Pruebas de la función plaquetaria

Las funciones plaquetarias que desempeñan el papel fundamental en la hemostasia y pueden someterse a una evaluación analítica son: agregación, adhesión y desgranulación.

El material para analizar la función plaquetaria en la práctica clínica es la sangre venosa entera extraída al citrato de sodio en una proporción 9:1 en volumen, o el plasma rico en plaquetas.

La agregación plaquetaria se valora recurriendo a distintas técnicas tras añadir a la muestra analizada sustancias que activen las plaquetas —generalmente ADP, colágeno, adrenalina, trombina o ácido araquidónico— en diferentes concentraciones. El recuento de conglomerados plaquetarios formados de esta manera se realiza mediante técnicas turbidimétricas en plasma rico en plaquetas (se considera que es el mejor método) o mediante métodos de impedancia en sangre entera. Otro método de evaluar la agregación es el recuento de plaquetas antes y después de la estimulación.

Los receptores de adhesión (GP IIb/IIIa, GP Ib/IX) en la superficie plaquetaria se pueden determinar mediante citometría de flujo sirviéndose de anticuerpos contra estos receptores marcados con un fluorocromo.

Las sustancias contenidas en los gránulos plaquetarios α y δ se pueden determinar en el sobrenadante obtenido tras su lisis por distintos métodos, al igual que sus concentraciones en plasma o en suero de la sangre periférica.

Las pruebas de la función plaquetaria se realizan a fin de detectar alteraciones congénitas o adquiridas que puedan provocar diátesis hemorrágicas plaquetarias.