El plasma fresco congelado (PFC) se obtiene del plasma extraído congelándolo durante un tiempo suficiente para que se mantenga el estado funcional de los factores lábiles de coagulación. Una unidad del PFC generalmente tiene un volumen de ~200 ml, dependiendo del método de procesamiento utilizado.
El PFC contiene todos los factores estables del sistema de coagulación, albúmina y globulinas y un promedio de ≥50 g/l de proteína total, incluido un promedio de ≥70 UI del FVIII en 100 ml y una cantidad similar del resto de los factores lábiles de coagulación.
Almacenamiento y caducidad
El PFC debe almacenarse congelado entre –18 y –25 °C (hasta 3 meses), o por debajo de –25 °C (hasta 36 meses). Las unidades destinadas a uso clínico deben someterse previamente a un período de espera de ≥16 semanas, que consiste en el almacenamiento y verificación de los marcadores virales del donante, o bien deben someterse a la inactivación de los patógenos detectados.
Indicaciones
En la mayoría de los casos, el PFC se utiliza como materia prima para el fraccionamiento (producción de hemoderivados).
El PFC se puede usar:
1) en el tratamiento de trastornos sintomáticos de coagulación, sobre todo en pacientes con deficiencia de varios factores de coagulación; es el tratamiento de elección en la CID, en caso de hemorragia activa o si es preciso realizar una intervención invasiva (→cap. VI.J.3.2.3), en transfusiones masivas (→cap. I.C.2.1), y en otras solo cuando no hay disponibilidad de los factores plasmáticos de coagulación correspondientes, cuya tecnología de producción incluye la inactivación de factores infecciosos
2) en el tratamiento de la púrpura trombocitopénica trombótica y del síndrome hemolítico urémico atípico (→cap. VI.J.1.1.4)
3) para neutralizar de forma inmediata el efecto anticoagulante de los AVK, si no está disponible el concentrado de factores de protrombina (→cap. I.R.4.4)
4) durante la plasmaféresis terapéutica (en casos justificados, sobre todo en enfermos con púrpura trombocitopénica trombótica).
Contraindicaciones
No debe utilizarse el PFC:
1) para corregir la volemia sin déficit asociado de factores de la coagulación
2) como fuente de inmunoglobulinas
3) como fuente de proteínas en pacientes desnutridos
4) cuando están disponibles hemoderivados adecuados sometidos al proceso de inactivación de patógenos
5) en enfermos sensibilizados a las proteínas del plasma.
Dosificación y método de transfusión
1. El PFC transfundido debe ser compatible en el sistema AB0 de la sangre del receptor. Si se desconoce el grupo sanguíneo del paciente, el PFC universal es el del grupo AB (sin anticuerpos anti-A ni anti-B).
2. El PFC debe descongelarse a una temperatura de 37 °C, utilizando equipos que permitan controlar la temperatura de descongelación y evitar la transmisión de infecciones bacterianas. Una vez descongelado, el PFC debe transfundirse lo antes posible utilizando un sistema con filtro.
3. La dosis inicial es de 10-20 ml/kg. La decisión de realizar sucesivas transfusiones se realiza en función de la evaluación del estado clínico del paciente y de los resultados de las pruebas de coagulación.