lat. carcinoma basocellulare
ing. basal cell carcinoma
DefiniciónArriba
El carcinoma basocelular es una neoplasia de la piel de crecimiento lento, localmente maligna, que muy raramente provoca metástasis a distancia. Se origina a partir de las células no queratinizadas de la capa basal de la epidermis y se presenta principalmente en la raza blanca.
EpidemiologíaArriba
El carcinoma basocelular es la neoplasia más frecuente en la piel. La tasa de incidencia en la población blanca oscila desde 114/100 000 en Gales hasta 726/100 000 en Australia.
Etiología y patogeniaArriba
Los principales agentes etiológicos del carcinoma basocelular son: predisposición genética, radiación ultravioleta (en particular la UVB), exposición solar (sobre todo en la infancia, especialmente la que lleva a quemaduras solares), edad avanzada, sexo masculino, tez pálida, tratamiento inmunosupresor, exposición al arsénico.
Cuadro clínicoArriba
En >80 % de los casos se desarrolla en la cabeza (sobre todo en la cara) y el cuello, pero puede aparecer en cualquier región del cuerpo, p. ej. en el escroto o en el perineo. Se distinguen varias formas morfológicas de esta neoplasia. El cuadro clínico más típico es un nódulo de color nacarado con ulceración central y de bordes sobreelevados (→fig. X.G.4-1), que suele localizarse cerca de las alas de la nariz: forma nodular. La ulceración puede estar cubierta con costra que de vez en cuando se desprende. En tal caso puede producirse un leve sangrado. Esta forma de la neoplasia puede contener cantidades significativas de pigmento (la variante pigmentada de la forma nodular) y parecerse a la forma nodular del melanoma. Con frecuencia puede presentarse también en forma de lesión plana o plano-elevada, descamativa y rojiza: forma superficial.
Historia naturalArriba
El carcinoma basocelular es una neoplasia de crecimiento lento que, sin embargo, tiene la capacidad de infiltrar tejidos profundos (en particular en su forma esclerodermiforme; →fig. X.G.4-2). Las lesiones sin tratar destruyen las estructuras adyacentes (óseas, cartilaginosas, vasculares, nerviosas, globo ocular). En el interior de las grandes lesiones ulceradas pueden producirse hemorragias que resultan difíciles de controlar (→fig. X.G.4-3).
DiagnósticoArriba
En la mayoría de los casos, el carcinoma basocelular puede diagnosticarse sobre la base de los datos de la exploración física. La biopsia quirúrgica está indicada cuando surgen dudas diagnósticas o en caso de planear un tratamiento no quirúrgico. Si las lesiones son extensas y no hay posibilidad de resecarlas por completo con facilidad, se examina una muestra de la zona limítrofe entre la neoplasia y la piel. Es importante que la muestra no se extraiga únicamente del centro de la ulceración porque puede encontrarse solamente tejido necrótico. En caso de lesiones pequeñas, durante la biopsia se extirpa la lesión completa.
TratamientoArriba
El tratamiento del carcinoma basocelular de piel en la mayoría de los casos consiste en la extirpación de la lesión seguido de un examen histológico posoperatorio, eventualmente es preciso cirugía plástica e incluso un injerto de piel para cerrar la herida (→fig. X.G.4-3B). También se recurre a la cirugía micrográfica de Mohs que, simplificando, consiste en extirpar la lesión guardando un margen muy estrecho de piel circundante, realizando un examen un examen microscópico de las muestras del margen extraídas de forma sistematizada y, eventualmente, ampliar el margen en aquellas zonas con afectación neoplásica.
En los enfermos que no son candidatos o no aceptan el tratamiento quirúrgico, se puede considerar la radioterapia. Otros métodos utilizados son: criocirugía, curetaje, fotoquimioterapia. En ciertos casos se puede considerar la aplicación local de un ungüento con imiquimod al 5 % (fármaco inmunomodulador) o con fluorouracilo al 5 % (antimetabolito). También puede aplicarse una terapia molecular dirigida (vismodegib: inhibidor de la ruta de hedgehog): especialmente en enfermos en los cuales no es posible realizar el tratamiento quirúrgico debido a la extensión local.
ObservaciónArriba
Todos los enfermos tratados de carcinoma basocelular tienen riesgo de recurrencia local, así como de desarrollar nuevos focos de carcinoma basocelular en otras localizaciones. Al realizar las pruebas de control, está indicada una evaluación del lugar de extirpación (o destrucción) de la lesión primaria y una evaluación de todas las demás lesiones de la piel. En algunos centros se acepta el autocontrol por parte de los enfermos tras finalizar el tratamiento. En estos casos, los enfermos acuden al médico únicamente en caso de observar signos de alerta por cuenta propia.
Situaciones especialesArriba
La presencia de un carcinoma basocelular múltiple y multifocal forma parte del síndrome de nevo de células basales (síndrome de Gorlin). La dificultad de eliminar focos múltiples lleva a tomar en consideración otros métodos de tratamiento (p. ej. ungüento con imiquimod al 5 % o inhibición de la ruta de hedgehog).
PronósticoArriba
El carcinoma basocelular de piel se caracteriza por un pronóstico muy bueno. Casi todos los enfermos sobreviven a los 10 años. No obstante, si se producen metástasis (cosa que ocurre muy raras veces), el pronóstico es muy malo (supervivencia media <12 meses). En función del método de tratamiento aplicado, las recurrencias locales se pueden observar en hasta un 50 % de los enfermos, pero los resultados del tratamiento de las recurrencias locales a largo plazo también son muy buenos.