En las acidosis se produce:
1) activación de la glucólisis aeróbica
2) se intensifica la gluconeogénesis y la lipólisis
3) se produce un incremento del catabolismo de las proteínas del sistema musculoesquelético, una reducción de la síntesis de albúmina; y por otro lado, se incrementa la síntesis de aldosterona, endotelina, los componentes del complemento y el proceso de amoniogénesis
4) aumento de la potasemia
5) reducción de la reactividad de los cardiomiocitos y los miocitos a las catecolaminas
6) aumento de la ventilación pulmonar (en la acidosis no respiratoria).
La acidosis respiratoria es especialmente perjudicial para la función del SNC debido a que el CO2 atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica (coma hipercápnico →cap. II.O.1). La acidosis provoca que la curva de disociación de la oxihemoglobina (curva de Bohr →fig. II.A.2-2) se desplace a la derecha (al reducirse la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno, se obstaculiza su unión en los pulmones y se facilita su liberación en los tejidos) y que disminuya la generación de ácido 2,3-bisfosfoglicérico. Además, la acidosis intensifica la calciuria y reduce la solubilidad del ácido úrico en la orina, lo que favorece la formación de cálculos renales.
En la alcalosis, se observa una tendencia a presentar:
1) hipopotasemia: condicionada por el paso de K+ del espacio extracelular al intracelular y por un incremento de la expulsión de K+ con la orina
2) activación significativa de la glucólisis anaeróbica.
En la alcalosis, la curva de Bohr se desplaza hacia la izquierda (al aumentar la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno, se facilita su unión en los pulmones y se obstaculiza su liberación en los tejidos) e incrementa la concentración de ácido 2,3-bisfosfoglicérico en los eritrocitos. Al reducir el grado de ionización del calcio en suero, la alcalosis puede generar ataques de tetania (→cap. XII.F.2). En ocasiones, en la alcalosis se observa un fenómeno conocido como aciduria paradójica, que consiste en una excreción de orina ácida a pesar de la alcalosis.
En los enfermos con enfermedad renal crónica (ERC), la alcalinización mejora el balance de calcio, aumenta la masa muscular, inhibe la progresión de la nefropatía por medio de una reducción de la fibrosis renal, estimula la síntesis de albúmina y reduce la hiperpotasemia. Administrar dosis de 30-40 mmol/l de NaHCO3 a estos enfermos inhibe el proceso de osteodistrofia renal y no incrementa la presión sanguínea.