Dolor

El dolor es la afección más común que se reporta en la mayoría de las enfermedades reumáticas. Se debe determinar su localización, su posible irradiación, su carácter y su intensidad, así como su dependencia de la postura corporal, los movimientos y el momento del día (si el dolor altera el sueño o no). Es necesario preguntar por los factores que desencadenan o intensifican el dolor y por los que proporcionan alivio al enfermo. El dolor puede tener carácter “regional” (p. ej. dolor de "sacro", "síndrome de hombro doloroso"), pero también puede "extenderse". Un ejemplo de dolor extendido son los dolores que se perciben en la zona de las ingles, la superficie interna del muslo y la rodilla, pero que están generados por inflamaciones o degeneraciones de la cadera. La intensidad del dolor se puede evaluar con las escalas adecuadas. La más sencilla es la escala analógica, que consiste en que el enfermo determine el grado de intensidad del dolor en una línea recta de 10 cm. En ella, 0 significa que no siente dolor y 10 que el dolor es muy intenso.