.

4) Evaluación de los órganos de la pelvis menor, especialmente de la vejiga urinaria y de la próstata.

Urografía por TC: indicaciones iguales que para la urografía clásica. El examen empieza con una serie de cortes transversales (de 2,5-5 mm de grosor), sin contraste, desde los polos superiores de los riñones hasta la sínfisis púbica. A continuación, tras administrar iv. un medio de contraste, se realizan 2-4 series: la primera en fase nefrográfica y las siguientes en fase excretora. La posibilidad de reconstrucción multidimensional permite obtener imágenes en planos coronales, idénticos que en la urografía clásica.

Angiografía por TC (→fig. V.B.4-25; descripción del método y contraindicaciones →cap. I.B.4.2.2.3). Indicaciones:

1) sospecha de malformación vascular

2) diagnóstico de aneurisma o hemangioma

3) sospecha de estenosis de la arteria renal

4) tumor renal: para evaluar los vasos arteriales y venosos

5) traumatismo

6) examen previo a la embolización.